El primer dato es meramente informativo: como único oferente del concurso, a principios de julio de este año, la empresa Indra fue declarada ganadora de la licitación para organizar las elecciones primarias y legislativas nacionales que se realizarán este año en Argentina por un monto total de 168.490.000 pesos, a los que hoy se agregaron 33 millones más de acuerdo a lo publicado en el Boletín Oficial.
La compañía se encargará del "diseño, planificación, organización, operación del servicio de carga, procesamiento y difusión para el recuento provisional de resultados; evaluación del proceso electoral y propuesta de innovación sobre la administración de las mesas receptoras de votos", según se informó a través de Decisión Administrativa 371/2013.
El monto que recibirá Indra significa un aumento significativo respecto a lo que el gobierno argentino le pagó en 2011 para la realización de las primeras elecciones primarias en la historia del país, además de los comicios legislativos y presidenciales de octubre. En ese entonces, la cifra pagada fue de 134.420.000, según la Decisión Administrativa 255/2011.
Sin embargo, ese no es el dato más relevante, sino el hecho de que se trata de una empresa severamente cuestionada en varios países del mundo.
En la Argentina, por caso, la oposición cargó contra la empresa e incluso llegó a poner en duda su transparencia para la organización del acto eleccionario. "Por ahí se lo puede hackear", señaló Eduardo Menem en diálogo con Infobae.
En sentido similar habló en 2011 Eduardo Duhalde, en el marco de las primarias que se llevaron a cabo de ese año: "Hubo manipulación, se utilizó un software que permite modificar automáticamente los datos", dijo. Y agregó: "El 67% de los votos en blanco de todo el país fueron en la provincia de Buenos Aires, es absurdo".
Indra es la firma encargada de digitalizar los votos en el país desde hace 15 años.
La empresa ya se había insertado en los medios nacionales cuando el 2007, Perfil publicó “Contrataron a firma bajo sospecha para las elecciones. El Estado le pagará a la empresa española INDRA S.A. $ 38.612.000,00 para ‘diseñar, planificar, procesar el escrutinio. En su haber, figuran denuncias por irregularidades, sobreprecios y licitaciones a medida.”
Hubo denuncias en esos día por parte del candidato a gobernador Eduardo Amadeo, y refrendadas por el juez electoral de la provincia de Buenos Aires, Manuel Blanco. "Acá los errores que hay son muy grandes, había afirmado el magistrado.
Datos para desconfiar
Las sospechas se posan sobre Indra no son nuevos ni novedosos: se trata de una empresa denunciada en el pasado por sospecharse de su parcialidad a la hora de hacer su trabajo.
“Solo debe tenerse en cuenta el siguiente dato para desconfiar: el fallecido presidente Hugo Chávez contrató a Indra en 2009 para organizar el referéndum a su gestión. En esos días ganó por el 54,86% de los votos. Un número muy cercano al 54,42% que sacó Cristina en 2011”, dijo el abogado Enrique Piragini a este medio oportunamente.
Pero hay más: Cristina también contrató a esa firma en 2011 para cubrir los comicios argentinos y ganó con el 54,11%. ¿Es coincidencia o debe sospecharse de algo más?
Muchos dirán que se trata simplemente de una “casualidad permanente”, término inventado por el menemismo y adoptado con fervor por los funcionarios K; otros insistirán con el temido “fraude”.
Mientras tanto, habrá que creer en lo que dicen los números oficiales. Ya lo dice el viejo adagio: “Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario”.