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A usted, Aliverti

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A PROPÓSITO DE VÍCTIMAS, POLÍTICA, Y CARROÑA
A PROPÓSITO DE VÍCTIMAS, POLÍTICA, Y CARROÑA

Cuando Eduardo Aliverti comunicó que fue su propio hijo quien atropelló y mató al ciclista Rodas, en Panamericana, se antepuso la decencia y el sentido común a cualquier otro comentario.

 

No era de bien nacido caerle a un tipo, por lo que su hijo de 28 años hubiera hecho.

Era de canallas regodearse atacando a un periodista que justifica y defiende este modelo, a causa de la desgracia que a su muchacho le tocó protagonizar.

Pero Aliverti tuvo el desatino de salir a hablar nuevamente, y, tal como acostumbra a hacer su presidenta Cristina Kirchner, descerrajó una buena dosis de ese odio tan común a los izquierdistas severos de la Argentina.

Ese odio que se soporta cada vez menos y que provoca, cada día, más indignación.

A más de tildar de "carroña" a quienes acaso injustamente lo criticaron, Aliverti se declaró crucificado.


A usted

 

Aliverti, no crea que lo crucifican tres tipos con micrófono. Lo crucifica la larga lista de argentinos por usted humillados desde su tradicional soberbia, su ironía y su miserable estigmatización del que piensa distinto.

Usted es un exitoso profesional de los medios, Aliverti. Sabe perfectamente a lo que se expone cuando habla o cuando escribe. Conoce como pocos los mecanismos para decir lo que su audiencia quiere y espera oír. Y sabe también que su palabra trasciende a los del propio palo.

Sabe, o debería saber, que también llega a los que luego de las marchas ciudadanas del 13S y 8N, usted calificó como tilinguería.

Esa masa abstracta, según palabras de Horacio González que usted destaca, a la que se preocupó de restarle cualquier tipo de entidad mínimamente atendible.

¿Recuerda cuando escribió: "Salieron a marchar no por lo que le pasaría al país sino por lo que me pasa a mí y a los míos o, aunque repique extremadamente antipático, por lo que los medios me dicen que me pasa"?

¿O cuando desde su sitial de policía moral del pensamiento ajeno los etiquetó como "gente incapaz de tolerar que los de abajo hayan subido un poquito"?

¿No fue acaso usted mismo el que declaró: "Me importa una infinita cantidad de carajos tener el más mínimo grado de consenso con esta gente. Quiero tener con ellos una profunda división"?

Bueno, Aliverti, su cruz es recoger el desprecio de las víctimas de su soberbia.

A usted lo crucifican sus palabras. Lo crucifica haber elegido ser enemigo de muchos. Tal como afirmó cuando dijo: "Eso de que en una democracia no hay enemigos sino adversarios. Pues bien: uno ya está harto de estas boludeces monumentales".

Usted eligió ser enemigo de tanta gente, Aliverti, no fueron ellos.

Luego de su comunicado inicial, usted debió callar. Era lo adecuado para que no lo hostiguen algunos de sus colegas, a quienes su presunta superioridad intelectual le impide, siquiera, reconocer como tales.

Esos a los que usted llamó "salames televisados, en rol de conductor".

Nos preguntamos cómo se debería catalogar, entonces, al miserable que tituló “El hijo de Aliverti también es víctima. ¿Qué hacía el ciclista en Panamericana?” ¿Lo leyó, Aliverti? ¿Le pareció un canalla Gelblung? ¿Un salame, parte de la carroña, acaso?

Usted es un periodista político que milita para su causa. Siempre lo fue. Su estilo no es confrontativo: es insultante.

Y la política, desgraciadamente, salta siempre. Aún cuando algunas desgraciadas situaciones personales requieren que no salte. ¿Y sabe qué, Aliverti? No lo afirmamos nosotros, lo dijo usted.

"Porque cada vez que salta lo político —y no hay forma de que no salte, por un lado o por otro y más temprano o más tarde—los choques son irreconciliables"

Su carrera no se interrumpirá por este suceso, Aliverti. Su pibe es un hombre grande, usted y yo sabemos que dentro de unos años esto será recordado como un mal trago, una pifiada de las más fuleras. Y nada más. Pero haría bien, por su pibe y por usted mismo, en callarse un poco.

Ya que éste es, como dijo, el peor momento de su vida, amerita pues que haga lo que nunca hizo, y deje de destilar odio cada vez que habla o escribe.

