Los medios cada vez están más chotos, calcados entre sí, publicando información que no le importa a nadie. Gacetillas, propaganda de funcionarios públicos, y otras cosas insustanciales.

Incluso replican fake news de toda índole, dando por ciertas cuestiones que no lo son. Ni siquiera se toman el trabajo de chequear lo que ponen en sus páginas.

El periodismo real va muriendo. Ni hablar del periodismo independiente y honesto. Eso ya es una quimera inalcanzable.

Por eso, hacemos lo que nadie hace: contamos lo que los demás no se animan. O no saben cómo hacerlo. Lo hacemos hace 17 años. O antes, porque en 2001 ya hacíamos Tribuna de Periodistas en versión “papel”. Luego, nos convertimos al mundo digital.

Siempre fuimos unos pocos, pero los mejores. Casi todos periodistas de investigación. Por eso podemos hacer lo que hacemos.

Hurgamos en documentos, boletines oficiales, resoluciones, fallos judiciales, etc... Siempre yendo un paso más allá.

Como dice siempre el director de este portal, Christian Sanz, todos cuentan el “qué” y nosotros el “cómo” y “por qué”.

Pero no solo hacemos eso: también refutamos pseudociencias y fake news que los grandes medios se encargan de difundir cada día.

Trabajamos incansablemente, las 24 horas del día, porque la información no descansa. Hoy domingo, por ejemplo, he respondido ya más de 30 mensajes de Whatsapp y Telegram, casi todos referidos a presuntas falsas noticias (algunas lo eran y otras no).

Sin mencionar los mails y comunicaciones por otras vías. Porque, como ustedes saben, tenemos mayor presencia en redes sociales que cualquier medio argentino. Y somos los que más notas de autor publicamos. Y mucho más. Tenemos récords por doquier.

Es bueno recordarlo en momentos en los cuales el gobierno argentino intenta avanzar sobre los medios críticos, aquellos que contamos la trama oculta del poder.

Los K ya lo han intentado antes, pero ahora ha creado una herramienta que parece más efectiva que los anteriores intentos: un “observatorio” llamado Nodio.

Desde allí piensan “monitorear” y “sancionar” a los medios, lo mismo que hacen gobierno totalitarios como el de Venezuela.

Se vienen tiempos complicados, lo sabemos. Y seguramente volverán los ataques que supimos sufrir en el pasado, a través de 678 y otros programas. O las cartas documento y/o juicios.

Pero acá estamos, dispuestos a “resistir con aguante”. Es lo que amerita en estas horas cruciales del país. Ni más, ni menos.