Uno de los personajes más funestos vinculados a la corrupción marplatense se llama Roberto Atilio Falcone. Existe un pequeño detalle que potencia la peligrosidad de este personaje: es juez del Tribunal Oral Federal Nº 1 de esa ciudad.
Oportuno abogado del grupo pesquero de José Greco, supuesto narcotraficante, fue representante del Banco Patagónico en causas de evasión tributaria, fuero que es de competencia del Tribunal que actualmente integra como juez y sobre cuya materia no se registra ninguna actuación a pesar de haber más de quinientas causas en condiciones de ser pasibles de juicio oral.
Asimismo, fue abogado defensor del terrorista Juan Martín Ciga Correa. De la misma manera, durante su gestión profesional, Falcone resultó ser defensor de numerosos evasores a la Ley Penal Tributaria, los cuales tenían relación directa con la actividad pesquera, cómplices del vaciamiento de la riqueza ictícola durante la gestión de Felipe Solá, quien junto con el entonces senador Antonio Cafiero promocionaron a Falcone para el cargo que hoy ocupa.
El periodista marplatense José Luis Jacobo ha sido uno de los pocos que se ha animado a enfrentar a Falcone y algunos de sus colegas más sospechados —como los jueces Mario Portela y Néstor Parra— y ha sufrido consecuencias por ello. "Falcone me ha hecho todo lo que puede hacerse, desde presionarme a través de la Justicia hasta calumniarme", admitió a este periódico Jacobo.
Cabe destacar que, en los últimos tiempos, el sospechado magistrado ha sido designado como miembro de la insólita Comisión Antidrogas formada por otro personaje siempre sospechado, el ministro de Justicia, Aníbal Fernández.
Falcone tiene mucho que explicar, referido esto a su propio desempeño profesional, pero también tendría que aclarar los detalles de su propio patrimonio, ya que ostenta mucho dinero. Por empezar posee tres abultadas cuentas en las siguientes entidades: Banco de la Nación Argentina, Citibank N.A. y Banco Patagonia S.A.
A esto debe sumarse que ostenta cinco inmuebles a su nombre: Buenos Aires 1.751, Córdoba 3.821, Entre Rios 1.684, Juan Larrea 2.029 y Larrea 2.023. Todos ubicados en la localidad de Mar del Plata.
Asimismo, Falcone posee dos automóviles, uno modelo 1993 —patente TIQ287— y su más reciente adquisición: un Mercedes Benz Kompressor Avantgarde modelo 2008, patente HLA892. En la siguiente fotografía puede verse el oneroso vehículo en el domicilio del propio juez, en la calle Larrea.
Claudio Izaguirre, presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina —desinteresado colaborador del presente artículo*— mostró ante este cronista su inevitable asombro: "¿de dónde sacó el Juez Falcone dinero para comprar un Mercedes Benz?", preguntó retóricamente.
Mar del Plata es el espejo más elocuente del crecimiento del narcotráfico en la Argentina. Jueces como Roberto Falcone, que deberían ser los "primeros de la fila" a la hora de combatir el tráfico de estupefacientes, parecen dar vía libre a los mercenarios de la muerte para que se muevan a sus anchas.
¿Hasta cuándo deberá tolerarse semejante situación?
Christian Sanz
*con la colaboración de Claudio Izaguirre
El personaje este Roberto Falcone trabaja para el mejor postor,no tiene ideologia solo la plata hoy la plata la tiene la campora y es el juez da la campora. Ya va caer como todos los delincuentes.