En las últimas horas, una parapsicóloga que ofrecía sus servicios para "limpiar energías" o "destrabar situaciones", quedó imputada por supuestas “estafas” a sus clientes, a quienes exigía bienes de valor “para garantizar la efectividad del rito”.
En un caso que posiblemente genere precedentes, la Sala Cuarta de la Cámara del Crimen revocó el sobreseimiento dictado por un tribunal de primera instancia a favor de la parapsicóloga Adriana Mondragón Díaz.
El juez Jorge De Santo había considerado que la conducta de la mujer “no encuadra en una figura legal”, pero los camaristas Mariano González Palazzo, Carlos Alberto González y Alberto Seijas replicaron que “no puede descartarse, con los elementos incorporados hasta el momento, la existencia de un ardid desplegado por Mondragón”.
A ese respecto, el tribunal describió la secuencia: “Reparto de volantes publicitarios en la vía pública y la posterior atención de los clientes, en su domicilio particular, para ‘tirarles’ las cartas’. La maniobra proseguía ofreciéndoles, en virtud de lo que les refería conforme al tarot, sus servicios para ‘limpiar sus energías’ o ‘destrabar’ situaciones".
La imputada pedía a sus clientes “que le llevasen dinero y objetos de valor para garantizar la efectividad del rito”.
“Esta puesta en escena constituye, en principio, una maniobra apta para generar un error en personas afectadas por problemas que las acuciaban, conduciéndolas a entregar aquellos elementos”, refiere el fallo.
La increíble excusa que utilizaba la parapsicóloga indicaba que “no debía utilizar los bienes que le dieron, sino que aquellos serían depositados en unas macetas junto a otros enseres y luego devueltos a su propietario, aprovechándose de ello la encartada para apropiárselos”.
“La libertad o consentimiento con que los damnificados habrían efectuado la disposición patrimonial no autoriza a desvincular definitivamente a la imputada”, resumieron los jueces, al reabrir la investigación.
Habrá que ver si este caso genera algún precedente que sirva para avanzar sobre otros casos de chantas similares, sobre todo aquellos que se publicitan en los medios.