Quédese musicardi y lama sus heridas en silencio; que mientras a usted, mediáticamente, lo crucifican, a Rodas le están llevando flores.

 

Fabián Ferrante

 
 

116 comentarios Dejá tu comentario

  1. Perdóneme, pero más allá de su indignación o enojo evidente contra Aliverti, me parece un USO del pobre Rodas y del caso para ·despachar" su encono contra este periodista. Mientras usted se sumerge en estos comentarios a recoger loas y aplausos, "a Rodas le están llevando flores." Usted escribe muy lindo Fernando.

  2. Sinceramente ya es muy preocupante todo el ODIO contra Aliverti demostrado en estos tristes días.. Todos sabemos que el es un periodista que tiene posición tomada y que hasta es muy vehemente en sus comentarios, pero.... de allí a atacarlo en forma directa e indirecta de la manera que lo hacen, y en esto incluyo al firmante de la nota, por el accidente que tuvo como protagonista a SU HIJO. Aliverti no tuvo el desatino, tuvo la obligación moral de salir a hablar nuevamente, a expresar su dolor y a confirmar lo que opinaba de ciertos periodistas. Además le recuerdo a quien escribe la nota que la opinión la dio en su programa periodístico, de que iba a hablar de la inmortalidad del cangrejo o sbre el acuerdo con Irán??? Aliverti es atacado a través de las mentiras e infamias que se publicaron sobre el desgraciado accidente donde su hijo mató a una persona. Se mintió descaradamente desde el mismo momento que se supo que Pablo García era su hijo. Primero se dijo que viajo 17 Km. Con una persona mitad en el capot y mitad en el asiento delantero “sin darse cuenta” “como “si ni llevase a nadie”; a estas personas ¿ No se le ocurrió pensar que una vez producido el accidente Pablo García decidió ir directamente hasta el peaje porque pensó que era lo mas lógico?,¿ Tampoco se le ocurrió pensar que si quería eludir la situación ya que tenía seis o siete (quizás ocho) salidas antes del peaje, tomar una de ellas y “escaparse”? Después el periodismo de siempre hizo correr la bolilla que al llegar al peaje Pablo García se expresó de manera graciosa (humor negro) por tener al accidentado en el capot,... y muchos se lo creyeron. Todos sabemos que la cajera declaró DOS VECES y aclaró que nunca escuchó tremendas barbaridades, pero hoy en la calle hay mucha gente que todavía cree que dijo lo que el periodismo de siempre se encargó de transmitir. Yo les propongo un ejercicio: preguntar a la gente que dijo Pablo García al llegar al peaje y van a ver que todavía hay mucha gente que cree que dijo la estupidez de preguntar si tiene que pagar por dos... Ni Aliverti ni yo vamos a justificar el grado de alcohol en sangre que tenía su hijo, pero de allí a tratarlo de ALCOHOLICO como textualmente dijo González Oro, o de BORRACHO como muchos otros, creo que por lo menos es tendencioso. El último ataque fue que Pablo García conducía con el registro vencido. No se si fue C5N el primero en poner al aire esa nueva mentira, lo que si se es que el diario nacional y popular La Nación inmediatamente lo subió, no se preocupó e chequear la información. Les pido por favor BASTA de tanto ODIO!!! Nadie está exento de estar algún día en la misma situación que Aliverti, o nunca algún hijo de cualquiera de nosotros ( o nosotros mismos) tomó tres vasos de vino o su equivalente en cerveza y luego salió de la fiesta o el casamiento manejando (aclaro que yo no tomo ni siquiera vino con soda). No se puede crucificar a EDUARDO ALIVERTI por el solo hecho de pensar y opinar distinto.

  3. Insisto señores: vuelvan a la esencia del cristianismo, hagan instrospección y decidan si están libres de pecado para arrojar la primera piedra.

  4. Qué desgraciados los comentarios y la nota. Parece que el odio les sale por los poros, y no pueden lograr una lectura objetiva del caso en cuestión. El accidente que ocurrió es un tema del cual nadie se ocupó sin pegar duro contra el locutor. Qué tiene que ver el culo con el dulce de leche?! Ojalá nunca les pase nada parecido, de tener un familiar relacionado con algún accidente. Mientras tanto, pueden tomar todos sus comentarios, y con el periodista firmante a la cabeza, formar un partido político garco-milico-fascistoide. (Gracias Carlos -27 de febrero- por la altura y decencia de aclarar lo embarrado).

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