El sector salud argentino se conforma de unos 1.500 hospitales públicos y 4.000 clínicas y sanatorios privados, a los que se suman unos 20.000 centros de análisis clínicos e imágenes. Los profesionales médicos llegan a 200.000 y una cantidad similar de enfermeros. En general, tanto médicos como enfermeros suelen combinar su trabajo en el sector público con la práctica privada. Estos números señalan que el sistema de salud argentino es mixto y el sector privado (empresas de medicina prepaga, centros de análisis clínicos e imágenes, clínicas y sanatorios, médicos y enfermeros) tiene un rol protagónico.
Durante la pandemia, los precios de la medicina privada se congelaron parcialmente. Ante los reclamos, en el 2021 la Justicia ordenó al gobierno definir una fórmula de ajuste de precios acorde a los costos del sector. Esto llevó a implementar desde agosto del 2022 el “Índice de Costos de Salud”. Como este índice dio en el 2022 aumentos superiores a la inflación, la vicepresidenta de la Nación dijo, por Twitter, que esto era inaceptable. La reacción fue cambiar la fórmula por otra que toma el 90% de la variación del RIPTE (índice que mide la variación observada en los salarios y es con el que se ajustan las jubilaciones).
¿Cuán fundado y pertinente es el tuit de la vicepresidenta? Quien responde el interrogante es el Instituto de Desarrollo Social de la Argentina (IDESA), sobre la base de evidencias aportadas por el Ministerio de Salud dicen que:
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Entre el 2020 y 2021, años de la pandemia, los precios de la medicina privada crecieron 62% cuando la inflación fue del 105%.
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En el 2022, los precios de la medicina privada se ajustarán 114% cuando la inflación será del 100%.
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Esto implica que los precios de la medicina privada perdieron en los últimos tres años un 15% en términos reales debido a la inflación.
Estos datos muestran el grueso error que se comete cuando las políticas públicas ignoran las evidencias. La información oficial señala que los precios de la medicina privada todavía no recuperaron la pérdida ocurrida durante la pandemia. Esta fue una instancia particularmente traumática que obligó a redoblar esfuerzos para hacer frente a las dos olas de covid y compensar precios de insumos que subían a tasas de tres dígitos con honorarios y aranceles médicos congelados, primero, y retrasados, después. El aumento por encima de la inflación de este año sólo compensaba parte de lo perdido en la pandemia.
Con la nueva fórmula que emergió luego del tuit de la vicepresidenta se profundiza el desfinanciamiento de la medicina privada. Establecer que los precios se actualizarán a razón del 90% de la variación salarial implica que los honorarios de los médicos y del personal de la salud crecerán sistemáticamente por debajo de los salarios del resto de la población. Este absurdo tiene un alto impacto en las clínicas y sanatorios donde el costo laboral representa el 75% del costo total. Con honorarios y aranceles médicos retrasados es previsible el deterioro de la calidad médica. El desfinanciamiento se compensará con más demoras en los turnos y aumentos de copagos. Regular en base a la demagogia y no a las evidencias perjudica a la población porque desorganiza el sistema de atención médica y desmotiva al personal de la salud.
Las desavenencias en la medicina privada son otro reflejo de las consecuencias sociales de tener un sector público mal organizado y peor gestionado. En Argentina se entiende que los hospitales públicos se financian con impuestos para atender a la gente sin cobertura de un seguro de salud. Quienes tienen o tuvieron durante su vida activa un empleo formal acceden a la cobertura de una obra social con financiamiento de los salarios. Pero como ambos sistemas –en general– funcionan mal, mucha gente hace un esfuerzo adicional para pagar una prepaga. La novedad es que ahora, a la mala administración de los hospitales públicos y la deficiente regulación y control de las obras sociales, se suma una política de desfinanciamiento que lleva también a la degradación de la medicina privada.
