A pocos días de que Paulo Agustín, el nene de 3 años, haya sido asesinado en Villa Centenario (Lomas de Zamora) por dos delincuentes menores de edad, la gente está conmovida y el diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, salió a hablar.
Consideró que el congreso debe avanzar en el debate para cambiar el régimen penal juvenil para que cada delito tenga su pena sin importar la edad, y aclaró que en caso de homicidio un menor debería tener la misma pena que un mayor.
"No es un tema nuevo, en el mes de enero, con Margarita (Stolbizer) pedimos sesiones ordinarias para que se trate, al igual que lo hicimos en el 2013, en el 2014. La Argentina necesita modificar su régimen penal juvenil", sostuvo.
El diputado señalo que "El delito es en la provincia de Buenos Aires, que ya tiene régimen penal y el menor puede ser penado. El delincuente hoy tiene un régimen jurídico para ser castigado".
"La otra situación extrema es que tenemos que penalizar más el uso de los menores por parte de los adultos, porque se aprovechan de la imputabilidad para cometer delitos", finalizó.
Este no es un caso aislado, se pueden recordar casos como el de la pequeña Milagros Belizan de 2 años quien, hace 5 años atrás, fue asesinada por unos vecinos del barrio San Jose de la localidad de Almirante Brown, dichos vecinos tenían 7 y 9 años de edad. Se puede discutir sobre si un chico de esta edad comprende o no que es el delito, pero lo que no se puede discutir es que sabían que algo habían hecho mal, que la chiquita estaba sufriendo y hasta les provocó cierta excitación. Lo más probable es que esta conducta la hayan generado a través de otros parámetros de violencia.
Está de más decir que si un adulto comete un asesinato es una noticia lamentable, pero resulta más difícil de digerir cuando el asesinato lo comete un niño.
En el actual régimen penal de minoridad producto de la ley Nº 22.278/80 establece que los que caen presos antes de los 16 son inimputables. En general se los libera de inmediato a excepción de ciertos casos en donde están involucrados por causas gravísimas y no tienen contención familiar, se les dicta una medida especial y quedan detenidos a cargo de un juez de menores, quien analiza la situación antes de liberarlos.
Los que tienen entre 16 y 18 años pueden ser detenidos e imputados solo por delitos graves con un mayor de 2 años de pena en prisión y recién se los puede juzgar al cumplir la mayoría de edad.
Ahora la pregunta seria, ¿Qué tan común es que un menor de edad delinca en Argentina?
En 2014 hubo 1.142 chicos que quedaron alojados en institutos por estar involucrados en delitos graves. De ellos, 255 cayeron por cometer asesinatos y otros 73, por intentarlo y no lograrlo.
En el estudio que se realizó en 2013, el total de menores detenidos era de 935, de los cuales 224 (31 menos que en 2014) estaban acusados de homicidios. En 2012 la cantidad de chicos internados era 873. De ellos, 181 estaban imputados en homicidios: 74 menos que en 2014.
La gran mayoría de los menores presos (el 98%) son varones y sólo el 2% son mujeres. Apenas 25 terminaron el secundario y 124 ni siquiera concluyeron el primario. El 88% tiene entre 16 y 17 años. Pero hay casos excepcionales: un nene de 12 años detenido por homicidio en ocasión de robo; otro de 13 apresado por un asesinato cometido el 27 de marzo de 2014 en Córdoba; y dos de 14 años quienes fueron arrestados en Capital Federal por un crimen ocurrido el 20 de diciembre.
Del total de detenidos, 502 fueron acusados por delitos cometidos con armas. Y 483 ya habían delinquido con anterioridad.
El distrito con mayor cantidad de menores presos es la provincia de Buenos Aires (610) La siguen Córdoba (162), la Capital Federal (83) y Santa Fe (75).
En 2014 la principal causa de arresto fueron los delitos contra la propiedad: casi la mitad de los chicos presos (593) estaban imputados por robos o tentativas de robo.