Los últimos “escraches” ocurridos este domingo abrieron nuevamente el debate sobre si esta modalidad es la correcta o no para protestar ante algo o alguien.
Con su esplendor luego de la crisis de 2001, cuando los políticos tenían una libertad algo vedada para manejarse por la vía pública, los escraches a Guillermo Moreno, Nilda Garré, Amado Bouodou y Axel Kicillof en público, en su vivienda particular, en actos oficiales y hasta arriba del medio de transporte donde se desplazaban, vuelve a poner el foco sobre si esta modalidad es la adecuada.
"Escrache es organizado, por ejemplo cuando la Presidente dice por cadena nacional el nombre de un empresario inmobiliario por pensar diferente”.
“Es una vergüenza, iba con el hijito en brazos”.
“No fue un escrache, fue una reacción espontánea, nadie lo fue a buscar”.
"¿Qué demuestran este tipo de manifestaciones?", preguntó TDP en Facebook.
Las opiniones se hicieron escuchar vía redes sociales y la polémica quedó nuevamente abierta.