Una luz de alarma es que en los hospitales públicos y en las clínicas y sanatorios privados no se logran ocupar todos los cupos disponibles para residencias médicas. Especialidades críticas, como pediatría y medicina general, no tienen suficientes residentes. Esto preanuncia que dentro de unos años faltarán médicos. Esta es otra de las manifestaciones de los daños que provocan políticas oportunistas y demagógicas.
Es una vergüenza la tipeja esa! No hay ser más pernicioso para esta país.
VOLVER A LA LEY LIOTTA, que parece que no conviene a ciertos intereses de los.......SINDICATOS, pero si al conjunto de la ciudadanía. Fue implementada durante un gobierno CONSTITUCIONAL y derogada para bien de los Sindicalistas, durante un gobierno ........DE FACTO, Videla les restituyó los fondos (parece que era junto a los planes de Martínez de Hoz, una parte más del paquete de entrega). Hoy la "medicina prepaga" esta haciendo sus buenos negocios y encima, se esta adueñando de la prestación de salud de toda la república.
Resumiendo: Mintió una vez más, y así y todo tiene su horda de aplaudidores...
Estamos al horno si el debate de la SALUD DE LOS ARGENTINOS la remitimos al COSTO, cuando en realidad el enfoque debe ser LA EFICIENCIA DEL SISTEMA DE SALUD NACIONAL. En esta parte del siglo XXI, la SALUD DE LAS PERSONAS ES UN DERECHO HUMANO ESENCIAL del que el ESTADO es parte FUNDAMENTAL para asegurar el BIENESTAR DE LAS GENERACIONES VENIDERAS QUE SERAN LAS QUE TIENEN QUE HACER SUSTENTABLE A TODA UNA NACION. Es absurdo considerar a la salud como un "servicio optativo" de acuerdo al bolsillo de las PERSONAS. Como bien expresa LAFINUR la LEY LIOTTA (que en realidad son dos leyes la 20748 y 20749 ) se orienta a un SISTEMA DE SALUD PUBLICA que incluye la FORMACION DEL PERSONAL DE SALUD para que el SISTEMA esté en permanente actualizacion de capacidades. Liotta en su proyecto hablaba de la CARRERA SANITARIA (Ley 20749/74), es decir que no había como es de costumbre en Argentina, crear ORGANISMOS que se "llenan con gente" y con eso se cree que se aporta alguna solucion cuando en realidad solo se crea mas BUROCRACIA ESTATAL, costosa e INEFICIENTE. Es probable que algun obtuso, diga que Kreplac y los K pretenden presentar ese modelo como suyo, pues NO IMPORTA quien lo presente sino que se ASEGURE EL SERVICIO DE SALUD PUBLICO PARA TOOODOS LOS ARGENTINOS. Tal como sucede en paises como Reino Unido, Francia, España, Canada y con mayor enfasis en paises Nórdicos. Es muy importante la creación de la CARRERA SANITARIA orientada para ESE SISTEMA ya que solo los profesionales MERITUADOS podrán ser parte del sistema. ¡Ah! y la financiación, no sería con mas impuestos, sino con los APORTES por OBRAS SOCIALES que HOY van a parar a los SINDICATOS para luego usarlos para extorsionar a gobiernos, politicos y hasta a nosotros los ciudadanos Argentinos. En ningun país del mundo los sindicatos manejan fondos de obras sociales. Esa fuè una dadiva de las dictaduras de ONGANIA Y VIDELA (derogó la Ley Liotta de 1974) y NADIE del Sindicalismo PERONISTA la tildó de "leyes de la dictadura asesina", las que le otorgaron el manejo de fondos a los SINDICALISTAS.
Tras años de intentos infructuosos para concebir, descubrí la adopción de embriones en https://ngc.clinic/es/servicios/adopcion-de-embriones . Nunca imaginé que esta podría ser una opción para nosotros, pero el equipo de la clínica nos guió con tanta paciencia y conocimiento. El proceso fue sencillo y hoy tenemos la familia que siempre soñamos. Recomiendo encarecidamente esta opción a cualquiera que esté buscando alternativas para la fertilidad.