De pronto, el rumor inundó el extenso mar de las redes sociales. Consecuentemente, corrió como reguero de pólvora.
El mensaje que se viralizó es escueto y directo: “Florencia Kirchner estaría desde hace una semana residiendo en Fischer Island-Miami-Florida. De allí los halagos de CFK a Trump para el cuidado de su hija”.
En buen romance, lo que se sostiene es que la hija de Cristina ya no estaría en Cuba y habría fugado su humanidad a Estados Unidos.
Para sostenerlo, han viralizado un audio, de una mujer que dice que una amiga le contó que tomó un UBER en Miami, que terminó llegando a una mansión en la que viviría Florencia K. Nada más ridículo… ni más absurdo.
Como en toda leyenda urbana, aparece una “amiga de una amiga” y hay total ausencia de detalles. No se sabe quién es el chofer, ni dónde queda ubicada la supuesta residencia de la hija de Cristina: Ni nada de nada.
Por otro lado, no tiene sentido alguno que Florencia deje Cuba, un país donde puede moverse con total tranquilidad y en el cual no existe convenio de extradición con Argentina.
Ni hablar del hecho de que en Miami abundan los argentinos que van a pasear, en todo momento del año.
Entonces, se insiste… ¿qué tan creíble puede ser una historia semejante, carente del más mínimo elemento de prueba? ¿Cuán cierta puede ser una versión que contradice el más mínimo sentido común?
Ciertamente, todo indica que se trata de una versión descabellada, aquello que muchos denominan “hoax”. Solo eso.
Ergo, lo mejor que puede hacerse es no viralizarlo más. De lo contrario, se estará aportando a la desinformación general.
@edufeiok Florencia K vive en una mansión en Miami https://t.co/dRbRyZvqvy
— Julio Hermaling (@jehermaling) 16 de mayo de 2019