Así como sólo un necio, o alguien que no entiendo absolutamente nada de fútbol, puede desconocer las aptitudes de Diego Amando Maradona como futbolista, sólo un necio, o alguien que no entiende absolutamente nada de fútbol, podría pensar que Maradona podría obtener algún resultado positivo siendo técnico del Seleccionado nacional de fútbol.
En honor a la verdad, no es muy difícil poder llega a esta conclusión, más allá de que en sus pobres intentos anteriores como técnico, tanto en Mandiyú de Corrientes, como en el Racing Club de Avellaneda, fueron sencillamente desastrosos.
Lógicamente, el hombre, en todos estos años transcurridos podría haber aprendido, pero evidentemente no fue este el caso.
Debemos convencernos de algo: Maradona es solamente un jugador de fútbol, nada más que eso. Toda su habilidad, toda su capacidad intelectual y toda su destreza se resumen en su pie izquierdo, y un seleccionado de fútbol no se dirige con un pié, se dirige con la cabeza.
Sin considerar las verdaderas razones por las que fue designado Maradona como técnico del seleccionado, léase como “sugerencia” de Néstor Kirchner a Julio Grondona, realmente no se encuentra un justificativo medianamente lógico para designar al “
Y lo sufrimos en la clasificación que gracias a un gol de Martín Palermo contra Perú, con uno de esos típicos goles del 9 de Boca —donde quiso parar la pelota y se le mete en el arco por su propia torpeza, que por lo general le juega a favor—, pudimos acceder agónicamente al campeonato mundial.
¿Se puede considerar haber llegado a instancias de cuartos de final como un fracaso? Sí, es un fracaso, porque quedar eliminados del mundial, teniendo al mejor jugador del mundo, acompañado del mejor plantel del campeonato, salvo algunos alcahuetes que ganaron su puesto gracias al complot que le hicieron a Alfio Basile —sí, el complot pergeñado por Maradona con algunos jugadores para voltear a Basile como técnico, razón por la cual Román Riquelme renunció al seleccionado aludiendo a los famosos “códigos”— es un fracaso, máxime perdiendo de la manera en que se perdió.
No obstante, algunas declaraciones de Maradona en la conferencia de prensa post derrota, hablan a las claras de que, evidentemente, como técnico, es tan insignificante como persona. Veamos algunos de sus conceptos:
-“Le dimos ideas a Alemania, que no las tenía”.
O sea que para Maradona, que los alemanes hayan anulado de manera impecable a nuestro mejor jugador, que hayan estudiado las pelotas paradas, que hayan neutralizado a nuestros delanteros y aprovecharse de una defensa paupérrima es hablar de un equipo “sin ideas”.
-“Jugamos el fútbol que le gusta a los argentinos, volvimos a las raíces”.
¿Y desde cuando a los argentinos nos gusta el fútbol donde nadie sabe lo que tiene que hacer? ¿Desde cuando a los argentinos nos gustan los equipos donde los defensores no pueden parar a nadie, ya que no se sabe si marcan en zona o hacen maraca hombre a hombre? ¿Desde cuando a los argentinos nos gustan los equipos descompensados? ¿Desde cuando a los argentinos nos gusta un equipo que no se sabe a que juegan?
-“El que venga (como técnico) tiene que seguir este camino”
¿Este camino? ¿Cual camino, el camino al fracaso seguro? ¿El camino de dar siempre la conferencia de prensa en el mismo lugar, o de hacer una nota siempre con los mismos periodistas y hablar minutos antes del partido por teléfono con las hijas, o jugar con la camiseta celeste y blanca a rayas en lugar de la azul, o hacer bajar a los jugadores del micro siempre en el mismo orden, el camino de llevar a jugadores como Maxi Rodríguez y Martín Palermo por cábala, o a Ariel Garcé, que a sus 30 años y con apenas un sólo partido amistoso en el seleccionado fue convocado porque soñó que lo veía en la final, o el camino de mirar el partido besando una medallita que nos haría ganar seguro?
Y por último, hubo una respuesta a la pregunta de un periodista que demuestra cabalmente lo que es Maradona. Como persona, maleducado, soberbio e intolerante, y como técnico un incapaz, cuando le preguntaron si no “había visto al equipo partido”, ya que había una notoria descompensación entre defensores y delanteros. Y Diego, al mejor estilo maradoniano, respondió, palabras más, palabras menos, pero siempre con su irrespetuosidad característica: “¿Por qué no presentás tu proyecto a la AFA? capaz que Grondona te da bola”, y agregó: “Yo no vi a ningún equipo partido ni descompensado, vi a un equipo compacto”.
Cabe destacar que el técnico alemán, Joachim Löw, en la conferencia de prensa que brindó luego del partido dijo: “Sabíamos que Argentina era un equipo partido en el mediocampo. A los tres de arriba no les gusta bajar y los del medio no saben crear“.
Y agregó: “No me sorprendió cómo jugó Argentina. Sabíamos que teníamos que presionar, sin falta, y esperar hasta robarles el balón”. Evidentemente, el técnico alemán tiene una visión muy distinta a la de Maradona y con sólo leer estas declaraciones, además de los resultados, no es necesario agregar que evidentemente, Maradona, como técnico deja muchísimo que desear.
Pero en definitiva, lo desastroso no es quedar eliminado de un mundial, por más que se pierda
Improvisación, soberbia, intolerancia, falta de trabajo, acuerdo con el poder, disfrazado de trasgresión.
Basile-Maradona, 1994-2010. Los dos mejores planteles de la historia del fútbol argentino terminados en humillaciones, por las mismas razones y por el mismo responsable, Diego Armando Maradona, una vez como futbolista y capitán del equipo y ahora como técnico.
Pablo Dócimo