-"Rodrigo, un abogado vino a visitarte".
-"¿Cómo es su nombre?".
-"No lo sé, no lo dijo ni mostró sus documentos".
El referido diálogo se dio a mediados de abril de 2009 en la cárcel de Villa Devoto entre un guardia de esa dependencia y el detenido Rodrigo Pozas Iturbe en el marco del expediente que investiga la denominada "ruta de la efedrina".
Allí, de manera imprevista —incluso fuera del horario de visita— un hombre de impecable traje pidió ver al mexicano. El supuesto letrado no necesitaba mostrar sus documentos, ya que iba con un papel membretado del juzgado de Zarate-Campana a cargo de Federico Faggionato Márquez. Como era de esperar, Pozas Iturbe desconfió y se negó a ver al eventual abogado.
Una semana más tarde, los visitantes fueron dos. Tampoco quiso verlos. Sabía que iban a pedirle involucrar a Francisco De Narváez en el tráfico de estupefacientes y no iba a aceptarlo.
No pasó demasiado tiempo hasta que el ofrecimiento le fue hecho al otro supuesto "rey de la efedrina", Mario Segovia. El final de la historia es harto conocida, ya que fue anticipada por este mismo periódico.
Ya no sos mi margarita
Imprevistamente, la denuncia contra De Narváez por supuesto tráfico de efedrina ha sido un doble boomerang para el kirchnerismo: no sólo no ayudó a erosionar la imagen del candidata del PRO-Peronismo, sino que no sirvió para repuntar la alicaída percepción positiva de la sociedad para con el oficialismo. Es más, de acuerdo a dos encuestas efectuadas por conocidos medios de comunicación on line, la mayoría de los consultados admitieron percibir la mano de miembros del gobierno detrás de lo ocurrido.
Por tal motivo, el malhumor de Néstor Kirchner se ha profundizado en las últimas horas y su personalidad se volvió particularmente insoportable para aquellos que lo frecuentan. Como botón de muestra, hace unos días pidió al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, que solicite la elevación a juicio oral de alguna de las causas por tráfico de efedrina relacionadas a De Narváez.
"Necesitan que antes de las elecciones concluya la etapa de instrucción de alguna de la causas de la efedrina que lleva la AFIP-Aduana y se pida la elevación oral", confirmó una importante fuente de Casa de Gobierno a este periódico.
Lo cierto es que, en los últimos días, hay contactos permanentes entre Echegaray —y otros funcionarios de la AFIP y la Aduana— y los jueces federales Federico Faggionato Márquez y Octavio Aráoz de Lamadrid.
"Echegaray está desesperado por quedar bien con el Gobierno Nacional pues debido al déficit fiscal de abril, se están yendo al diablo sus sueños de ser Jefe de Gabinete y/o Ministro de Economía después del 28 de junio", admitió otra fuente, esta vez de la mismísima AFIP.
Es que la impaciencia oficial está haciendo cometer gruesos errores hasta al más avispado. Por caso, en el marco de la presión que posee por parte del kirchnerismo, Faggionato Márquez cometió un grave fallido que dejó en evidencia la "operación" realizada sobre el Nextel de De Narváez: primero aseguró que desde el teléfono del colombiano se habían hecho tres llamadas al "narco" Segovia, pero pronto se contradijo al admitir que las llamadas fueron "recibidas", no efectuadas por este. El circo llegó a tal punto que incluso apareció una supuesta cuarta comunicación.
"Las llamadas fueron plantadas por la (ex) SIDE, es algo muy común, lo han hecho en muchas causas, incluso en la investigación por la (explosión de la) AMIA", aseguró una tercera fuente a Tribuna, confirmando las sospechas que flotan en estas horas a nivel social.
Más allá de la certeza del comentario del informante —que eventualmente demostrará la Justicia—, lo que nadie aún explicó es lo siguiente: si Segovia estaba siendo investigado desde el año 2006 por el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, ¿cómo es posible que tuviera en su poder una docena de permisos de portación de armas, la mayoría de ellos otorgados en el año 2008 (1)?
De la misma manera, sería interesante que el oficialismo explicara sus propios vínculos con el tráfico de efedrina, de lo cual sí hay sobrada evidencia. De hecho, ha comenzado a estallar en las narices del gobierno en los últimos días.
