Sandra Arroyo Salgado brindó algunas precisiones acerca de las pericias e investigaciones realizadas por sus peritos de parte. Nos detendremos a analizar algunas de ellas, tratando de sacar conclusiones acerca de lo aportado por su ex esposa, en el caso de la muerte de Alberto Nisman.
El cuerpo desplazado
Arroyo Salgado asegura que la posición en la que se encontró el cuerpo de Alberto Nisman, no era la inicial, y que el cuerpo fue desplazado. Esto lo hace a partir de las manchas que localizaron sus peritos, en ocasión de buscar rastros de sangre con lámparas forenses y luminol.
Lo primero que uno piensa es que el, o los asesinos, movieron el cuerpo de Nisman.
Pero también puede pensarse, a partir de la afirmación de que existió agonía, que ese desplazamiento lo pueda haber hecho el propio fiscal, una vez herido de muerte.
No aclaró Arroyo Salgado, si las muestras de sangre habían sido limpiadas, y el luminol las reveló a pesar de esto, o si se encontraban a simple vista. Hubiera sido un dato muy relevante, para entender si alguien se dedicó a limpiar la escena.
La Agonía
En nuestra nota del 7 de Febrero, expresamos esta misma hipótesis, que hoy corrobora la jueza Arroyo. Dijimos textualmente en aquella oportunidad:
7 de Febrero: "Pudo Nisman haber fallecido algunas horas antes de lo estimado, es decir durante la madrugada del domingo? Indudablemente, es una posibilidad."
7 de Febrero: “Si el cuerpo de Alberto Nisman estaba sobre un importante charco de sangre, ¿pudo haber agonizado durante varias horas, desangrándose? Definitivamente, sí.”
Nos resultaba evidente, desde aquellos días, que una herida en cráneo con orificio de ingreso de apenas 6 mm, y sin orificio de salida no podía provocar un charco de sangre de unos 70 cm de diámetro, tal como se informó desde un primer momento, en tanto y en cuanto el herido no hubiera permanecido con su corazón latiendo (bombeando sangre), durante un tiempo importante.
El alcohol en el estómago
La existencia de 1.73 gramos de alcohol en el estómago, y la falta de pasaje a sangre, indicaría que Alberto Nisman ingirió esa bebida alcohólica casi inmediatamente antes de ser baleado. No obstante, hay que tener presente que AS aclaró algo que es básico: Ese alcohol no necesariamente debe tratarse como la ingestión de una bebida alcohólica, sino que también puede deberse a la ingestión de alimentos que fermentan en el estómago, liberando alcohol. Por ejemplo, determinadas frutas, azúcares, etc.
En el caso de que se tratare de una bebida alcohólica, la conclusión que se adquiere es que a Alberto Nisman lo asesinaron casi inmediatamente después de haberla consumido.
Hora de muerte
Esta es, a nuestro juicio, la información más importante que proporcionó Arroyo Salgado.
Ella informa que la muerte de Alberto Nisman se estipula entre 32 a 36 hs antes de la autopsia. Conociendo que la autopsia se realizó entre las 8:30 Hs y las 10:00 hs del lunes 19 de Enero, tomaremos como media, un horario de "diagnóstico" en las 9:15 hs de ese lunes.
Eso apunta la hora del fallecimiento hacia las 21:15 hs del sábado, aproximadamente.
Pero también indica Arroyo Salgado que, la existencia de un importante charco de sangre, revela que hubo agonía.
Y si hubo agonía, y falleció hacia las 21:15 hs del sábado, significa que le dispararon antes.
Ahora bien. Diego Lagomarsino declara haberse retirado del domicilio de Nisman poco antes de las 20 hs de ese mismo sábado. Y, entonces, la primera conclusión es elemental: A Alberto Nisman le dispararon mientras Diego Lagomarsino estaba en su departamento, o inmediatamente después de que se retirara.
Y esto abre una serie de interrogantes que vuelve a hacer imprescindible una profunda indagatoria sobre el auxiliar informático Lagomarsino.
También juegan las llamadas telefónicas realizadas desde el teléfono de Alberto Nisman.
Increíblemente, esas llamadas aún no han sido peritadas en su totalidad, pero trasciende que en horas de la noche, alrededor de las 23 hs, se registraron breves llamados, de apenas unos segundos, desde un teléfono de Alberto Nisman.
Lo que hay que decir aquí es, también, bastante sencillo. Si se trataron de llamados de unos 12 , y 50 segundos respectivamente (tal como se informó), cuesta creer que se haya tratado de conversaciones; antes bien, se intuyen llamados fallidos, o respondidos por un contestador automático, y seguidos de un abrupto corte.
¿Y en caso de ser así, quién garantiza que esos llamados los realizó efectivamente Alberto Nisman, y no su asesino?
¿Qué mejor que llamar a alguien, y cortar, para dejar asentado un llamado desde determinado teléfono, hecho a determinada hora?
Indudablemente, esto no podrá corroborarse en tanto y en cuanto no aparezca un testigo que declare haber hablado con Alberto Nisman en la noche del sábado 17 de enero. Hasta el momento, eso no aconteció.
El asesinato
Arroyo Salgado afirma taxativamente que a Alberto Nisman lo asesinaron. Uno también sustentó, desde el primer momento, esta misma idea, y la mantiene. Pero es justo decir que la jueza , madre de las hijas de Nisman, no mostró una sola evidencia taxativa que demuestre ésta, su afirmación.
Y entonces...
Lo expuesto por Arroyo Salgado de ninguna manera es taxativo como para cambiar la carátula de muerte dudosa, a homicidio. Desafortunadamente para los que creemos que efectivamente, a Nisman lo asesinaron, continuamos necesitando otra clase de evidencia como para corroborarlo, porque hasta ahora, y aún luego de lo expuesto por AS, la única evidencia con la que seguimos contando, para acometer la hipótesis del homicidio, es la ausencia del debris de fulminante en la mano del fiscal.
Una cosa es que uno crea firmemente en algo, y otra es que no reconozca que las evidencias recogidas y exhibidas hasta el presente, no alcanzan.
No obstante Arroyo Salgado puede ir sobre la investigación de Fein, principalmente a causa de algunas de los siguientes motivos:
- Fein afirmó la existencia de espasmo cadavérico, y Arroyo lo desmintió.
Arroyo afirmó que el cuerpo tuvo desplazamiento, y Fein jamás lo mencionó.
- Difieren las datas de muerte informadas.
- Fein aseguró que la muerte fue inmediata, y Arroyo demostró que hubo agonía.
La fiscal Fein ya declaró que citará tanto a los peritos oficiales, cuanto a los peritos de parte de AS, para allanar las controversias suscitadas entre ellos. Y está muy bien, porque es lo que se debe hacer.
Los medios opositores probablemente dirán que Arroyo Salgado fue contundente, y echó por tierra toda la investigación de Fein.
Los medios oficialistas acaso publiquen que Arroyo no consiguió demostrar nada sustancial, y que su conferencia fue un fiasco.
De nuestra parte, hacemos lo que consideramos correcto. Emitir nuestras conclusiones con la mayor objetividad posible; le gusten a quien le gustaren, y le desagraden a quien le desagradaren.