Una denuncia por violencia económica y otros delitos avanza en estas horas en la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal.
Quien la impulsa es la hija de Gerónimo Momo Venegas, fallecido el 26 de junio de 2017. Quien no lo recuerde, se trata de un sindicalista y militante peronista, que ostentó el cargo de secretario del interior de la CGT (Confederación General del Trabajo) de Hugo Moyano, y secretario general de la UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores).
Como se dijo, su hija, Eva Maria Isabel Venegas, pelea en la Justicia por aquello que considera que le corresponde como herencia.
Y allí aparecen empresas y nombres desconocidos, acusados del “ocultamiento y usufructo de la porción hereditaria” que le corresponde a la mujer. Prestanombres y firmas que hasta ahora permanecían en las sombras.
Según la denuncia a la cual accedió Tribuna de Periodistas, la acción se impulsó contra Carlos Alberto Arrieta, Matías Cicimarra, Araceli De Robles, Mariano Puente, Martin Puente, Claudio Sergio Trepat, Valeria Andrea Raele, Lorena Haydeé Raele, Julio Vicente Raele, Rosa María Balza, Haydee Castellano de Raele, Afeando Cecira, Roberto Rago, Luis Torrens, Julio Roberto Mc Coubrey, Juan Eloy Rodríguez, Guillermo Juan Cristensen, Miriam Ethel García, Jorge Rubén Pirrota, Rubén Darío Vera, y Adrián Beatriz Vico.
A su vez, la presentación se enfoca contra los accionistas, directores, gerentes, representantes legales o responsables de las sociedades y empresas que serían utilizadas para enmascarar el activo sucesorio de Momo Venegas: Covington S.A, House Hoteleria S.A, Vieja Granja S.A, La Calandria S.R.L, Ardero Alimenticia S.A, e Instituto de Seguros S.A.
No es todo: la denuncia pide avanzar “contra cualquier otro sujeto que fuera parte de las sociedades referenciadas en rol diverso que se encontrasen vinculados directa o indirectamente con la 'asociación ilícita' para el desapoderamiento de la herencia” de la hija de Venegas.
Los delitos invocados son encubrimiento (artículo 277 inc 1° del Código Penal), asociación ilícita (artículo 210 del Código Penal), apropiación indebida de recursos de la seguridad social (int*. ley nro. 24.769) y lavado de dinero y activos de origen delictivo.
La trama no carece de tintes cuasi novelescos: en la denuncia de marras se describe cómo el mencionado Carlos Alberto Arrieta, presunto testaferro del “Momo” Venegas, ingresó el día 28 de junio de 2017 a la habitación de este último en el hotel Facón Grande, sito en calle Reconquista 630, a efectos de quedarse con dinero y “contradocumentos” del gremialista.
“Para callar todo esto, el día 14 de julio de 2017, mi mandante se encontraba durmiendo en su casa y alrededor de las 20.00 horas en forma intempestiva ingresaron por la fuerza la Policía, un cuerpo de médicos, y un comisario quienes le aplicaron una medicina inyectable en su brazo izquierdo, y le dijeron que se quedara tranquila que iba hacer mejor para ella. Luego la internaron en el instituto neurosiquiátrico de 'Mario DiMauro (Necochea) donde la introdujeron por la fuerza en una especie de jaula”, de acuerdo a la denuncia en cuestión.
Acto seguido, aparece un acuerdo “bajo presión” entre los que se quedaron con la herencia y la hija de Venegas, que nunca se cumplió.
Arrieta es el protagonista principal del culebrón, cuyos detalles aún deben quedar en el más estricto secreto. Continuará...