Huelgas de hambre, marchas, detenciones, manifestaciones, enfrentamientos entre Carabineros y mapuches y aun no se entiende que es lo que ocurre, por lo que me veo en la obligación de hacer un resumen sobre el tema.
Cuatro mapuches llevan cerca de un año y medio presos sin que hasta la fecha se les pueda adjudicar la culpabilidad por el incendio de un templo evangélico en padre Las Casas.
A más de un año y sin haber iniciado el proceso judicial pertinente los cuatro mapuches acusados son: Lonko Alfredo Tralcal y los hermanos Pablo, Benito y Ariel Trangol quienes hasta el día de ayer, tras 117 días de huelga de hambre por la petición de un “juicio justo en un plazo razonable”, tres de los acusados resolvieron ponerle fin a la medida.
En tanto el cuarto de los mapuches, Ariel Trangol, decidió continuar tras señalar que desconfía de los objetivos del gobierno anunciados la noche del viernes por el ministro del interior, Mario Fernández.
La fiscalía, parte acusadora de la causa, solicita la aplicación de la prisión preventiva que es una herramienta que permite privar de la libertad a una persona mientras es investigada hasta la llegada del juicio. Aquí es donde comienzan los problemas, porque si bien es legal se presta para descriterios tan sorprendentes como el hecho de tener detenidas a personas por más de un año sin que los fiscales sean capaces de tener las pruebas suficientes para iniciar un juicio.
El nivel de incompetencia que presentan algunos fiscales buscando “hacer carrera” persiguiendo a los grupos mapuches es extraordinario, tanto que además de tomarse plazos eternos para la investigación y mantener presos a los mapuches investigados, no son capases de presentar pruebas que permitan condenarlos, porque son inadmisibles o porque simplemente las pruebas no existen.
Esto suena poco creíble pero se registran varios casos en los que los mapuches han sido mantenidos en prisión y posteriormente absueltos, sin ir más lejos el pasado martes fue absueltos Hugo Melinao Lican tras pasar 8 meses encarcelado.
Además, los fiscales tienen facultades extraordinarias en este caso por la aplicación de la Ley Antiterrorista. Esta ley, fue creada en 1984 por la Dictadura para perseguir a los opositores a su régimen. Se ha transformado en una pena anticipada para los acusados, porque permite, entre otras barbaridades, encarcelar a personas que no han sido declaradas culpables. Otro esperpento de esta ley, es la facultad de utilizar “testigos sin rostro”
En resumen, al aplicar esta Ley, se elimina la presunción de inocencia y pasamos a una presunción de culpabilidad, donde uno es culpable hasta que demuestres lo contrario.
Es así como en este caso, se asume que estos cuatro mapuches son culpables y están en la cárcel sin haber sido juzgados.
Por eso es que el segundo petitorio de los huelguistas es que no se les aplique la ley antiterrorista, sino que se les juzgue como cualquier otro ciudadano.
La ley antiterrorista no cumple los mismos estándares internacionales, el relator especial de las Naciones Unidas, Ben Emmerson, en el año 2013 ya recomendaba al gobierno y al poder judicial no utilizarla.
Los huelguistas llevan alrededor de un año y cuatro meses en prisión preventiva ¿y si son inocentes?, no existe indemnización capaz de devolver el tiempo perdido.
Ya van más de 100 días en huelga y el deterioro es grave, hecho confirmado por el colegio médico. Chile se encuentra nuevamente en la lupa del mundo por una situación reñida con los derechos humanos.
Lo único que buscan estos mapuches no son regalías ni privilegios, no piden ser absueltos, sino un juicio justo en un plazo razonable y con las mismas leyes que a cualquier otro ciudadano.