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Cristina versus Macri: final de juego

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El dilema del prisionero
El dilema del prisionero

La Argentina se balancea frente al abismo, a un paso de la disolución definitiva. Pareciera que muchos aún se resisten a darse cuenta de que estamos a pocos meses de la posibilidad, cada vez más cierta, de que el país caiga definitivamente en la grieta que unos cavaron y otros mantuvieron y profundizaron. Los peñascos ruedan ante nuestro paso despreocupado y caen sin que lleguemos a percibir, siquiera, la proximidad y la profundidad del acantilado.

 

Pese a la gravedad de la hora, impera una visión lúdica que pretende confundir el ajedrez con la guerra real, los peones sacrificados con los muertos de carne y hueso, los alfiles tomados del rival con los presos de verdad y las torres de baquelita con las propiedades escriturables.

Jaime Durán Barba puede ser un buen ajedrecista. Pero está claro que nunca estuvo en la guerra. Al otro lado del tablero tiene un contendiente al que también le gustan los juegos de ingenio: Guillermo Moreno.

Moreno le propuso un juego a Alessandra Minnicelli: el dilema del prisionero. El dilema del prisionero es un problema básico de la teoría de los juegos que se aplica en el campo de la psicología, la lógica y la sociología. Es un interesante modelo teórico de imposible traslación a la justicia real. Es un juego de ingenio que nos muestra la enorme distancia que hay entre jugar a los presos e ir preso de verdad.

La diferencia entre Moreno y Minnicelli es semejante a la de Durán Barba con Macri: mientras uno juega, la otra padece la cárcel real de su esposo y, en tanto que el ecuatoriano despliega fichas, Macri intenta ver cómo sería su futuro si perdiera las elecciones.

Quien acaba de darse cuenta del peligro que significa confundir el juego con la realidad es Lilita Carrió: “Si ella gana, voy presa”, dijo. No estará sola. Sería el destino de varios miles, tal como sucede hoy en Venezuela.

La Argentina puede extinguirse en octubre. Y no es un juego como sugieren Durán Barba y Guillermo Moreno. Sobran las advertencias: “Si Cristina Kirchner va presa correrán ríos de sangre”, dijo Gregorio Dalbón, abogado de la ex presidenta. Semejante amenaza ya había sido proferida por Fernando Esteche en 2016: “Si a un juez se le ocurriera detener a Cristina Kirchner, podría aparecer muerto”. “A Macri habría que fusilarlo en Plaza de Mayo”, propuso Luis D’ Elía. “Basta de ser democráticos para ser buenitos. Yo me cago en los buenos, no soy buena”, arengó Hebe de Bonafini.

No es un juego de mesa. El tablero es el país y los peones de Durán Barba somos todos nosotros. Si volviera al gobierno Cristina Kirchner habría persecuciones reales y se produciría el cierre o la intervención de los medios de comunicación. No se trata de una conjetura; es exactamente lo que están anunciando los principales referentes de ese espacio. Es el paisaje actual de Venezuela, régimen que, junto con el cubano, constituyen el Norte de Cristina Kirchner quien acaba de regresar de La Habana.

Recientemente, varios dirigentes de aquella secta anunciaron que tomarán todas las medidas para establecer un régimen semejante al de Maduro. Tal como hiciera Chávez en su momento, Cristina Kirchner anunció que, de volver al poder, propiciaría una reforma de la Constitución para perpetuarse.

El intendente de San Antonio de Areco Francisco Durañona explicó cuál es el plan para asaltar el Poder Judicial: “Los miembros de la Corte tienen que ser militantes nuestros” para avanzar en “la reforma a la ley de medios y la reforma judicial”.

