Esta semana fue bien intensa, con una agenda que viene dominando el Frente de Todos con envidiable precisión. Instalando temas que buscan tapar escándalos de diverso tenor.

Cuando aparece el papelón del iraní que relacionan con el atentado a la AMIA y que saltó de Nicaragua a Rusia, el kirchnerismo salió a plantear los dilemas de las negociaciones con el FMI.

Luego, cuando se vio entrampado en la discusión por aquel acuerdo, porque no avanza un ápice —ni lo hará— los K sacan la cuestión del Fútbol para Todos. Y todos van detrás de la nueva iniciativa. ¿La oposición? Bien gracias.

Desde Juntos por el Cambio se la pasan rosqueando, de reunión en reunión, sacando comunicados que nadie lee, con declaraciones acartonadas, cero coloquiales, que nadie entiende finalmente. Todos parecen perdidos en su propia inoperancia. En buen romance: unos se roban el país y los otros apenas sí se quejan en redes sociales. Impresentables todos.

Entretanto, el Frente de Todos se apresta a avanzar nuevamente contra el Poder Judicial. Lo hará en dos frentes: por un lado, la Corte Suprema; por el otro, el procurador General “interino” de la Nación, Eduardo Casal.

Quien anticipó la movida fue el mismísimo ministro de Justicia, Martín Soria, en una entrevista que le hizo este sábado la agencia de noticias Télam. Allí insistió en la postulación del juez federal Daniel Rafecas como jefe de los fiscales y avanzó contra Casal por ser “completamente irregular” que siga en el cargo.

“Vamos a seguir insistiendo con la necesidad de quitar esta situación totalmente irregular que es tener como jefe de los fiscales a una persona que no fue elegida por el Presidente y una persona que, como todos sabemos, era una de las personas que ingresaba escondida a la Casa Rosada”, definió el siempre polémico funcionario.

Y agregó: “En este año que terminó hemos logrado, en función no sólo de la necesidad de la postulación de Rafecas para la procuración sino también en el entendimiento de que hay que modificar el funcionamiento del Ministerio Público Fiscal, avanzar en la ley que tiene media sanción del Senado”.

Lo que nunca dijo Soria es cómo hará el kirchnerismo para avanzar en tal sentido. No es un dato menor. Porque los K carecen de originalidad en sus metodologías de trabajo. Lo usual no suele ser el diálogo y la negociación, sino el apriete y el escrache. ¿Es lo que vendrá?

Es probable, porque justamente eso es lo que impulsan puntuales referente K contra los jueces de la Corte Suprema de la Nación, con Luis D’Elía a la cabeza, quien jamás hace nada gratis.

Es bien cierto que el gobierno no ha convocado a aquella marcha, pero también es real que no ha hecho nada para desactivarla, ni tampoco ha decidido condenar la polémica movida. Que no carece de gravedad. Porque se trata de un poder que se entromete en otro que debe ser independiente.

Por caso, ¿qué ocurriría si el Poder Judicial emitiera declaraciones contra el presidente de la Nación o la vicepresidenta? Seguramente se diría que es “golpista” porque se mete en un terreno que no le corresponde. Eso mismo sucede a la inversa, con declaraciones incesantes de referentes K contra la Justicia que no es adicta al gobierno nacional. Un verdadero escándalo.

Otra cuestión escandalosa sucede en estas horas en el seno de la Dirección de Registros de la Propiedad Automotor, que no casualmente depende del Ministerio de Justicia. Allí se han lanzado una serie de concursos para la designación de encargados titulares, pero con una pequeña trampa: son exámenes a medida de La Cámpora.

Cuando se ingresa a la página para postularse puede verse que se ha sacado la opción para que los empleados de carrera de los Registros puedan presentarse. “Lo hicieron porque en los concursos los encargados suplentes sacaban las mejores notas en los exámenes, entonces tenían que dibujarles antecedentes, pero ni así les alcanzaban”, reveló una fuente de esa dependencia a Tribuna de Periodistas.

Y hablando del mismo tópico, pocos saben que el flamante interventor Registro Automotor de la Capital Federal N.º 17, José María Ricchini, es el mismo que en 2015 robó un servidor que funcionaba en el departamento de Análisis Interior de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). En él se atesoraban, nada más ni nada menos, que 30 años de información y archivos sobre cualquier individuo u organización que en ese lapso haya estado bajo la lupa de la ex SIDE.

En otro orden de cosas, está por explotar la estafa piramidal Adhemar Capital, que prometía pagar dividendos descomunales a quienes invirtieran allí. Su líder, Edgar Adhemar Bacchiani, es un hombre megalómano, que asegura que será el próximo gobernador de Catamarca.

Lo curioso es que ahora todos dicen no conocerlo, pero muchos famosos lo promocionaron públicamente, aún cuando se sabía que estaba cometiendo un engaño a gran escala. Ubaldo Fillol o Mora Godoy son solo dos de las celebridades que respaldaron los desaguisados de Adhemar.

Pero también la política hizo lo suyo: dos diputados catamarqueños, Diego Figueroa y Natalia Saseta, presentaron un proyecto para declarar de interés parlamentario una charla que dio el estafador el pasado 30 de octubre de 2021. Luego la movida fue apoyada por los demás legisladores de esa provincia. Como era de esperar, ello disparó la confianza de miles de inversores que ahora no logran recuperar el dinero que invirtieron.

Entonces, ¿nadie se hará cargo de la mega estafa que tantos ayudaron a concretar, mientras este cronista peleaba en soledad contra Adhemar? Es bien cierto que intervino esta semana la Comisión Nacional de Valores contra esa firma, pero ya es tarde. Hay miles y miles de perjudicados, que han perdido miles de millones de pesos. Y no lo recuperarán.

No es lo peor: mientras estas líneas se escriben, nuevos engaños piramidales se configuran en la Argentina, con una impunidad que abruma.

Ya lo dijo alguna vez Thomas Hobbes: “Los impostores no necesitan estudiar mucho las causas naturales, sino que les basta con servirse de la común ignorancia, estupidez y superstición de la humanidad”.


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