El 23 de febrero de 2019, una noticia conmocionó a propios y ajenos: Natacha Jaitt apareció muerta en extrañas circunstancias, en el marco de una supuesta fiesta privada.
Poco antes había hecho una serie de señalamientos de alto calibre referidos a una trama de pedofilia que involucraba a referentes de la política, el empresariado y el periodismo vernáculo.
Quien escribe estas líneas conoció de primera mano la historia, ya que era amigo de Jaitt y solía chatear con ella, en público y en privado.
Como sea, luego de su repentino deceso, los interrogantes comenzaron a correr como reguero de pólvora: ¿Se murió o la mataron? Si la asesinaron, ¿por qué lo hicieron? Y más aún: ¿Quién lo hizo?
Uno de los puntos que llama a la desconfianza es aquel que refiere a la tablet de Jaitt, que nunca se llegó a desbloquear por completo. Por lo pronto, se recuperaron unas 20 mil imágenes y 370 videos, pero nada de relevancia aún.
“Primero, cuando se intentó desbloquear, fue policía de la Ciudad que no pudo, y cuando no podían —porque “no podían”, esa era la respuesta—salieron con una mentira, que era que había que mandarla a Brasil y que salía 25 mil dólares hacerlo. Encima nos dijeron que la Procuración no tenía el dinero para mandarla a ese país. Pero luego quedaron expuestos”, contó a Tribuna de Periodistas Ulises Jaitt, hermano de Natacha.
-¿Cuándo y por qué quedaron expuestos?
-Fue en la causa por la muerte de Fernando Báez Sosa, cuando desbloquean el celular de los rugbiers, que tiene el sistema operativo Apple. Es el mismo sistema operativo que la tablet de Natacha. Nosotros hicimos una presentación exigiendo que la desbloquee Policía Federal, que fueron los que desbloquearon los celulares de los rugbiers y nos mandan a la policía de la Provincia de Buenos Aires. Eran los mismos que la intentaron desbloquear hace poco en dos intentos, una semana no pudieron, la otra tampoco y al cuarto intento, que fue esta última, que fue Gendarmería Nacional junto a esta empresa israelí que se llama Celebrate Inc, ahora sí pudieron.
-La pregunta es…
-La pregunta es por qué demoraron un año y por qué en la causa Báez Sosa los desbloquearon rápido y gratis, y a nosotros nos habían mentido, ¿Qué, de repente ahora no había que mandarlo a Brasil y no salía 25 mil USD? Entonces obviamente había una estrategia de parar la causa, congelarla para darle un beneficio a cierta gente, ese fue el objetivo de parar la causa un año.
-¿Vos pensás que se pudo haber perdido alguna información que había en la tablet? ¿Creés que se podrá recuperar todo lo que había ahí?
-No tengo ni idea, imaginate que tuvieron ellos la tablet un año entero, yo no tengo ni idea de lo que hicieron, si la manipularon o no. Yo supongo que se encontraron con algo y dijeron “Bueno, ¿qué hacemos con esto? ¿Cómo lo vamos a manejar?”. Fue muy manoseada la tablet, que policía de Ciudad, que policía de la Provincia… hasta que la desbloquean de verdad, la tendrían que haber desbloqueado la semana que falleció Natacha. Encima están todos los testigos sueltos, a ninguno le adjudicaron ningún delito, porque cuando vas y le decís: “Escuchame, el delito este lo cometió tal, tal y tal”, te decían: “No, porque la primera medida es sobre la Tablet”. No daban lugar a otra cosa. Con esta estrategia, pateó un año a los delitos que cometieron estos tipos. Es muy clara la lectura, muy clara.
-¿Vos tenés alguna sospecha en particular, de algún sector en concreto?
-No, no tengo ni idea, imaginate que Natacha atacaba a tanta gente que vos no sabés de dónde viene, lo único que yo sé, y no es sospechar de nada, es que a un tipo que se llama Gonzalo Rigoni que con Natacha fallecida se llena la botella con dos copas para descartarlas antes de que llegue la policía, y ahí está el punto, esto está en el detalle de las cámaras, está en el material fílmico.
Ulises no lo dirá, pero sus sospechas son claras: se detectó en la autopsia que Natacha tenía cocaína en el estómago. Ergo, es probable que le hayan puesto esa droga en la bebida, independientemente de su consumo por nariz.
Más allá de lo que haya ocurrido con ella, es cierto lo que dice su hermano: nadie jamás le ha pedido explicaciones a Rigoni por lo ocurrido. Ni la justicia, ni los medios. Si a ello se suma el episodio de la tablet, todo se vuelve más espeso.
Queda mucho por investigar. Y se hará, ciertamente.