Mientras esto sucede en la realidad, Durán Barba y Moreno se entretienen plácidamente en el tablero. Parece que se estuvieran peleando, pero en realidad se divierten mientras juegan a la polarización: “Durán Barba viene escribiendo que en el siglo XX terminaron con las religiones politeístas y ahora en el XXI van a terminar con las monoteístas”, dijo Moreno. Que Durán Barba, que no pudo ni siquiera salir airoso de la mesa de Mirtha, pueda terminar con la religión monoteísta sólo se dice en un juego. Incluso la simpatía que declaró el ecuatoriano por Hitler (“¡Hitler era un tipo espectacular! ¡Era muy importante en el mundo!”) no se aleja de las recientes expresiones de Moreno. Inspirado en el antisemitismo más precario, aquel que pretende igualar a “los judíos” con la figura de Judas, y que se sintetiza en la frase: “Los judíos entregaron a Jesús por unas monedas”, Moreno eligió deliberadamente esa desafortunada frase para acusar al empresario Eduardo Elsztain de apoyar a Mauricio Macri “por algunas monedas”. Curioso rodeo para atacar a la colectividad judía, no sólo de la Argentina. Elsztain es vicepresidente del Congreso Judío Mundial. Juegos de espejo entre Durán Barba y Guillermo Moreno.

La conversación entre Moreno y Minnicelli no sólo tocó el tópico del dilema del prisionero, sino que recordó otros juegos de los ’70 que terminaron en tragedias reales. Como en los viejos tiempos de los enfrentamientos entra la Triple A y Montoneros, Moreno atacó a sus socios kirchneristas de izquierda, identificando a la propia Cristina Kirchner con ese sector. Moreno le hizo ver a Minnicelli que “la que dividió la elección en la provincia de Buenos Aires fue Cristina” (…) “mientras convoque Nuevo Encuentro y todas esas estupideces” no se podrá lograr la unidad del peronismo. Derechas contra izquierdas, igual que aquél juego de espías de los setentas.

Y como finalmente se trata de un juego, la verdad no importa; todo es una simulación. “Que no canten”, “Que los muchachos no digan cosas improcedentes”. “No importa la verdad. Es el primero que habla, que es lo que está usando Bonadio” (…) “Es como el dilema del prisionero”, le dijo Moreno a la mujer que tiene su marido preso, mientras su interlocutor no ve peligrar su libertad. El juego contra la realidad.

Las noticias que llegan de Brasil son inquietantes para los políticos argentinos. El ex presidente Michel Temer acaba de ser condenado. Lula tiene ya tiene con quien jugar al dilema del prisionero. Mientras Macri mira la sucesión de presidentes presos en Brasil, Durán Barba le pasa una mano sobre el hombro y lo tranquiliza: “Es un juego, es sólo un juego”.

 
 

21 comentarios Dejá tu comentario

  1. El peronismo en todas sus variantes es pasado, decadencia, narcotrafico, corrupción, suciedad, cucarachas, ignorancia , hambre y muerte. No vamos a volver al pasado.

  2. delirante federico Andahazi, dice que si gana Cristina van a perseguir a la oposicion y a los medios cuando eso es exactamente lo que hizo cambiemos, realmente cuesta creer que una persona inteligente sea tan burro en lo que a politica se refiere

  3. Stornelli no se presenta- No se presento- etc-etc- Que esta en desacato. Y que de la doña Bonafini que fue citada y no solo no se presento sino que puteo a fiscales y jueces y nunca siquiera le paso nada? ni un solo comentario mas, ni una sola reprimenda mas. Ella hace lo que quiere. Por lo que se ve aca, la justicia tiene gente con coronitas y otras con baldes de yeso. Segun sean del lado de la grieta que sean. No tenemos justicia y aca mandan? los de la droga. Y nadie mas.

  4. En la Justicia argentina manda eso de: BILLETERA MATA JUEZ!!!!! Hasta que el Parlamento no se de cuenta que el ispa debe ser una República, para vivir en armonía, desarrollo y justicia. Seguiremos de grieta en grieta y sin rumbo alguno, seremos siempre así carnada de los poderosos de turno ($$.$$$.$$$).

  5. Gonzalo no se moleste en nombrarme, yo no lo registro. No me responda porque no me interesa su opinión sobre mi persona ni de ninguna cosa. No existe.

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