La puesta en valor que hizo el presidente Mauricio Macri de la administración política de su Gobierno parece estar dando los primeros resultados en la discusión parlamentaria sobre las tarifas, que logró empiojar.

Cuando el proyecto del peronismo para retrotraer las tarifas a noviembre y limitar los aumentos parecía ir directo a convertirse en ley en el Senado, Cambiemos le hizo una fisura al Bloque Justicialista de Miguel Pichetto y puso sobre la mesa una iniciativa con la que se anima a pulsear.

El justicialismo se ve en un aprieto con la baja de los senadores Rodolfo Urtubey (Salta), Guillermo Snopek (Jujuy), Carlos "Camau" Espínola (Corrientes) y Dalmacio Mera (Catamarca), quienes anticiparon que no acompañarán al resto del justicialismo en la votación del proyecto.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, reincorporado por Macri a la mesa política del Gobierno, tuvo bastante que ver en esa inesperada mini rebelión en la bancada de Pichetto, confiaron fuentes del peronismo a la agencia Noticias Argentinas.

Gracias a eso, si las negociaciones que se abrirán el lunes no cambian el escenario, la votación en la sesión del miércoles podría ser muy pareja y el oficialismo tiene margen para, incluso, rechazar el proyecto del peronismo y aprobar el propio, con lo que le evitaría a Macri el costo de recurrir al veto.

Esos cuatro díscolos no dijeron que votarán con Cambiemos, pero sí que pedirán, como condición para apoyar el proyecto del peronismo, que se incorpore allí la rebaja del IVA que propuso el oficialismo en su propia iniciativa.

A través de Frigerio, el Gobierno tendió además nuevos puentes con los gobernadores y revitalizó el diálogo que se había enfriado en los últimos meses, lo que siembra dudas sobre la postura que tomarán las dos senadoras que responden directamente al santiagueño Gerardo Zamora.

El misionero Maurice Closs, al frente de un bloque provincial que comparte con Magdalena Solari, adelantó días atrás a NA que no acompañaría el proyecto del justicialismo, pero no definió si votará en contra, se abstendrá o se ausentará.

Las bajas, las dudas, las posibles abstenciones y eventuales ausencias, todo juega a favor del oficialismo en la primera pulseada real que tiene con la bancada de Pichetto.

El factor Urtubey

La opción de rebajar el IVA en las facturas de los servicios, idea central del proyecto de cambiemos, fue acercada por el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que por razones hasta ahora confusas descolocó al justicialismo parlamentario, "los propios".

Ese beneficio estaba plasmado en el proyecto original que diseñó el Bloque Justicialista de diputados encabezado por el salteño Pablo Kosiner, hombre de Urtubey, junto a Pichetto, pero fue eliminada durante el debate en la Cámara baja por pedido de los gobernadores.

Por lo tanto, la propuesta inicial de la oposición terminó convirtiéndose en una llave que Urtubey le entregó al oficialismo para envalentonarse y advertir que las tarifas solo bajarán si se aprueba su proyecto, porque el del peronismo será vetado.

Sobre esa idea machacan el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el jefe del interbloque Cambiemos, Luis Naidenoff, para profundizar la desorientación en las filas del justicialismo.

Urtubey no solo descolocó con su propuesta a la bancada de Kosiner -expectante frente al giro de la trama en el Senado- sino que también ayudó a que cuatro senadores de las filas de Pichetto se desmarcaran públicamente de su jefe de bloque.

El senador Urtubey es hermano del gobernador de Salta y el catamarqueño Mera es su primo, en tanto que Espínola y Snopek, que no tienen líder territorial, parecen haberlo elegido como líder político, según elucubran en el justicialismo.

Ante ese desorden del peronismo, Cambiemos parece haber conseguido algo de aire en el Congreso.