En Nikko, Japón, existe una famosa escultura en madera de tres monos sabios, uno se tapa los oídos, otro los ojos y el tercero la boca. No escucha, no ve, no habla. Están en la puerta de entrada de las caballerizas sagradas del Templo Toshogu, desde 1636. Son mundialmente conocidos y Alberto Fernández, los copia.
Alberto, que sí es abogado, además es profesor de derecho penal en la facultad de derecho de la UBA desde hace 35 años. No puede alegar ignorar las leyes penales, ni los delitos tipificados en el Código Penal. Aún así, insiste en la inocencia de la ex presidente Cristina Fernández y ahora le suma la inocencia de Lula da Silva.
Pero no se pueden comparar las acusaciones hechas a CFK, que no dejó delito económico por cometer, con el triplex en Guaruia que es el que lleva a la cárcel a Lula. Es comparar un muy buen departamento comprado con dinero mal habido, con el hecho de haber asolado un país como si hubiera sido una fuerza de ocupación.
El Dr. Alberto Fernández trabajó para varios gobiernos de políticas muy diferentes. Con Alfonsín fue Subdirector General de Políticas Jurídicas del Ministerio de Economía (Juan Sourrouille ministro) 1985-1989. Con Menem fue Superintendente de Seguros (Domingo Cavallo, ministro) 1989-1995. Fue Vicepresidente del Grupo Bapro gerenciador del Banco Provincia (Eduardo Duhalde gobernador) 1997-2000.
Fue electo legislador en CABA por el partido Acción por la República (Domingo Cavallo) 2000-2003. Fue jefe de campaña de Néstor Kirchner en 2003. Jefe de Gabinete de Néstor desde el 25/5/2003 hasta el 10/12/2007. Jefe de Gabinete de Cristina entre el 10/12/2007 y el 23/7/2008. Duró 7 meses y 2 semanas.
En 2012 fundó su propio partido, el Partido del Trabajo y la Equidad. En 2013 se pasó al Frente Renovador. En 2015 fue el jefe de campaña de Sergio Massa para la presidencia. En el 2017 fue el jefe de campaña de Florencio Randazzo a senador por el Frente Justicialista Cumplir. En 2019, precandidato a presidente con Cristina.
El Dr. Alberto Fernández es políticamente… ecuménico. Tiene amplitud de miras. Es contradictorio en sus dichos, criticó de forma feroz a Cristina Fernández cuando dejó la jefatura de gabinete y hoy jura que jamás la abandonará. Ella lo nombró candidato a presidente. El Dr. es agradecido, inteligente, astuto y trabajador.
Ha publicado varios libros, todos ellos sobre derecho penal y dicen que es un buen profesor, sus alumnos lo admiran. La pregunta es, ¿cómo consiguió a lo largo de su vida (60 años) trabajar para personas con ideas tan diferentes? Muy simple, copiando a los monos sabios de Nikko, no escuchó, no vio, no habló. Nunca. Nada.
En 5 largos años con los Kirchner, con su querido amigo Néstor y su no tan querida Cristina, ¿nunca escuchó nada sobre los bolsos con euros y dólares que iban y venían entre Buenos Aires y Río Gallegos? ¿Nunca vio los bolsos que todos los del círculo rojo al que pertenecía, veían y manipulaban? ¿Nunca, nada? Curioso.
Alessandra Minicelli, mujer de Julio De Vido envió un tuit el día que empezó el juicio llamado “Vialidad”, donde su marido, José López, Cristina y otros, son juzgados. En el tuit aclaraba que en todos los contratos de obra pública firmados por De Vido, ministro y López, secretario, estaba la firma de Alberto Fernández.
Pero Alberto no escuchó, no vio y no denunció nada raro. Todo estaba bien, todo era claro y transparente. Las obras las ganaban en licitaciones limpias, constructores con experiencia…como Lázaro Báez. Nunca comprobó que la mayoría de las obras o no se hacían o no se terminaban, pero siempre se pagaban.
Nunca, nada. Es difícil de creer que un hombre inteligente no haya detectado nada. Si no es cierto y sabía del despojo organizado por el kirchnerismo y decidió no escuchar, no ver y no hablar, su moral deja mucho que desear. No serviría como presidente. Y si no escuchó, no vio y no habló, de buena fe, no serviría como presidente. Alguien que no escucha, ni ve manadas de elefantes que pasan delante de él, sería una desgracia como presidente.
Es obvio que Cristina lo eligió como candidato a la presidencia, presidencia que de ganar ejercería ella, porque el Dr. Alberto Fernández es un buen abogad penalista, que le serviría para evitar que ella y sus hijos vayan a prisión. Lo que está en juego para CFK es la libertad, la de ella y su familia directa. Lo demás no importa.
Y para la Argentina, lo que está en juego es la Republica. La República de la Constitución Nacional de 1853, la división de poderes y el federalismo. La del Dr. Alberto Fernández, defensor de ex presidentes acusados de delitos económicos, es una república sin mayúsculas, una república popular el estilo de Venezuela.
Dicen que el origen de los monos sabios podría basarse en una *analecta de Confucio: “No escuches lo que sea contrario al decoro, no mires lo que sea contrario al decoro, no hables de lo que sea contrario al decoro”. El Dr Alberto Fernández no habrá escuchado, ni visto, ni hablado, ¿por decoro? Imposible de creer.
*Analecta: colección de extractos de una obra literaria.