Hace unos meses, un par de amigos que llevan adelante una pequeña pero brillante —y creciente— editorial llamada André Materón, me convocaron para hacerme una propuesta, la cual aseguraron sería de mi completo interés. Una vez reunidos, Andrés Paskowski y Adriana Albornoz, titulares de la firma, me comentaron que estaban al tanto del lento pero firme armado del libro de investigación sobre el kirchnerismo que llevaba a cabo (1).
Me explicaron en ese momento una novedosa idea que había surgido de sus idealistas pensamientos: hacer un libro en formato de CD, no en papel, a efectos de ayudar a no deforestar los bosques y aportar, aunque sea humildemente, al mejoramiento planetario en lo que a ecología respecta.
A esa idea brillante —que aún debe demostrar efectividad comercial—, ellos la han llamado "ecolibro" y consta de un CD con el contenido del libro en formato PDF y el correspondiente programa para poder leerlo en cualquier computadora. A su vez, la tapa es la de un DVD con los datos de la obra y la contratapa como si fuera un libro de papel.
Mucho antes de ver el trabajo terminado, cuando Andrés y Adriana me comentaron su idea, me pareció totalmente brillante, más allá de que pudiera funcionar comercialmente o no. El periodista es una persona comprometida con la realidad y no puede haber mayor compromiso que el que debe tenerse para con la naturaleza, especialmente en días en los que se vislumbra tal nivel de degradación ambiental y peligra el futuro ecológico de nuestro planeta Tierra.
Es probable que a muchos lectores —conservadores ellos— les parezca incómodo este nuevo formato digital, pero pronto se acostumbrarán, ya que no es muy diferente a leer un libro en papel. Incluso, me atrevo a arriesgar que este tipo de estructura es la que se impondrá en un futuro no muy lejano.
Por otro lado, si bien es diferente el formato del "ecolibro" en relación a un libro de papel, el primero tiene ventajas que no posee este último. La primera es la versatilidad en su manejo y el breve espacio que ocupa físicamente. Asimismo, el lector puede adaptar el tamaño del texto a su comodidad personal y hasta "jugar" con la lectura a pantalla completa (o no).
En lo personal, quedé totalmente sorprendido al ver el resultado final del libro, ya que es sencillo de leer y posee una apariencia que permite descansar la vista.
Sin embargo, la palabra final la tendrá el lector, ya que es quien aprueba o desaprueba las obras de estas características. Ya quisiera tener yo el éxito que he cosechado en algunos de mis otros libros editados antaño, pero dependerá de quienes acepten este nuevo formato, es decir, ustedes (2).
Como colofón quisiera destacar, no ya la importancia de mi nuevo libro, plagado de picantes denuncias contra el kirchnerismo, sino el cambio de conciencia que intentan llevar adelante Andrés y Adriana a través de su brillante editorial. Es el desafío que, más temprano que tarde, deberemos intentar si queremos contribuir de alguna manera con el progreso real de la humanidad.
No es poco.
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(1) En realidad, se trata de la recopilación de algunas de mis investigaciones sobre el matrimonio Kirchner, con el agregado de algunos tópicos más que interesantes.
(2) El libro se encuentra mayormente en kioscos de diarios. Una de las pocas librería que lo exhiben es Del Ávila, ubicada en Adolfo Alsina 500 (y Bolívar) de esta Capital Federal.
Importante: de acuerdo a lo normado por el artículo 1.12 del Manual de estilo y ética de Tribuna de periodistas, se aclara que el presente artículo representa un espacio de publicidad (autopublicidad para ser más específicos).