En estos tiempos, donde la grieta gana terreno y el país está en medio de un proceso, el cual dependiendo de qué lado se lo mire es “estabilizador” o “inseguro”, tanto el oficialismo como la oposición, tratan de convencer que el punto de vista que ofrecen es el único correcto.
Esto último, y con total razón, genera gran incertidumbre en la sociedad, y como si eso fuera poco, cada espacio suscita más incógnitas que las respuestas que brindan.
Claramente, el ejemplo más acertado que puede darse es el de la variable economía que tiene a toda la sociedad Argentina atrapada sin saber para qué lado encaminarse.
Si se le pregunta al ministro de Finanzas, Luis Caputo, va a contestar que “se escucha mucho sobre el aumento del costo de endeudamiento y me hace acordar lo que dijo el ministro (de Transporte, Guillermo) Dietrich sobre que a los argentinos a veces nos gusta autoflagelarnos”.
Más allá de las incongruencias que pueda decir uno de los ministros más cuestionados por sus empresas off shore y por el dinero que ostenta fuera del país, la oposición también hace lo suyo, la que no puede faltar claramente con sus discursos comprados con populismo es la otrora presidenta Cristina Kirchner.
La senadora nacional de Unidad Ciudadana, siempre controvertida, en redes sociales destrozó la política económica del oficialismo al mencionar: “De los cinco precios más importantes de la economía, el Gobierno ha hecho estallar tres: tarifas, dólar y tasas de interés. Como no podía ser de otra manera, esto impacta directa y negativamente sobre los otros dos: salarios y precios de los bienes”.
El ex ministro de Economía tampoco podía mantenerse callado, y es quien mencionó que “Macri debe tomar medidas para no ser rehenes de la timba financiera”, asegurando que el primer mandatario “está siendo víctima de sus propias políticas”.
Además, Axel Kicillof aseguró que “estos capitales que habrían entrado se están yendo en manada, como ocurre habitualmente. A contramano de lo que hace el mundo, incluso Donald Trump, que no me van a ver felicitándolo, pero que protege el laburo norteamericano, la industria y también regula el sector financiero”.
Algo que llama mucho la atención dentro del oficialismo, son las múltiples internas y el inconfundible vedetismo político. En ese sentido, la diputada prodigio del Gobierno en la Cámara baja, Elisa “Lilita” Carrió, se reunió con el ministro de Energía Juan José Aranguren y, tras posar con una sonrisa, aseveró que está “todo bien”.
Tal parece que los cuestionamientos de la líder de la Coalición Cívica hacia el ex CEO de Shell en Argentina, quien fuera uno de los principales impulsores de los tarifazos, especialmente de la luz, el gas y el combustible, quedaron olvidados.
Una de las opiniones más relevantes es la del jefe de Estado, no hace falta aclarar que banca incansablemente al titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.
Tras las declaraciones del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, quien mencionó que “hay una apreciación a nivel mundial del dólar” y agregó que “en Argentina lógicamente hay que mirarlo con mayor atención porque la costumbre siempre fue pasarlo a pesos”, Macri reconfirmó que “el Banco Central tiene todo el apoyo de la Casa Rosada”.
Sin embargo, el secretario de Comercio de la Nación, el macrista Miguel Braun, admitió “sobresaltos” en la economía argentina, y elucidó que “subestimamos algunos fenómenos como el pase de la devaluación a la inflación o el impacto de las tarifas en la inflación general”.
Aunque insistió: “Estamos convencidos de que estamos en el buen camino. Por supuesto que hay sobresaltos, no es lineal el camino. Pero creemos que la inflación va a bajar”. Disparó también que “si se quiere bajar a inflación en seis meses, se podría” pero advirtió que esto “sería a un costo económico y social muy elevado”.
Aunque los economistas tampoco parecen ponerse de acuerdo, muchos de ellos, como Javier Milei y José Luis Espert, insisten en echarle la culpa al jefe de Gabinete Marcos Peña.
Uno de los tantos que están a favor de la política económica del marcrismo es: Gabriel Zelpo quien mencionó que "el Gobierno demuestra que tiene manejo de la situación y apunta a la reducción del déficit fiscal".
Sin embargo hay un mayor nivel de preocupación por parte de los economistas, son varios ya los que se mostraron intranquilos a la hora de hablar de la economía Argentina, entre ellos: Roberto Cachanosky, Miguel Ángel Boggiano, Irina Moroni y Gabriel Torres.
Entonces ¿Quién es creíble?
Si los mismos profesionales de la economía no pueden ponerse de acuerdo, es difícil encontrar un punto justo donde el ciudadano pueda pararse y entender hacia dónde va el rumbo económico en Argentina.
Lo mismo pasa con quienes se encuentran dentro del ambiente político, nadie sabe explicar de manera concreta, objetiva e imparcial lo que sucede realmente con la economía, Peña dio cuenta de ello en el programa “Diario de Mariana” (DDM) al decir que “los negocios están vacíos porque la gente compra por internet”.
El oficialismo se encarga de exagerar favorablemente la política económica, mientras que la oposición se ocupa de patrocinar un atolladero hiperbólico, lo cual no es sano para la sociedad Argentina.
¡A NADIE HAY QUE "CREERLE"! La creencia es mas propia de una religion de de la POLITICA, solo que los politicos se han encargado de hacer CREER a la sociedad de que es como una FE RELIGIOSA y se BASTARDEAN expresiones como LEALTAD, INVOLUCRAMIENTO , COMPROMISO, SERVICIO y en algunos casos hasta la ridicula expresión de "aguantar los trapos". En todo caso, se puede CONFIAR en tal o cual politica, por aquellas PROPUESTAS DENTRO DE UN CONTEXTO DE REALIDAD Y NO DE EXPRESIONES DE DESEO, tal como se suele confundir a la ciudadanía. Es muy común en el Argentino, el CREER en el "chamanismo" Politico. Sin RAZONAR el COMO, se concentran solo en las "promesas" sin preguntarse ni preocuparse como se cumplieran y sobre todo....¡POR CUANTO TIEMPO!. Tuvimos tiempos "felices" de cuando UN PESO era UN DOLAR y......¡SE CREYÓ EN SERIO QUE ESO ERA ASI y así terminamos, como en Guyana con Jim Jones.! Por otra parte ARGENTINA no es el centro del mundo y peor aún, al mundo no le importa UN BLEDO lo que le pase a Argentina, por mas adulones internacionales haya. Es por ello que otra vez estamos ante la ESTUPIDEZ MEZQUINA de que los MISMOS QUE FRACASARON DURANTE LAS ULTIMAS DECADAS y ahora se solazan con el FRACASO de los que gobiernan, como si fueran EXTRANJEROS a expulsar. ¿Cómo puede ser considerado SERIO Y RESPONSABLE un país con una dirigencia TAN PERO TAN MEDIOCRE?
Piratin, Gary se muda a Guyana???