La marihuana es usada con mayor frecuencia por la juventud mientras bebe alcohol en exceso. La naturaleza (instinto de supervivencia) dotó de un mecanismo reflejo al ser humano y otras especies, que acciona cuando existe intoxicación o infecciones. Se produce en los jóvenes ante el alcohol excesivo. Esta reacción es conocida como vómito o emesis, y es la expulsión violenta y espasmódica del contenido del estómago a través de la boca. El vómito suele producir asco momentáneo y rechazo hacia la bebida alcohólica. Ocurre que, lamentablemente, la marihuana posee una substancia activa llamada T H C o “tetrahidrocannabinol”, químico que causa la desaparición del vómito por ser antiemético. Consecuentemente la víctima del consumo de esta droga ya no vomita superando el grado de tolerancia al alcohol, porque ha perdido el instinto reflejo y el correspondiente “asco” a la bebida. El resultado es que puede seguir tomando hasta EL coma alcohólico.
El vómito (o emesis como le dicen los médicos y que sin duda suena menos escatológico) es un reflejo a menudo asociado con la expulsión de patógenos adquiridos por vía oral. Por ejemplo, se sabe que los delfines y las ballenas vomitan cuando tienen infecciones bacterianas en el estómago; en los perros la emesis es el síntoma más común de infección por gusanos redondos (nematodos).
En ambos casos el acto de vomitar protege la salud pues expulsa a los bichos del estómago antes de que penetren el organismo. En seres humanos hay muchos otros estímulos que producen emesis, como estar mareado o intoxicado por químicos o alcohol. Todas las manifestaciones eméticas tienen algo en común: son inducidas por el neurotransmisor serotonina, que como cualquier otro neurotransmisor, es una sustancia química con la que se comunican entre sí las neuronas del sistema nervioso.
La 5-HT se produce en el intestino y se libera cuando los nervios intestinales son estimulados. Por ejemplo, se libera 5-HT cuando en la tripa hay exceso de presión o radicales libres (formas muy agresivas de distintas sustancias químicas, que pueden oxidar o dañar tejidos). Este neurotransmisor tiene dos efectos: por un lado, estimula la peristalsis, es decir el movimiento muscular del intestino que hace que los alimentos avancen en él; y por el otro, manda una señal al tallo cerebral, que desencadena el reflejo emético: el vómito.
Se sabe que la intoxicación produce emesis en muchos animales, desde los copépodos (crustáceos en su mayoría microscópicos) hasta los humanos: los primeros vomitan cuando se alimentan durante las mareas rojas (proliferación de algas microscópicas dañinas), los segundos, por ejemplo, cuando ingieren alcohol en exceso. En ambos ejemplos, la emesis sin duda incrementa la supervivencia del animal en cuestión, pues reduce con rapidez la dosis tóxica de cualquier veneno. Una cuestión interesante es que la emesis asociada a las intoxicaciones induce lo que se conoce como aversión aprendida. El ejemplo clásico de este fenómeno es el de las mariposas monarca, que acumulan sustancias llamadas glucósidos que producen las plantas con las cuales se alimentan. Los glucósidos afectan el corazón del incauto animal que se come a las mariposas, y también estimulan la parte cerebral que controla el vómito. Por eso, cuando un pájaro se traga una mariposa monarca, rápidamente la vomita y nunca más vuelve a incluirla en su menú, lo cual se conoce por el tecnicismo de aversión aprendida.
La aversión aprendida es fundamental en el proceso de evolución y selección natural.
La marihuana bloquea el mecanismo que da lugar a la aversión aprendida.
En estado normal, tenemos un sistema nervioso que es capaz de sentir y responder a un estímulo agresivo. En segundo término, la detección de este estímulo induce una respuesta defensiva que inmediatamente protege la salud del individuo, aumentando su supervivencia y por ende su probabilidad de reproducirse y de heredar a sus descendientes esta habilidad de deshacerse de un mal trago o bocado.
Finalmente, el rechazo contiene un elemento de aprendizaje, capaz de asociar una señal particular con el malestar (enfermedad) que siente el animal al entrar en contacto con el estímulo agresor, lo cual le permite al animal evitarlo en un futuro, de nueva cuenta aumentando su probabilidad de supervivencia. Si lo pensamos, es muy probable que una combinación de habilidades que aumenta las tasas de supervivencia y de reproducción de una especie se herede de una generación a otra: ésta es la esencia de la selección natural propuesta por Darwin. Por lo tanto, no es sorprendente que sea tan común la aversión aprendida entre los animales: es un sistema que se ha heredado no sólo entre descendientes de una sola especie, sino entre linajes de animales que descienden de un ancestro común que ya presentaba la característica favorable.
La marihuana y los jóvenes:
Con su organismo inhibido de defenderse frente a una intoxicación alcohólica, por estar drogado con marihuana, el joven parte desde el lugar donde consumió ( su casa, el baño del boliche, una fiesta etc.), caminando por la calle como puede, buscando sostén en los árboles y apoyándose en las paredes, como ilustran los documentales de "calle y boliches nocturnos, con drogas, y alcohol". Además del riesgo para su propia salud el joven pone en peligro a la sociedad.
