Hace unos días me encontré con José R..., uno de los tantos informantes de Tribuna de Periodistas, en un bar ubicado en una de las zonas más emblemáticas del barrio de Once. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos y fue realmente gratificante poder enterarme de algunas cosas que se cocinaban en plena Casa Rosada. Luego de ponerme al día en algunos temas vinculados a lo más reservado de la política doméstica, José me comentó acerca de las preocupaciones que había en el Ministerio del Interior por los artículos sobre Southern Winds que este periódico había estado publicando desde su volátil comienzo. De hecho, según palabras del informante, habría existido un intento de parar la embestida por parte de Aníbal Fernández, uno de los personajes que aparece rozado en el escándalo, junto al secretario de Transportes de la Nación, Ricardo Jaime.
Esa misma noche, cuando llegué a mi casa, recibí el llamado telefónico de un amigo que me dejó con la boca abierta: "Tenías razón, Christian. Acabo de leer una entrevista publicada en revista Gente en la que Walter Beltrame (ex empleado de SW) asegura que Ricardo Jaime era mandamás de la empresa de aviación". Frente a esas palabras me sentí dignificado, por haber sido el primero en publicar algunos de los nombres de los funcionarios de Kirchner que estaban metidos hasta el cuello en el tema de las valijas voladoras. Acto seguido, me propuse leer la entrevista referida por mi amigo.
Cuando pude ver la nota publicada por revista Gente, entendí que se había quebrado uno de los códigos mafiosos que mantenía en secreto esta historia. Beltrame aún no se atreve a revelar toda la verdad, pero se animó a dar un primer paso, tratando de ejercer sobre algunos funcionarios puntuales la suficiente presión como para poder aliviar su situación personal. En la entrevista que le hiciera la revista citada, el empleado aseguró que:
-"Mi familia y abogados están siendo amenazados".
-"La intención de despegar a algunos funcionarios del Gobierno fue clara".
-"SW fue creada para traficar drogas".
-"Quisiera ser careado con Ricardo Jaime, que nunca fue citado".
-"Juan Maggio me citó en su oficina para que le 'manejara' los vuelos a Jaime".
-"Soy un comodín".
Anteriormente, Beltrame ya había vinculado a Jaime con los dueños de la compañía, lo cual pasó inexplicablemente desapercibido para los principales medios de prensa nacionales. Beltrame también reveló que en el vuelo en el que viajaron las cuatro narcovalijas "sobraron otras 60 maletas" sin dueños que fueron retiradas en Madrid y admitió que aún falta detallar los nombres de diez pasajeros que abordaron el avión. Su abogada, Stella Maris Castells, fue aún más directa: "Hay que ver qué había en esas valijas que desaparecieron y a qué pasajeros se estaría encubriendo".
La respuesta a este último interrogante, podría ser la llave para lograr desentrañar el misterio de las "valijas blancas".
Todos los hombres del Presidente
Muchos de los dichos de Walter Beltrame aún no han sido desmentidos por nadie lo cual, sumado al enorme nerviosismo que se percibe en algunos funcionarios del Gobierno, hace suponer que el sentido de las denuncias del ex empleado de SW no está nada errado.
Uno de los hechos más llamativos de este escándalo tiene que ver con la insistencia de Ricardo Jaime para que en su momento se le otorgara la ruta Tacna-Cordoba a la sospechada aerolínea, camino que sólo podría ser viable para alguien que se dedicara al tráfico de drogas. En una de sus declaraciones ante la justicia, Beltrame contó que "cada viernes y domingo su celular era un caos por la necesidad de coordinar los vuelos (de Jaime) a Córdoba". En ese sentido, la pregunta surge inevitable: ¿Cuál es el motivo que llevaba a Jaime a viajar cada fin de semana de Córdoba a Perú y viceversa, lo cual no ha desmentido? ¿Por qué nadie le preguntó nada aún a ese respecto?
Es más que pueril imaginar que Jaime sea el único involucrado en este tema, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes de muchos de los hombres que rodean al presidente Kirchner, casualmente vinculados al mundo de los estupefacientes. Algunos de esos nombres circulan como un secreto a voces en torno al tema SW. Se sabe quiénes son, pero no se los puede nombrar.
Un botón de muestra: el mismo día en la Aduanas de España abrió las cuatro valijas "blancas" que habían llegado a Madrid, una persona que se identificó como comisario de la Policía Federal Argentina llamó desde Buenos Aires para interiorizarse sobre el tema. Fue una comunicación telefónica que llamó la atención de las autoridades aduaneras españolas, ya que muy pocas personas sabían aún sobre el secuestro de la droga.
El hombre se identificó como José Juan Díaz Fraga y aseguró trabajar como agregado del Ministerio del Interior en la embajada española en Buenos Aires.
Según un informe elaborado por autoridades españolas, la comunicación telefónica recibida "es un aspecto interesante, digno de mencionar y que puede ser relevante para proseguir las investigaciones en la Argentina".
Está de más aclarar que aún no se ha profundizado la indagación en ese sentido. No es casual que la invocación de la palabra "Ministerio del Interior" todo lo frene.
Concluyendo
Las irregularidades en este tema se suman y las explicaciones nunca aparecen. Los principales diarios argentinos, que deberían seguir de cerca este escándalo, apenas lo mencionan y lo hacen en sus páginas interiores. Prefieren destacar que ha disminuido el trabajo en negro o que hay récord en el ingreso de divisas al país.
Mientras tanto, nadie respondió aún los siguientes interrogantes:
-¿Por qué los empleados tenían la orden de ofrecer a cada pasajero un pasaje gratis para que no se embarcaran, " ida y vuelta Buenos Aires-Madrid", tal cual aseguró Beltrame y jamás fue desmentido?
-¿Por qué no figuraban en la nómina de pasajeros los nombres de los primeros diez pasajeros que abordaron el cuestionado vuelo?
-¿Por qué la cantidad de equipajes despachados por los pasajeros en el polémico vuelo A4 6420 no coincide con las planillas de despacho aportadas por TAS, firma que se encargaba de examinar las maletas?
-¿Por qué hubo en ese vuelo 34 pasajeros -sobre 187- que ese día viajaron gratis?
-¿Por qué aún no hubo cruce de los llamados telefónicos que hicieron los implicados en la causa?
-¿Cómo se explica que el presidente Kirchner designara a Ricardo Jaime como secretario de Transporte, a sabiendas de que ha estado involucrado en 14 causas judiciales?
-¿Cómo se explica que el presidente Kirchner designara a Aníbal Fernández como ministro del Interior, a sabiendas de que enfrentó una docena de causas judiciales en su contra cuando era intendente de Quilmes y se sospecha que encubre a una banda de narcotraficantes de esa localidad?
-¿Por qué hay tantos funcionarios de este Gobierno vinculados al tema de los estupefacientes?
¿Alguien puede decir algo, acaso?
SEGUIMOS ESPERANDO...