Este viernes, en Santa Cruz, la presidenta Cristina Fernández aprovechó el anuncio de la construcción de un anfiteatro en la localidad de El Calafate para chicanear al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por la polémica quita de árboles de la avenida 9 de Julio en la Capital Federal para la construcción del Metrobus.
“Los árboles no se tocan. Son sagrados. Por lo menos acá en Calafate, va a ser sobre mi cadáver", aseguró la mandataria.
Sin embargo, datos oficiales revelan que Cristina no es la más apropiada para defender los árboles solo para atacar a quien considera su opositor político.
El 1 de febrero de 2013, la Secretaría de Ambiente de la Nación reveló la pérdida de más de un millón de hectáreas en los casi cuatro años de su estudio, comprendidos desde la sanción de la Ley 26.331 de Protección de Bosques Nativos, a finales de 2007.
De allí se desprende que las provincias donde más se avanzó con la deforestación son Santiago del Estero, con 453.551 hectáreas desmontadas; Salta, con 236.246; Formosa, con 129 mil y Chaco con 110 mil. Más lejos se ubican San Luis, donde se desmontaron 37 mil hectáreas; en Misiones, 21 mil y en Tucumán, 18 mil.
A seis años de la sanción de la Ley de Bosques Nativos (26.331), Greenpeace, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y la Fundación Vida Silvestre Argentina, estimaron recientemente en un informe, en base a información oficial y de otras organizaciones sociales, que entre 2002 y 2006 se desmontaron 1.100.100 hectáreas. Lo que equivale aproximadamente a 31 canchas de fútbol por hora. Entre 2007 (fecha de sanción de la ley) y 2012, se deforestaron 1.145.044 hectáreas, casi 26 hectáreas por hora.
En Santiago del Estero se desmontaron 169 mil hectáreas del Parque Chaqueño entre 2007 y 2009 y ya suman 453.551 hectáreas de bosques nativos.
En Salta se desmontaron 236.246 hectáreas, afectando comunidades nativas y campesinos. El hecho resulta inexplicable, siendo que las tierras que van siendo devastadas están en teoría protegidas por la Ley Nacional de Bosques (Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, Nro. 26331 del año 2007).
En Formosa fueron taladas 129.000.
En 2012, Córdoba sufrió la peor racha de desmonte desde que se sancionó la ley de bosques nativos, en agosto de 2010. Se deforestaron 7.806 hectáreas entre marzo y noviembre último, el equivalente a 31,5 canchas de fútbol por día.
En el informe de la Secretaría de Ambiente dice: “En las provincias analizadas los procesos de pérdida de superficie de bosque nativo fueron causados principalmente por el avance de la frontera agropecuaria. Las imágenes satelitales ponen de manifiesto la existencia de nuevos cultivos, que en varias oportunidades corresponden a soja”, y agrega: “Aunque se observa que el proceso de pérdida de bosques nativos continúa, debe considerarse que la Ley Nº 26.331 no prohíbe los desmontes, sino que los regula”.
Según detalla Luis Gauna, de Red Eco, en un reciente artículo, en diferentes puntos del país, en el 2012, se han profundizado los problemas que el informe oficial expuso.
De acuerdo a los estudios de la ONG Guyra Paraguay, al norte y oeste del territorio cordobés, entre marzo y noviembre se deforestaron 7.806 hectáreas de categoría I “Roja” (requieren máxima protección, ya que corresponden a lugares con mayor cantidad de formaciones vegetales nativas y con función ecosistémica en su entorno), las cuales deberían ser las mejor conservadas por los organismos provinciales competentes.
La tasa anual de desmontes alcanzó las 23,3 hectáreas diarias del bosque nativo chaqueño, sin tener en cuenta los desmontes ilegales al sur de la provincia.
En 2012, los desmontes en el gran Chaco alcanzaron niveles récord en la deforestación, con 64% de áreas de desmonte. Se registraron 102.592 ha. de bosques derribados para uso agropecuario, lo que triplicó la cifra del mismo período de 2011.
Los bosques de Río Cuarto y el sur cordobés también se ven afectadas por el avance de la frontera agrícola-ganadera. De las 12 millones de hectáreas que a principios del siglo XX poseía Córdoba, sólo restan 600 mil, con el agravante de una tercera parte del territorio provincial desertificado o en vías de por la sobreexplotación agroganadera.
Recientemente, Greenpeace denunció que los desmontes selectivos autorizados para la producción de ganadería intensiva en Santiago del Estero, Chaco y Córdoba son una clara violación a la Ley de Bosques. También alertó que los planes de expansión de la ganadería en el norte del país ponen en riesgo a más de 10 millones de hectáreas de bosques nativos.
Mónica Filippi