El tipo es un bocho. O al menos eso parece. Se llama Giovanni Caroglio y tiene apenas 27 años. Se dedica a la venta de terrenos digitales —CriptoCountry— y la pegó con creces.
“Siempre tuve la idea de crear un barrio privado, pero de forma material. Al ver que esa inversión se estaba quedando en el tiempo y no era algo que llevase beneficios a los inversores, decidí crearlo pero en forma digital. Ese fue el desencadenante de lo que hoy es este proyecto: un metaverso digital sin límites”, dijo en una oportuna entrevista que le hicieron desde diario Ámbito Financiero.
Su otro emprendimiento es menos conocido, se llama We Are Capital, una plataforma de gestión de fondos y asesoramiento que está a punto de recibir una serie de denuncias judiciales por presunta estafa.
“Pusimos mucho dinero y al final Caroglio nunca nos pagó. Al principio lo hacía, pero un día dejó de hacerlo”, dijo a Tribuna de Periodistas uno de los afectados. Su abogado dio detalles del escrito que está por presentar, aunque pidió reserva. “Es por una cuestión de estrategia”, se excusó.
No es la única denuncia que recibirá el joven Caroglio, hay al menos otras dos que se cocinan en estas horas.
Los afectados podrían haberse evitado el mal trago: de haber googleado, se hubieran encontrado con mucha información que los hubiera alertado.
“No es un broker seguro, no poseen regulación, son muy poco transparentes, tienen una gran cantidad de quejas, el sitio web y la empresa son nuevos. Todas estas características hacen que esta empresa sea muy poco segura”, sostiene un sitio web llamado Estafados.
Allí mismo se detalla “cómo funciona la estafa”: “Usualmente este tipo de brokers te llamará una gran cantidad de veces para presionarte y para pedirte dinero. Te prometerán altos rendimientos y grandes rentabilidades. La plataforma de inversión de estas empresas está manipulada, por lo que parecerán unos inversores expertos, cuando realmente la plataforma la manipulan ellos. También es normal que todo vaya bien hasta el momento en que solicitas el retiro de tu dinero: al solicitarlo nunca podrás retirarlo”.
Es lo que relató Francisco, uno de los damnificados por We Are Capital: “Se contactaron conmigo hace 3 meses y me convencieron a invertir con ellos, no me pareció mala la oferta asi que accedí. Ellos me aseguraron que si no me gustaba como funcionaba su plataforma, iba a poder sacar mi dinero cuando quisiese. Puse 1.000 dólares, y la verdad es que me fue re mal el primer mes. El segundo fui mejorando por eso me quedé en la plataforma. Así mi dinero fue creciendo mucho. Hasta que llegó un día que la plataforma no funcionaba, yo medio preocupado me comuniqué con los asesores. Lo gracioso es que nunca me contestaron, y me di cuenta que todo había sido una estafa desde el principio, inventaban mis números”.
Oportunamente, el propio Caroglio trató de convencer a este periodista: “Acá no hay un sistema piramidal , ponzi o estafa. We Are Capital es un fondo donde hace 7 meses no recibimos capitales ya que en los mercados podrían correr riesgo por eso decidimos no recibir más y devolver el capital. Todas las personas primero que todo cobraron las tasas de retorno y segundo se les está devolviendo el capital inicial”.
Sus palabras parecían sinceras y creíbles. Pero los datos aportados por aquellos que están por denunciarlo son elocuentes e irrefutables. Y las presentaciones judiciales son un hecho en sí mismo.
No obstante, las complicaciones de Caroglio no provienen solo de aquellos que no logran cobrar sus “regalías”, sino que un abogado le ha “pisado” parte de un dinero en dólares con el que contaba para —presuntamente— saldar sus obligaciones.
Es una trama de novela, que también merece contarse, porque involucra a personajes del bajo mundo y “cuevas” ad hoc. Continuará.
Y que esperaban, los chiquitos caen primero, luego los más grandes. Hasta que finalmente los gobiernos (nazional, provinziales y munizipales) quiebren. ¿Realmente esperaban otra cosa de los "Kombatiendo al Kapital"?
Me parece muy bien que se informe sobre estas estafas. No entiendo por que se tienen que poner nombres en ingles.