Antes de cualquier introducción, comento que mi postura es la total liberación pero como es un tema muy controversial no me cierro en un pensamiento único y/o debate del mismo. Entiendo que las mejores decisiones se toman con una apertura mental que nos permitan ver objetivamente los pros y contras de cualquier tema. Lo importante es plantearlo con la seriedad que el caso amerita.
Está demostrado que la guerra contra las drogas está perdida. El poder de policía estatal no puede frenar el consumo y tráfico y se estima que solo un 10% de la marihuana que ingresa al país es detectada. No tengo claro si esta frase realmente es de Ron Paul (político estadounidense) pero es muy cierta: “Si el gobierno no puede mantener las drogas fuera de sus propias prisiones, ¿cómo podría hacerlo en cualquier otro lado?”
Su ilegalidad provoca muchísimas muertes al año por peleas entre bandas, victimas del daño colateral de las mismas y que el consumidor quede expuesto a un nulo control de calidad, sin mencionar que muchas veces para conseguirla debe ingresar en lugares poco seguros. También es innegable la complicidad de la policía, la justicia y el poder político, generando corrupción en todo nivel.
La historia nos demuestra que la ley seca que se implementó en EEUU desde la década del 20 hasta comienzos del 30, no permitió bajar el consumo de alcohol y facilitó la propagación de mafias que llevaban el negocio a sangre y fuego. Las similitudes con el tráfico de drogas son muchas y que el negocio se mantuviese en la ilegalidad era y es beneficioso para muchos. Si se liberara y dejara de ser ilegal, se terminaría el narcotráfico por dos razones; primero, no habría razones para la comercialización fuera de la ley y segundo, por una cuestión de mayor oferta el precio bajaría sustancialmente lo que dejaría de ser atractivo económicamente.
Hay otro aspecto a tener en cuenta y que resulta importante es que en nuestro país está permitido el consumo pero no la comercialización. La demanda liberada está sujeta a una oferta ilegal que provoca mayor aumento del valor, lo que hace aún más atractivo el negocio para el narcotraficante. Esto es como si el estado le pusiese un incentivo al comercio ilegal.
¿Qué pasaría si en lugar de prohibirla, se liberara no solo el consumo, sino también la producción, distribución y comercialización de la marihuana? ¿Cree que el problema realmente aumentaría? ¿Qué pasaría si en lugar de ser ilegal, el aparato del estado en lugar de ser socio, sería un controlador? En Argentina está todo absolutamente regulado con lo que estoy en desacuerdo pero ya que se tiene este poder de control, ¿Por qué no aplicarlo a cuidar un poco más a los ciudadanos?
Quiero ser claro en esto, no quiero una sociedad de drogadependientes, tampoco de alcohólicos, de fumadores, ni nada que genere adicción pero el hecho es que esto existe y seguirá existiendo. La prohibición no ayuda a bajar el consumo y genera negocios ilegales vinculados con el poder.
Pablo Rodríguez
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