En toda sociedad existen diferentes delitos cometidos a diario, delitos que nos conmueven por sus consecuencias o características, y que a veces se suceden de forma espontánea, casi fortuita. En general son pocos los delitos prolongados, en los cuales la víctima es victimizada de forma constante.

    Dentro de ese tipo de delitos, que por sus características sólo pueden ser dolosos, se encuentran la privación ilegal de la libertad, la reducción a la servidumbre, la apropiación de menores y la prostitución infantil, que muchas veces tiene en su cometido características de los demás delitos. Y estos es así porque muchas de las niñas y niños son sacados del seno familiar en alguna provincia y llevados a otra para ser primero golpeados, amenazados, abusados, reducidos a la servidumbre y posteriormente prostituidos.

    Muchos son los factores que inciden en la prostitución de menores: falta de cultura, estado de necesidad, etc. Y en esto es importante destacar que algunos chicos son iniciados en la prostitución por sus cuidadores, padres o padrastros, cuando no por sus madres. Hay que ser sinceros y entender que no sólo existe una prostitución infantil organizada sino que, muchas veces, se da una prostitución "barrial", que no por su forma de ser ejercida deja de ser traumática y con consecuencias de ser contraída cualquier tipo de enfermedad venérea incluido el VIH.

    Sí, es totalmente repudiable e inaceptable la prostitución organizada y “cuidada” por algún infame e infiel funcionario, sea este judicial o policial. Porque es cierto que aquellas organizaciones que reclutan a los jóvenes o los secuestran para la explotación sexual, sólo pueden funcionar con una cierta “protección” que les de la invisibilidad, y la impunidad para funcionar. No existe informe en el que no se deje una aclaración sobre este punto, incluidos los elaborados por la ONU y UNICEF, por mencionar dos entidades importantes, pero existen muchos informes de ONG´S y profesionales que destacan este punto y, a pesar de ello, ningún fiscal parece investigar estos indicios "de oficio".

    Así, nuestros niños y niñas siempre estarán en un riesgo latente, hoy más acentuado con las nuevas tecnologías. Si las mujeres son víctimas de psicópatas informáticos, más aún lo son los niños que, sin la experiencia para detectar a estos sujetos, pueden ser confundidos e inducidos a encuentros que generalmente terminarán mal.

    ¿Qué da tanta impunidad y poder a estas organizaciones? pues son organizaciones mixtas, que mezclan la prostitución —a veces el contrabando y el robo— con las drogas. Este es un tema muy recurrente en la prostitución en general del que no muchos hablan: travestis y prostitutas, además de los servicios sexuales tradicionales, hoy incorporan la oferta de distintas drogas. De esta manera el combo es completo y estos, además de prostituirse, se transforman en pequeños dealers.

    En la Capital Federal han proliferado los prostíbulos disfrazados como "saunas", "spa", o simplemente "pub", pero estos son burdos hasta para disimular sus verdaderos servicios. Si bien los hay para todos los gustos y niveles, generalmente los de un nivel "Premium" ofrecen una amplia variedad de servicios y obviamente son donde se encuentran las "prostitutas" menores de edad, ya que estos poseen la infraestructura necesaria para la impunidad, cámaras con circuitos cerrados, protección policial, y el famoso “amigo” que, a cambio de una buena suma de dinero, avisa sobre cualquier investigación en curso o advierte algún allanamiento.

    Lo demás está todo dicho y conocido. Mucho se ha escrito sobre la prostitución y sus causas, de las campañas en contra de este delito, pero falta mucha sinceridad. Muchos de los clientes de las menores son conocidos políticos y personajes de la farándula. Esto no es nuevo, en mis años de trabajo y experiencia he visto muchas investigaciones comenzar y terminar en la nada.

    Aún recuerdo el escándalo desatado con la muerte de un niño, y una investigación comenzada y abortada sobre un tipo que respondía al alías de “El Gitano”, quien luego de esa muerte estuvo prófugo y que muchos legisladores estaban inquietos por lo que podía declarar en caso de ser detenido, ya que éste —conocido puntero de la droga— recorría las terminales de Constitución, Once y Retiro, donde engañaba a niños y niñas, los llevaba a comer, los bañaba y los entregaba a fiestas a algunos diputados y senadores, donde gustaban de filmar y drogar a los menores. Por eso digo que esto no es algo nuevo y, a pesar de los años, poco es lo que efectivamente se ha hecho.

    Este informe periodístico ha generado cierto malestar en algunos miembros de la fuerza policial, tal vez porque algunos, para confirmar las sospechas, están vinculados no sólo a la protección, sino también al negocio. Con otro colega de Tribuna de Periodistas hemos sido víctimas de una burda intimidación que sólo sirvió para confirmar lo que estábamos investigando en relación a un sauna ubicado en plena Av. Santa Fé y 9 de Julio de esta Capital.

    Ahora es tiempo de hacer, de unir a las diferentes ONG´S y fundaciones, invitando a los profesionales a hacer algo más que estadísticas e informes de más de lo mismo. Los chicos están allí, explotados, violentados y drogados, de nosotros depende el cambio, denunciando y acompañando las denuncias, exigiendo a las autoridades; lo demás es solo un lavado de conciencia personal, ellos necesitan de nuestro compromiso más que de nuestras palabras.

    Si conoce casos de prostitución infantil o de riesgo de menores, denuncielo. O comuníquese conmigo, entre todos podemos generar un cambio, y salvar a algunos chicos de ese padecimiento.

    Seguramente no podremos terminar con el negocio, pero sí estaremos salvando a muchos de ser víctimas. 

Marcelo Ricardo Hawrylciw