El individuo drogado con marihuana y alcoholizado muchas veces conduce un vehículo.
O puede cruzar la calle en un mal momento provocando un accidente debido a gente consciente que intente esquivarlo.
La gente se sorprende cuando estallan noticias sobre desastres callejeros en los cuales un conductor borracho destrozó a una familia.
¿Es una exageración o es cierto que suelen pasar estos lamentables hechos que sacuden al país destruyendo familias y sacudiendo la “moral pública”?
¿No se ríe la depenalizacion del Art. 19 de la Carta Magna?
Los adictos y los vendedores de droga mienten diciendo que fumar marihuana es igual de nocivo que fumar tabaco.
a) El tabaco es hidro soluble. Vale decir que se disuelve en agua y es eliminado por el orín y la transpiración.
b) La marihuana es lipo soluble: Se disuelve en las grasas. Por ello al circular por el organismo se pega a las neuronas ( células cerebrales ) y permanece semanas enteras allí adherida mientras quema los tejidos por ser corrosiva. El fumador de marihuana es cada día menos inteligente. Por esta razón antes del incremento del narcotrafico, de quinientos estudiantes en exámenes aprobaban 450 , ahora 450 de ellos son aplazados, abandonan sus carreras y se convierten en despojos humanos.
¿No viola ello el Art. 19 de la Constitución Nacional?
Respecto de la despenalización
Se dispuso permitir la tenencia de marihuana de LO$ NARCO$ para uso personal. "Creen" que el hecho de que no sean más que cinco o seis dosis, acredita que no se trata de narcotráfico sino de uso personal.
Esta mentira total es en realidad la puesta en practica de un delivery asistido por parte del narcotráfico. Vale decir que los dealers [1] (vendedores) reparten la droga pero tienen cerca de ellos un cómplice convenientemente menor, que la ley no interroga ni tan siquiera escucha defenderse. Si se los interroga, los policías o jueces son tratados de “fachistas” y se enarbola la bandera de la Convención de los derechos del niño cuando debería enarbolarse en el sentido contrario.
El niño es aprovisionado con pequeñas dosis, y de ésa manera el dealer nunca supera las cantidades de la "engaña pichanga" del uso personal. El resultado es que la policía tiene las manos atadas y es humillada cuando debe soportar las mentiras de que no están vendiendo sino llevando droga para consumo personal.
Maldad enquistada en el Estado
Al encontrar a un vendedor de drogas amparado por la nueva disposición, la policia debe tolerar gritos de "JUSTICIA" "JUSTICIA" agachando la cabeza y retirándose, porque sino DIANA CONTI y LOS FERNÁNDEZ hechan a los agentes a la calle.
Es una falsedad que "se trate de una acción privada que de ningún modo ofende el orden ni la moral pública, ni perjudique a un tercero" y que la despenalización respete el Artículo 19 de la Constitución Nacional.
Por este motivo Luis Augusto Weckesser, creador y Primer Jefe de División Toxicomanía Pcia. de Buenos Aires, Presidente de la filial República Argentina: RED MUNDIAL PERIODISTAS CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO Y LA CORRUPCIÓN, envió una carta documento a cada uno de los siete jueces de la Corte Suprema quienes la recibieron el día 9 de enero de 2009.
En las cartas documento se los intima a que siendo obligación de ellos custodiar la salud pública de la población "hasta su omisión sería delito de ayuda al suicidio y que los haría merecedores de ser catalogados por imperio del artículo 29 de la Carta Magna, en "infames traidores a la Patria".
Finalmente
Se sabe que la corrupción produce rechazo en la sociedad. Los ciudadanos “vomitan” cuando leen las noticias en los diarios sobre nuevas sospechas de corrupción o hechos aberrantes que quedan impunes llevados a cabo por funcionarios del oficialismo. Esto sucede porque existe un exceso.
Esta emesis psicológica debería reducir la “dosis tóxica” de “cualquier veneno”.
La emesis biológica (Y esto no es una repetición de un párrafo por error) asociada a las intoxicaciones induce lo que se conoce como aversión aprendida. El ejemplo clásico de este fenómeno es el de las mariposas monarca, que acumulan sustancias llamadas glucósidos que producen las plantas con las cuales se alimentan. Los glucósidos afectan el corazón del incauto animal que se come a las mariposas, y también estimulan la parte cerebral que controla el vómito. Por eso, cuando un pájaro se traga una mariposa monarca, rápidamente la vomita y nunca más vuelve a incluirla en su menú, lo cual se conoce por el tecnicismo de aversión aprendida.
¿Cual es el proceso psicológico que emula esta característica en la observación política de nuestra democracia?
¿Se manifestara algún día la “Aversión aprendida” mental en la sociedad a la hora de votar?
Y lo mas importante... ¿No hay aversión aprendida frente a las drogas y el narcotráfico? ¿Esperaremos a pasar por un filtro evolutivo que mate al 50 % de la población? ¿O será hora de usar el cerebro?
Diego Ignacio Mur y Luis Augusto Weckesser
BWN Patagonia
[1] Dealer: Se trata del último eslabón de la cadena de distribución del narcotráfico, que se inicia en el fabricante y termina en el dealer, tras pasar por el mayorista.