En julio de 2011, Cristina Kirchner firmó un decreto prohibiendo avisos clasificados de oferta sexual, haciendo foco en el conocido rubro 59 del diario Clarín. No fue una acción inocente: se trata de uno de los más rentables ingresos de los principales diarios impresos.
“El negocio es enorme: la mayoría de los diarios que se editan en el país, de alcance nacional, provincial y local tienen suculentos ingresos por incluir avisos de ese tipo. Algunos llegan al millón de pesos por mes”, dice parte de un informe del Inadi elevado el año 2010 a la Procuración General de la Nación.
Ello no parece haber desalentado a quienes lucran con el negocio del sexo, quienes encontraron un insólito resquicio para seguir promocionando su oferta carnal. Ya no lo hacen a través del rubro 59, sino el 47: “Habitaciones en Hoteles, Casas de Familia y Pensiones”.
Baste dar una rápida mirada allí para ver cómo el ingenio popular argentino vuelve a mostrar su peor cara.
Como colofón, esto muestra que la medida tomada por Cristina en su momento tuvo muy poca efectividad en los hechos. Habrá que ver si algún funcionario del kircherismo se aviva de lo sucedido y actúa al respecto.
Diego Golberg
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