Este domingo se celebró un nuevo Día de la Lealtad peronista, pero las imágenes que quedaron luego de la movilización no son las mejores.
Pudieron observarse actos como la profanación al memorial que recuerda a los fallecidos por coronavirus y los insultos del jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires Martín Insaurralde hacia el ex presidente Mauricio Macri.
Pero lo que más llamó la atención fue, paradójicamente, la falta de peronistas. Los representantes políticos participantes, y sobre todo aquellos que hablaron, responden a La Campora y/o a la vicepresidenta Cristina Fernández.
Hebe de Bonafini, Amado Boudou, Jorge Ferraresi, Victoria Tolosa Paz, Leandro Santoro, Daniel Filmus, Andrés “Cuervo” Larroque, Martín Insaurralde, etcétera.
Dicho sea de paso, sorprendió la ausencia del presidente del Partido Justicialista, que es además el presidente de la Nación, Alberto Fernández. También faltaron gobernadores e históricos peronistas.
Es sabido que el kirchnerismo odia al peronismo, no es nada nuevo. Tampoco se sienten representados por el ex presidente Juan Domingo Perón, sino con el otrora jefe de Estado Héctor Campora, quien en el 73’ llevó adelante el famoso “Devotazo”, liberando presos a mansalva. Eso es lo que representan los “leales”, la izquierda radicalizada.
La portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, aseguró que el presidente nunca había pensado en ir. ¿El presidente del PJ no tenía la intención de asistir a la marcha peronista?
Por otro lado, se vio cómo un par de personas faltaban el respeto, no solo a los 116 mil fallecidos por coronavirus, sino también a sus familiares, arrancando carteles y pisoteando las piedras que tienen como objetivo conmemorar a quienes ya no están.
La indignación se puede observar a través de redes sociales. No es para menos. Después de los escándalos por el vacunatorio vip y el Olivosgate; después de que la propia gente haya reclamado por las piedras que se habían guardado en la Casa Rosada, suceden estos hechos que generan angustia y rabia.
Todo un despropósito, como si ya no importara el otro. Como si se viviera una suerte de ley de la selva. Nada más alejado de la idea de una República.
Tampoco ayudó la entrada de Martín Insaurralde, el ex intendente de Lomas de Zamora, quien apareció en el acto sin barbijo, ni distanciamiento, ni ninguna precaución, insultando a los gritos.
“Macri, compadre, la con*** de tu madre”, se lo podía oír cantar mientras parecía que la pandemia había terminado. En esas condiciones, es imposible que se pueda pedir orden, tranquilidad y conciencia.
Esto rememora a la famosa “cuidadania” que pregonaba el Gobierno mientras que en la Quinta de Olivos se realizaban festejos.
Y el Alberto, feliz. “El Presidente siguió las alternativas del acto y estaba contento; celebra que se haya llevado adelante ese acto”, manifestó Cerruti.
No queda más que pensar que odian. Odian al que no está de su mismo lado, al disidente, al crítico. Odian todo lo que no les favorece y ni siquiera tienen la intención de mínimamente ocultarlo.
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