La pata kirchnerista
Hace unos días, diario Clarín dio cuenta del procesamiento judicial de Eduardo Otero Rey, ex "presidente" de la droguería Prefarm en el marco de la investigación de la "ruta de la efedrina". Mucho antes, en agosto de 2008, este periodista dio cuenta in extenso y con lujo de detalles sobre los vínculos de este última firma —y sus titulares— con ciertos negocios relacionados a la adulteración de medicamentos merced a la vista gorda de importantes funcionarios del kirchnerismo. La información había surgido de la entrevista que este periodista sostuvo con el fallecido Sebastián Forza hace exactamente un año.
"Yo trabajé con Rubén Romano, fui socio de él en una empresa llamada Prefarm (...) Rompimos relaciones en noviembre de 2007, porque quise abrirme de la joda. A partir de ese momento, no dejo de recibir amenazas", admitió en esa oportunidad. Esa y otras afirmaciones fueron publicadas por Tribuna de periodistas el 15 de agosto de 2008, dos días después de que Forza apareciera asesinado (2).
En tal contexto, aparece otro nombre interesante: el de Alberto Salvador López, un empresario que usó en el año 2003 una oficina en la Casa Rosada como asesor informal y que fue mencionado por Forza como uno de los operadores con los que manejaba algunos de sus negocios ilícitos. No casualmente López fue finalmente procesado —hace pocas horas— como miembro de una asociación ilícita que traficaba efedrina a México.
La tercera pata es la de Sebastián Gramajo, ex recaudador del Frente para la Victoria, denunciado por este periodista ante la Justicia por supuesto "blanqueo de dinero" llevado a cabo en el marco de la campaña electoral de Cristina Kirchner en octubre de 2007 (3). Junto al ex superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli —eyectado gracias a las denuncias efectuadas por Tribuna contra su persona—, ha sido uno de los principales responsables de los millonarios negociados efectuados con medicamentos adulterados.
Lo interesante es que Gramajo fue inéditamente premiado por el Gobierno y hoy ocupa el séptimo lugar en la listas de candidatos a legisladores porteños de Carlos Heller.
Más temprano que tarde, el kirchnerismo tendrá que explicar por qué protege a estos personajes. Algo que sólo la complicidad más vergonzosa puede explicar.
Desesperación oficial
El viernes 22 de mayo pasado, el juez Federico Faggionato Márquez recibió el sugestivo testimonio de un testigo de identidad reservada, quien aseguró que De Narváez era "financista de una organización narcocriminal que traficó cocaína a Europa y efedrina a México".
Llama la atención que Faggionato Márquez —que recibe órdenes directas de Diana Conti— permitiera trascender el testimonio a los medios, pero no el nombre de quien dijo esas palabras. De la misma manera, es insólito que el magistrado aún no haya permitido al candidato a diputado por el PRO-Peronismo consultar el expediente, siquiera tangencialmente, que lo involucra.
Ya en su momento, para forzar el avance de la denominada "ruta de la efedrina", el mismo juez hizo declarar de manera reservada a un fabulador llamado Daniel José Díaz, alias Chuck Norris. Su testimonio no aportó nada, pero permitió introducir en el expediente de marras a diversos perejiles que posteriormente fueron chantajeados por el propio Faggionato.
Para aquellos que lo conocen no es novedad el proceder del juez, quien ha incrementado su cuenta bancaria —imposible de justificar con su sueldo oficial— merced al apriete a testigos de diversa índole.
Es oportuno recordar que Faggionato Márquez está a la cabeza en el ranking de denuncias ante el Consejo de la Magistratura, con la insuperable marca de 36 presentaciones en su contra. Es muy probable que, en muchas de ellas, sea encontrado inocente, pero hay prueba suficiente en al menos diez de denuncias que terminarán por eyectarlo del poder judicial.
Será el principio del fin de la putrefacción de la Justicia por parte del poder político. Mejor dicho, por parte del kirchnerismo más puro.
Christian Sanz
(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/articulo.asp?Articulo=5005
(2) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=4235
Solo pocas palabras.Seguro que este no supo tranzar,por mas que sea el rey,quiza sea un tonto a pesar de ser rey,pues esta gente siempre paga a otros para hacer el trabajo,solos no se bancan una y son los mas miedosos,solo son vivos mandando a hacer el trabajo a otro. Pero igual tiene suerte,si dentro de 14 años esta vivo saldra y disfrutara la plata que hizo,pues esa plata seguro que no se la pueden sacar.