Natacha Jaitt era mi amiga. Podría calificarla de mil maneras, pero la más fiel a lo que siento es esa. Era mi amiga.
Tenía aciertos y errores, desde ya, como todos los tenemos. Pero su valentía y honestidad estaba fuera de discusión.
Se animó como nadie a enfrentar a esos personajes poderosos que nadie jamás se anima a confrontar. Y se metió en temas que aún hoy, en pleno Siglo 21, siguen siendo tabú.
Uno de ellos, el más espinoso, el abuso de menores. “Con los chicos no”, solía decirme en nuestras breves conversaciones. Era su límite. Su lucha personal.
En su momento, dí a conocer algunos de nuestros chats, pero no son los más relevantes. Algún día los haré públicos. Será en el momento oportuno.
Como sea, este jueves 23 de enero se cumple un año de la muerte de Natacha y me pareció oportuno recordarla, al menos brevemente.
Por eso, me comuniqué con su hija, Antonella Olivera Jaitt, para preguntarle qué sentía en esta fecha. Algo ya había escrito en su cuenta de Twitter: “Llega el 23 y cada vez que ese día se acerca yo caigo en picada, todavía no logro entender: ¿Cómo puede ser que no te vuelva a ver, que de la nada se pasará casi un año y no sepa nada de vos, como si hubieras…?”.
Le comenté que, en lo personal, creía que había muerto naturalmente, y le pregunté cuál era su opinión. No dudó: “Sí, creo profundamente que la muerte de mi mamá fue por asesinato! Ella vivía con miedo, en sus redes expresaba su preocupación ante las amenazas que recibía”, me dijo.
Y añadió al mismo respecto: “Hasta ahora nadie me demostró con argumentos válidos que fue muerte natural! Hablaron que su corazón estaba mal, cuando nosotros presentamos documentos e historiales médicos que ella estaba bien!. Hablamos con profesionales de todo tipo y todos nos dicen lo mismo! Ella estaba bien!”.
¿Qué decirle a Antonella ante tanto dolor? ¿Qué importa lo que yo crea o lo que ella crea, si finalmente se quedó sin madre, de un día para otro?
Si la tuviera frente a mí, solo la abrazaría. En silencio, sin emitir el más mínimo sonido. Porque, ¿qué decir ante una situación semejante? ¿Qué podría aliviarla?
Ante la distancia, solo me resta darle un abrazo en la lejanía. Agradeciéndole la gentileza de haberme atendido, ante mi inquietud periodística.
Ojalá algún día encuentre las respuestas a todas sus preguntas. No es poco.
Se dijeron muchas cosas hasta que fue de los servicios.Pero ella tomo relevancia cuando en el programa de mirta culpo a muchos y hasta a un invitado de ser violador de menores.No se como era en la vida privada,pero esas denuncias se hubieran hecho en la justicia y no en un programa de TV.Quiza alcanzo la acusacion a alguien mas grande.Lo que me llama la atencion es que la comunidad judia no dijo ni dice nada,no lo toman como antisemitismo.Por eso pareceria que fue un asesinato por alguien que tenia mucho poder.
PARA MI FUE SUICIDIO
Se le encontro mucha droga en sangre. Ella no podia seguir consumiendola, se lo habia prohibido el medico y ella prometio a su hija no hacerlo. Pero el diablo sabe por diablo. Hay muchas posibles maneras de endrogar a una persona, poco a poco hasta que pierde conciencia de lo que hace. Muchos amigos no tenia y comprometia a mucha gente si seguia hablando. El destino, la vida, las circunstancias y el misterio que aun ronda su muerte, al fin lo consiguio. Que fuera todo silencio. Hoy el mismo silencio es desvastador. Cunde por todos lados la agresion masiva, la locura y el deseo de pelear y matar. La borrachera por todos lados, el descontrol, donde una sociedad desordenada y poseida, no se contiene, ni sabe de limites ni mucho menos de algun tipo de orden civil Lastima las iglesias ya no puedan contener a una juventud llena de vapores de alcohol y muchos vicios. Donde padres ausentes no se preocupen por lo que hacen sus hijos, y donde las familias son muchas veces el centro del descalabro moral. Para frutilla del postre ahora se vienen con que hay que desarmar a los policias y a la autoridad toda. Chapeau, doña Frederic. Ojala nunca se tope con algun desenfrenado que le guste reventar a todo lo que camine a golpes.