Este lunes, hubo sorpresa y bronca en varios países del mundo por la difusión de que casi 200 periodistas, 600 dirigentes y militantes de derechos humanos y empresarios fueron espiados a través del programa informático Pegasus, creado por una empresa israelí.
Instalado en un teléfono móvil, el programa permite recuperar mensajes de texto, fotografías, contactos y hasta escuchar conversaciones de su propietario, y la investigación periodística publicada por 17 medios de todo el mundo detectó 50.000 números seleccionados por clientes de la empresa israelí NSO, desde 2016.
El trabajo está basado en una lista que lograron el colectivo de periodistas France Forbidden Stories (Historias prohibidas) y Amnistía Internacional.
En la Argentina la tecnología fue adquirida por el gobierno de Mauricio Macri en 2017 y se presume que fue utilizada por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) a efectos de llevar adelante un “seguimiento” de puntuales periodistas.
La revelación fue hecha entonces por quien escribe estas líneas, sobre la base de la información de tres fuentes de información: un agente de la AFI, un funcionario de alto rango del Ministerio de Seguridad y director de la Cancillería argentina.
Ello derivó, en junio de 2020, en un pedido de explicaciones por parte del juez Federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien derivó sendos oficios a la Agencia de Inteligencia y a la cartera de Seguridad, comandada entonces por Patricia Bullrich.
Puntualmente, el magistado pidió que se informe si a partir del 10 de diciembre de 2015 la AFI o el ministerio de Seguridad adquirieron “equipamiento para interceptar comunicaciones electrónicas” y que “en caso positivo”, se especifique “si se han expedido certificaciones de usuarios habilitados para su uso”.
En esos mismos días, el magistrado investigaba el hallazgo de un disco rígido en la AFI, en el cual se habían encontrado los supuestos rastros de e-mails interceptados de dirigentes políticos y periodistas. Entre estos últimos aparecía este mismo cronista, quien había revelado una off shore desconocida de Macri llamada Kagemusha.
Volviendo a la cuestión del Pegasus, oportunamente “fue adquirido en septiembre de 2017, en el marco de la visita al país del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Entonces se dijo que este último había venido en el marco de acuerdos y negocios en el área de Seguridad y Defensa”.
jajajaj, hecha por quién escribe. Viven haciendo chapa.
Y que esperaban de Macri? Y todo lo que se sabe ahora de espionaje ilegal, que para colmo pasó a Comodoro Pro , donde dormirán la causa.- Chocolate por la noticia.-
Los israelíes no "le vendieron" el software Pegasus al Mauri Macri, se lo impusieron porque es un caballo de Troya para podernos espiar a gusto. Ellos tienen con nosotros un intríngulis que para ellos es de capital importancia, que es el encubrimiento de los 2 bombazos en Baires para mantener la FALACIA de que fueron sus enemigos Hezbollah e Irán, quienes nos los metieron, y evitar que ante el disparate que es sólo pensar que estos irían a perpetrar semejantes agresiones a un país que entonces, especialmente Irán, era el más estrecho amigo que tenían en la región y en el mundo talvez entonces, se empiece a sospechar que los verdaderos perpetradores fueron un conturbernio entre ellos y sus "protectores" yankis. El grado del cooptamiento del Mossad y la CIA de "nuestra" AFI/SIDE es completa, y eso explica que 29 años después "nuestra" (in)justicia flan SIN LA MÍNIMA PRUEBA siga acusando a persas y libaneses por esos 2 bombazos.