En lo que va de 2012, el 75 % de las provincias argentinas aumentaron la carga impositiva sobre sus contribuyentes. Éstos soportan una presión tributaria cercana al 40 % de su PBI, pero al existir aún tanta evasión, dicha presión en muchos casos, supera los 50 puntos porcentuales.
Tal como adelantáramos desde Tribuna de Periodistas en junio último, el día de la liberación de impuestos llega cada vez más tarde.
Es que al modelo nacional y popular parece resultarle muy difícil acceder al crédito internacional. Y son esas mismas políticas implementadas desde el oficialismo las que lo traban, mientras impulsan por otro lado el consumo.
El “tax freedom day”, es ese primer día del año en que se deja de trabajar para pagar impuestos cuya incidencia es directa sobre el ingreso. El día en que se dejan de cubrir todas las cargas tributarias correspondientes a ese período.
Se trata de un indicador empleado para medir el momento en que un asalariado formal deja de trabajar para el fisco y empieza a tener ingresos cuyo destino podrán ser el consumo o el ahorro.
Al modelo Nac & Pop, tal como era previsible, se le fueron agotando los recursos, entonces el Estado nacional, provincial y municipal busca la forma de recaudar más creando nuevos tributos, modificando unos y dejando intactos otros.
Así por ejemplo, el Gobierno Nacional ha oficializado en los últimos días un nuevo incremento en los servicios de luz.
Según la normativa, lo que se recaude debería ser destinado a la creación de dos fondos de inversión para que las concesionarias mejoren el servicio, pero como ese dinero no va a las empresas prestadoras sino que será manejado por el Ejecutivo Nacional sin control del Legislativo, la única forma de definirlo es la de “impuesto”.
Además, la base imponible del Impuesto a las ganancias para asalariados y jubilados por el momento parece que no se toca. Y mucho menos pensar en eliminarlo.
Otro tributo que se debate bastante por estas horas es el impuesto a los combustibles. Tanto la Ciudad como la Provincia de Buenos Aires, estudian la aplicación de un impuesto a las naftas.
La Pcia. intentó aplicar una tasa que le permitiera financiar obras viales, pero de momento, el tema quedó en stand by por cruces con el Gobierno Nacional.
Sin embargo, la Ley Tributaria Bonaerense 2013, incorpora diferentes incrementos, tales como las alícuotas aplicables al Impuesto Inmobiliario, la base imponible del valor fiscal al 85 %, inmuebles que superen los $350.000 de valuación fiscal y autos de más de $110.000.
Por otra parte, habrá revalúos en barrios privados y clubes, y se aplicará un impuesto urbano complementario para quienes tengan varias propiedades.
La tasa de Seguridad e Higiene aplicada a toda actividad económica fue aumentada principalmente para servicios financieros y telefonía.
El Impuesto de Sellos también crecerá un 20% para bases imponibles expresadas total o parcialmente en moneda extranjera.
Ingresos Brutos para juegos de azar, pasará del 8 % al 12%.
La Legislatura porteña ya comenzó la discusión para resolver el financiamiento del subte. Se trata de un proyecto de ley que contempla un incremento del 10% en las tarifas de los peajes de las autopistas, 5% por patentes a autos de alta gama, más un impuesto sobre nafta y gas oil.
La tasa de ABL, tendrá su incremento entre el 25 % y 100 %. El Impuesto sobre los Ingresos Brutos puede subir hasta un 7 % para seguros, actividades financieras, telefonía, y otros rubros. También un incremento de hasta el 5 % para quienes tengan ingresos anuales superiores a los $ 30 millones.
En cuanto al Impuesto de Sellos, se aplicará sobre la venta de vehículos 0 km el 1 % y hasta 3 % en el caso de las transferencias de usados.
La Pcia. de Córdoba por su parte, ya tiene su tasa vial cuyo destino debería ser el mantenimiento de rutas y caminos provinciales. El consumo de agua de red ya se cobra el 10 %.
Río Cuarto creó un nuevo tributo del 10 % sobre el monto de tasas inmobiliarias de comercio, industrias y autos, y en Villa María las tasas subieron entre el 14 y casi el 70 %.
Concluyendo, es fácil advertir que en este escenario, el “tax freedom day” cada año se aleja más.
En 2011, ese día se ubicó entre el 17 y el 29 de junio. Hace no muchos años, caía en el mes de abril y, con el transcurso del tiempo, (y las políticas en materia fiscal y monetaria) en mayo.
Pero el panorama actual continúa sin ser alentador. En 2012 a un trabajador con ingresos en blanco, le insumió entre 171 y 195 días cumplir con esas obligaciones, por lo que el “gran día” llegó a comienzos de julio.
Para 2013, podría llegar los últimos días de julio o más probablemente, los primeros de agosto.
Nidia Osimani
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