Finalmente, la Cámara Nacional Electoral, en un fallo dividido, aprobó por mayoría las candidaturas testimoniales y despejó el camino del gobernador bonaerense, Daniel Scioli; del jefe de gabinete, Sergio Massa, y de otros candidatos testimoniales para las elecciones del 28 de junio.
Es dable recordar que Tribuna de periodistas, el 30 de mayo pasado, anticipó que sucedería exactamente lo contrario, agregando un dato preocupante: "se ha tanteado (a los camaristas) a través de un importante funcionario kirchnerista y, con evidente fastidio, los magistrados dijeron que no aceptarán presiones" (1).
La conclusión más evidente es que este periódico erró en su anticipo. Es verdad y no hay intención de escapar a la responsabilidad por el yerro. Sin embargo, el dato puntual de que la Cámara fallaría en contra del kirchnerismo surgió del propio juzgado que emitió el fallo de las últimas horas. ¿Qué sucedió entonces?
Una inobjetable fuente del Ministerio de Justicia develó el misterio: "Primero que nada, te comento que esta sala jamás falla en disidencia, siempre (los jueces) votan de manera unánime. Aparte fueron apretados con un expediente que tramita en el Consejo de la Magistratura y que pende sobre la cabeza de ellos (los camaristas)". Ambos datos fueron chequeados por este periódico y resultaron totalmente reales: viendo los antecedentes jurisprudenciales de la Cámara, se ha comprobado que los jueces suelen hacer públicos sus fallos en unanimidad; asimismo, existe una denuncia en el Consejo de la Magistratura que ha sido "reactivada" los días previos al fallo que aceptó las candidaturas testimoniales. A continuación puede verse la primera página de ese documento.
Allí, un tal Carlos Alfredo Tórtora, apoderado de un partido llamado El Movimiento, denunció a los camaristas —Rodolfo Emilio Munné, Alberto Ricardo Dalla Vía y Santiago Hernán Corcuera— “por mal desempeño en sus funciones, solicitando sean sometidos a juicio político y separados de sus funciones”. Es oportuno señalar que la denuncia es de septiembre de 2008 y durmió el sueño de los justos hasta que fue desempolvada por alguna "mano amiga".
La maniobra muestra a las claras que el oficialismo apelará a todo recurso posible, lícito y no, a efectos de llevar adelante su movida electoral de cara al 28 de junio.
Asimismo, queda demostrado que el Consejo de la Magistratura ha pasado a ser sólo un organismo de apriete a magistrados que no estén alineados con el oficialismo, tal cual se sospechó cuando sufrió serias modificaciones orgánicas hace unos años.
Parece un hecho menor, pero no lo es. La democracia ha sido severamente dañada en pos de un sueño totalitarista que no le hace nada bien a la Argentina.
Si esto ocurre en el marco de una simple elección legislativa, ¿qué habrá que esperar para 2011?
Christian Sanz