En medio del silencio de los candidatos oficialistas que no se han pronunciado sobre sus planes para reactivar el campo, las entidades rurales y las que agrupan a economías regionales prepararon sus diagnósticos y propuestas: salieron al ruedo para que las escuchen.
Esta semana le correspondió a la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), que reclamó contra la "excesiva presión fiscal" en todo el país sobre la industria de alimentos y bebidas (IAB) y las economías regionales.
Dos días más tarde, la Sociedad Rural presentó su "Agenda del Campo" un meduloso trabajo de 130 páginas con los diagnósticos de las distintas producciones y los lineamientos que la SRA entiende necesarios para la definición de una política agropecuaria argentina.
El trabajo revela las propuestas que elaboraron los comités técnicos, y fue coordinado por el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina y Acción Política y dijeron que el país puede producir alimentos para 17 Argentinas así como crear 700 mil nuevos puestos de trabajos al 2020.
Además expresa el potencial de la agricultura, la ganadería, la lechería, la forestación y cada una de las economías regionales de la Argentina, ante la creciente demanda mundial de alimentos y propone las acciones necesarias para poder alcanzar esa meta.
Entre otras propuestas tanto los trabajos de Copal como la de la SRA coinciden en el pedido de eliminación de las trabas a las exportaciones y de las retenciones, la creación de líneas de financiamiento acordes a los ciclos productivos.
La Sociedad Rural mencionó la necesidad de que el Banco Nación vuelva a dar crédito a los productores, y la estimulación del uso de seguros climáticos y de los mercados a futuro, para reducir el nivel de riesgos a los que está expuesta la producción agropecuaria.
También se presentan allí propuestas para mejorar la competitividad sistémica, en este sentido hay recomendaciones en materia de infraestructura, educación e inserción internacional, como también se presenta una simplificación del sistema impositivo.
Los trabajos tienen como intención contribuir con el debate especialmente durante un año electoral, pero ante el "mutis por el foro" de los candidatos oficialistas sobre el rumbo que le darán al sector productivo hoy agobiado por falta de rentabilidad y altos costos, los dirigentes consideran que no está muerto quien pelea y decidieron no bajar los brazos.
Sin embargo, Luis Miguel Etchevehere reconoció que ese silencio electoral oficialista es una "señal de alerta" y que si no se aprestan a corregir el rumbo van destinados al fracaso.
En los próximos días le toca el turno a Coninagro, la entidad que agrupa a cooperativas de la Argentina y que renovó un estudio realizado hace cuatro años con datos de la acuciante realidad productiva que pondrá a disposición de todos los candidatos presidenciables.
Egidio Mailland, presidente de Coninagro, habló con NA ante la inminencia de la presentación y dijo que "nosotros el trabajo lo hacemos independientemente de quien gane, lo hemos aggiornado y es lo que hace falta para despegar, desde Coninagro vamos a intentar que lo ponga en práctica el que gane".
"No es un estudio demagógico, se lo presentaremos a todos los equipos técnicos de los presidenciales", aseguró Mailland.
El dirigente de Necochea (Buenos Aires) se refirió especialmente a los equipos de Daniel Scioli, el gobernador bonaerense y aseguró que éstos "conocen mucho de la problemática del campo, pero no hacen enunciados por ahora".
Se mostró convencido de que la gente de Scioli (quien se muestra en el camino de profundizar el actual modelo) ha estado siempre muy cerca del campo y "aplicará las medidas que no tengan impacto fiscal inmediato".
"Soy realista, si se hace un cambio en el rumbo y de bajo impacto fiscal, va a haber una reactivación y reconversión en el interior, una puesta en marcha que hace falta imperiosamente antes del holocausto en las regiones productivas", indicó a NA.
Para Mailland, "los pueblos del interior no se sienten agrodependientes, pero si se van a paralizar todas las economías regionales, se van a dar cuenta de cuánto dependen del agro: yo trato de poner un horizonte para mi gente", ratificó.
Así, como un aporte a la política nacional, en un año electoral, y como continuidad de lo que hiciera cuatro años atrás, Coninagro preparó el documento denominado "El campo y la política II – Propuesta de Coninagro para el futuro agropecuario – con una mirada social y ambiental".
Con este libro, se recorre la realidad productiva de la carne, la leche, la soja, el trigo, el maíz, el girasol, los cítricos, las peras y manzana, las hortalizas, el algodón, el arroz, la yerba mate, el vino, el tabaco, el maní, los porcinos, la papa, el azúcar, los ovinos a lo largo y ancho del país.
Tienen "la experiencia de más de 800 cooperativas y de 120 mil productores que trabajan e invierten en pos del bienestar de sus familias y de las comunidades donde se encuentran", manifestaron sus autores.
Finalmente luego de décadas de siembra directa y paulatina falta de rotación de cultivos, los suelos argentinos están en peligro porque se encuentran en su gran mayoría compactados, lo que impide, entre otros factores, que la tierra sea permeable a la semilla.