La Comisión Federal de Comercio (estricta oficina reguladora del comercio interno de los Estados Unidos), se encuentra por estas horas, analizando la salida para tratar de salvar al periodismo de una posible extinción. En mayo de 2009, dicha comisión anunció un proyecto para examinar los desafíos que enfrenta el periodismo en la era de Internet donde un 80% de la columna vertebral de la prensa gráfica descansa en la publicidad y la que en los últimos 10 años prefieren auspiciar en la web.
A través de una serie de foros públicos, el último de los cuales tendrá lugar en Washington en el día de hoy, la comisión ha tratado de reunir y analizar una serie de sugerencias para ayudar a hacer el negocio de la recolección y transmisión de noticias nuevamente rentable.
Las ideas han sido variadas, desde ceder con ciertos estatutos de defensa de la competencia para que las organizaciones de noticias comiencen a cobrar por los contenidos en línea, establecer un impuesto sobre iPads y otros dispositivos electrónicos para subsidiar el costo de la información, y hasta la creación de un fondo público relacionado con AmeriCorps –un programa de servicio nacional a la comunidad- para ayudar económicamente a los jóvenes periodistas.
Susan S. Desanti, directora de la oficina de la comisión de planeación de políticas y la persona que supervisa la “reinvención” del periodismo, opina: “uno de los problemas es que estamos en medio de una profunda transición en las noticias. Nadie sabe exactamente cuándo va a acabar, y nadie sabe realmente en qué punto estamos en esta transición ", dijo.
El presidente de esta comisión Jon Leibowitz, opinó sobre la iniciativa de crear un impuesto sobre los productos electrónicos para subvencionar el periodismo y dijo en una audiencia del Senado la semana pasada, que la comisión tenía una "muy fuerte alergia" hacia excepciones a la legislación de competencia y que él personalmente cree que un impuesto al periodismo sería "una idea terrible."
Ambos conceptos fueron incluidos en un proyecto que la FTC emitió el mes pasado sobre posibles cambios de política en un duro informe que comenzaba indicando: “el periodismo se está moviendo a través de una importante transición en la que los modelos de negocio se están desmoronando, innovadoras formas de periodismo son emergentes, y los hábitos sobre noticias en los consumidores están cambiando rápidamente. Estamos en deuda con los numerosos periodistas, los editores de periódicos y editores, creadores de nuevas organizaciones de noticias en línea, y otros que han contribuido con su tiempo y conocimientos para describir y analizar esta transición.”
Esas ideas, como la mayoría de las otras propuestas en el proyecto, se encontraron con un aullido de la crítica, muchas de las cuales provienen de la derecha política, que no es receptiva a la idea del gobierno de sostener a las organizaciones de medios de comunicación con impuestos más altos.
La página editorial de The Washington Times ha puesto en la picota las sugerencias expuestas en el informe en un editorial : "El periodismo puede `reinventarse´ a sí mismo sin ayuda del Gobierno. Una vez que el Congreso tenga el poder para financiar las noticias, se podrá conectar en cualquier momento `cadenas´ para promover ciertos puntos de vista”. O sea, con un periodismo financiado por el Gobierno, se pierde el 90% de la independencia y el 100% de la objetividad permitiendo al gobierno interferir en el funcionamiento de una prensa libre.
Steven Brill, periodista que está desarrollando un sistema para que los periódicos puedan cobrar a los lectores el acceso en línea, dijo que los periodistas deben sentir incómodo que el gobierno esté estudiando la manera de subvencionar su trabajo. Como él, opina la mayor parte de la población.
Jeff Jarvis, un profesor asociado de la Escuela de Graduados de Periodismo de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, quien testificó ante la comisión, escribió en un artículo de opinión en The New York Post que la intervención gubernamental era inapropiado e innecesario para preservar el futuro del periodismo.
"Creo que el futuro es empresarial, no institucional", escribió Jarvis. "Pero los empresarios no necesitan ayuda del gobierno. Ellos necesitan que los dejen solos con la seguridad de que no será interferida por la FTC.”
Concluyendo, el periodismo sajón se encuentra en una tremenda disyuntiva: si lo financia el Gobierno pierden su independencia y su objetividad, si lo financia la población terminan de perder a sus lectores que optarán, tal como los anunciantes, de pasarse al bando de las noticias web gratuitas. En nuestro país Diario Crítica fue el primer afectado por esta pandemia.
Indefectiblemente, surge una pregunta: ¿qué pasaría si Cristina y/o Néstor Kirchner se les ocurriera salir al rescate de la totalidad de la prensa gráfica en la Argentina?
Alexis Montefiore