Esta semana Domingo Cavallo fue atacado a huevazos e insultos cuando disertaba en la en la Universidad Católica Argentina (UCA). Podría decirse que fue un enojo legítimo de algunos que aún recuerdan sus desatinos como ministro de Economía.
Sin embargo, detrás de uno de los ataques que sufrió el ex funcionario, había dos empleados públicos: Josefina Minatta y Germán Kielmayer.
Ambos forman parte del espacio Colectivo para la Justicia Social, y desde hace días venían promocionando en las redes sociales que concurrirían a la casa de altos estudios, donde el ex funcionario daría la charla. "Vení a escracharlo con nosotros!", invitaban a los activistas.
Según revela Infobae, Minatta es subsecretaria letrada de la Procuración General de la Nación, a cargo de Alejandra Gils Carbó. Y Kielmayer es "asesor jurídico en el Estado nacional", según su perfil de la red LinkedIn, y empleado de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), que dirige el fiscal Carlos Gonella. También fue planta transitoria en la Unidad de Información Financiera (UIF), dependiente del Ministerio de Justicia.
A diferencia del ataque perpetrado por los militantes de Quebracho, Minatta y Kielmayer solo increparon verbalmente al ex ministro y exhibieron una bandera con la leyenda "Argentina o Buitres".
En el muro de Facebook de Colectivo para la Justicia Social, se publicó un comunicado donde se aclaraba que ese espacio "no ha participado de ninguna agresión a Domingo Cavallo".
"La intención fue interpelarlo intelectualmente por sus políticas de ajuste, privatizaciones, corralito, estatización de la deuda privada. Sin embargo esto no fue posible porque fue censurada toda posibilidad de preguntas al panel expositor. La violencia no es nuestro método, nuestro método es la palabra, la pregunta, y el conocimiento", agrega el comunicado.
En otro post, la agrupación repudió "todo acto de violencia". "Estamos convencidos que la construcción social se hace a través de la palabra y el debate de ideas. Solo buscamos poner en evidencia, revelar en público, hacer aparecer la cara de una persona que pretende pasar desapercibida, pero fundamentalmente para que la sociedad toda no olvide quiénes son los que se enriquecieron a base del hambre del pueblo", concluye el descargo.
Los militantes parecen olvidar los días en los que Cavallo y los Kirchner eran amigos. Lo publicó este medio, recordando la amistad que en los años 90 unía a uno y otro.
"El programa económico (de Néstor Kirchner) se basará en el ajuste económico que Domingo Cavallo reclama a todas las provincias", publicó en diciembre de 1991 Ámbito Financiero sin que nadie desmintiera una sola de esas líneas. Dicha crónica parece bien lejana a las críticas que hoy la primera mandataria realiza en plena cadena nacional respecto del ex ministro.
La crónica de Ámbito en esos días es imperdible, porque permite trazar el mapa de poder político que acompañó a la asunción de Néstor K: "Manzano, ministro del Interior, desde La Rioja viajó directamente a Santa Cruz, previa escala por el aeroparque metropolitano". Toda una paradoja: se trata del mismo personaje que hoy recibe millonadas de dinero oficial para hacer operaciones de prensa contra el periodismo crítico, a través de los medios que comanda junto al siempre sospechado Daniel Vila.
Finalmente, el diario arroja una perlita: "Kirchner tomó juramento a los ministros (...) Como secretario General de la Gobernación (nombró) a Ricardo Jaime". ¿Quién diría que 20 años más tarde el mismo funcionario aparecería salpicado por una veintena de causas judiciales?