El presidente Alberto Fernández conocía y aprobó los listados que la Presidencia de la Nación entregó a los periodistas y organizaciones de la sociedad civil que pidieron la información de los participantes de las fiestas privadas y clandestinas que se celebraron en la residencia presidencial de Olivos en plena cuarentena por la pandemia de Covid 19. Y ordenó entregarlos sin imaginar la gravedad institucional que tenían.
La vicepresidenta Cristina Kirchner le aconsejó públicamente ayer martes 17 de agosto al primer mandatario, en un acto en la Isla Maciel, que “ponga orden donde haya que poner” y embistió contra la oposición, en medio de un discurso de campaña con miras a las PASO del 12 de septiembre próximo.
En la Casa Rosada aseguraban este miércoles que el Instituto Patria está presionando muy fuerte para que el Presidente disponga la renuncia del jefe de la Casa Militar, el coronel de Caballería Alejandro Guglielmi, y del vocero presidencial, Juan Pablo Biondi.
Pero también aseguraron que Alberto Fernández no los removerá, al menos por ahora. Es posible que evalúe cambios en su equipo pero luego de las elecciones generales del 14 de noviembre. Cuando la secretaría general de la Presidencia, que conduce Julio Vitobello, recibió los pedidos de acceso a la información de periodistas y ONGs, la Casa Militar aportó las planillas en cuestión.
Esos listados fueron revisados por Vitobello y por el propio Presidente. Y en su momento Alberto Fernández ordenó que se entreguen los pedidos tal cual estaban conformados. No podía hacer otra cosa porque está obligado por la Ley de Acceso a la Información y no consideró que fuera tan grave.
“Si se hacen los cambios serán después de las elecciones y según el resultado electoral. Serán parte de la nueva etapa de su mandato: si gana, será para fortalecer el Gobierno; si pierde, para echar lastre y retomar la iniciativa”, dijo a La Nueva República un funcionario interiorizado en la vida presidencial.
También, otros aseguran que el kirchnerismo duro culpa al secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. Pero el Presidente no se desprenderá de Vitobello porque es un funcionario de máxima confianza y porque, según aseguran, el visto bueno de la difusión de los listados fue del propio Presidente, que por otra parte estaba obligado por ley a suministrarlos en virtud de la Ley de Acceso a la Información.
Esa ley fue sancionada por unanimidad en el Congreso durante el gobierno de Mauricio Macri y la impulsora fue la ex subsecretaria de Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia Marina Carbajal, que falleció en 2018 por una grave enfermedad. Tenía también el apoyo del entonces ministro del Interior Rogelio Frigerio y del ex secretario de Asuntos Políticos Adrian Perez.
En el entorno del Presidente aseguran que “tanto Vitobello como Guglielmi como Biondi no podían hacer más de lo que hicieron, todos los procedimientos fueron normales”. En realidad, el problema fue del propio Alberto Fernández que debería haber previsto que esa reunión social estaba prohibida por su propio DNU que disponía el aislamiento social preventivo y obligatorio.
Las fiestas de cumpleaños del jefe del Estado y de la primera dama Fabiola Yañez que se celebraron el 2 de abril y el 14 de julio de 2020 implicaron una reunión social que se contradecía abiertamente con la prohibición fijada por el Presidente e incumplía el aislamiento previsto en sus propios decretos.
“El Instituto Patria quiere ver sangre y rodar cabezas. Van por Guglielmi y por Biondi. Tal vez por Vitobello, pero el Presidente ya comunicó que sostendrá a los tres”, dijeron el Balcarce 50. “Alberto Fernández vio todas las planillas pero no podía hacer nada y nadie imaginó la magnitud del escándalo que se armaría por la difusión de esa información”, dicen en la Casa Rosada.
En rigor, Cristina Kirchner está descontenta con el funcionamiento general del Gobierno, que no resuelve los temas pendientes, y considera que la difusión de las fotos forma parte del cuadro general de ese funcionamiento. Según trasciende de las filas del Instituto Patria, la ex presidenta considera que el Presidente no cumplió en general con las expectativas originales que ella tenía de su ex jefe de Gabinete.
“Ella considera que Alberto es el problema. Debería ordenarse a sí mismo. Pero como no puede, tiene que hacerle pagar el pato a funcionarios de segunda línea. Y Alberto esperará el resultado de las elecciones. Si es desfavorable, los cambios serán para relanzar su gobierno y serán cambios para reaccionar y retomar la iniciativa. Si es un resultado positivo, tomamos nota de que nos apoyan y hacemos cambios para fortalecer más la gestión”, analizó un funcionario con vinculación con el albertismo y con el kirchnerismo duro.
“Pero no es probable que Alberto les de bola antes de las elecciones”, dijo otro funcionario con llegada al despacho presidencial. Otro funcionario muy ligado al Presidente le puso fecha a los cambios. Serán a fines de noviembre o principios de diciembre próximos.
Desde el kirchnerismo descartan que Cristina Kirchner haya hablado de nombres propios para “poner orden” porque “eso lo tiene que decidir el Presidente”.
La vicepresidenta quiere mostrar ahora una imagen de unidad para no generar un efecto adverso con miras a las PASO, pero luego de las primarias podrían llegar algunos reclamos más fuertes al Presidente. La unidad demostrada en los actos en la Isla Maciel y en La Plata son parte de la necesidad de no agravar las cosas y mostrar una imagen de unidad y una foto del poder cohesionado.
Queremos el listado de los asistentes de la Cámpora que salen en los videos y sobre todo, NOMBRE Y APELLIDO de los 70 ( setenta ) LEGISLADORES OFICIALISTAS que a fin de año festejaron en OLIVOS. Uno por uno.
Si obvio que el títere sabía todo y fue planeado con antelación. Y es obvio que no fue un hecho aislado. Se manejan así siempre, porque son una casta. La oligarquía peronista, viven en puerto madero o como Kristina que vive en Recoleta mientras sus votantes le dan sin pausa a la polenta en el conurbano mirando a todos lados para que no los afanen o se caigan en un pozo lleno de caca en el asfalto.
El listado de visitas a Olivo durante la presidencia de Fernandez no se ocultó, como SI lo hizo Macri, cuando informaba sobre el mismo tema en su gobierno.-