“En medio de la batalla mediática entre el Gobierno y el Grupo Clarín, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, anunció la caducidad de Fibertel, firma que prestaba servicios de Internet, por lo que deberá dejar de operar en 90 días. El funcionario firmó que los usuarios de la firma deberán migrar hacia otros operadores de Internet. ‘Ya no existe más Fibertel’, dijo De Vido basado en la resolución 100 que publicará esa cartera. El ministro afirmó que la empresa de Clarín ‘incumplió la ley nacional’ y que ‘usurpó’ la licencia, ‘que estaba siendo usada en forma ilegal’. ‘Su fusión con Cablevisión nunca fue aprobada por el Estado Nacional’, sostuvo el funcionario durante una conferencia de prensa que brindó en el microcine del Palacio de Hacienda. A comienzos de este mes, la agencia estatal Télam difundió que la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), detrás de la que está el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, daría a conocer una resolución que ordena a Cablevisión ‘abstenerse’ de ofrecer el servicio porque es una ‘distribuidora de TV por cable y no cuenta con licencia para operar en el área de las telecomunicaciones’.

La supuesta resolución ordenaba, siempre según la agencia estatal, que Cablevisión debería ‘abstenerse de contratar nuevos usuarios o modificar los servicios que se están dando’. Esa información se conoció la misma semana en que, en su calidad de vicepresidente de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA), el máximo ejecutivo del grupo Clarín, Héctor Magnetto, participó de una reunión de esa entidad y la Unión Industrial Argentina (UIA). Magnetto también fue anfitrión en su casa de un encuentro de los principales dirigentes del Peronismo Federal y de Pro, dos fuerzas políticas opositoras. La empresa dijo entonces a La Nación: ‘Se trata de una medida claramente abusiva y enmarcada en el plan de trabas y hostigamiento administrativo del Gobierno contra Cablevisión. La resolución es violatoria de los derechos de la empresa como continuadora universal de Fibertel. Esta absorción societaria se realizó en 2002, mucho antes de la fusión con Multicanal, y fue aprobada por la Inspección General de Justicia (IGJ), que es el organismo competente para este tipo de operaciones’”, según informó este jueves 19 de agosto lanacion.com.

Paradójicamente, el mismo día en que la mayoría opositora en Diputados aprobó la media sanción para el proyecto del 82% móvil para los jubilados. Al mismo tiempo que circula la inquietante versión que irían por más, nada menos que el cierre permanente de los canales de noticias por cable América 24, 26 Y TN. Otra kirchnerada que apunta, qué duda cabe, a la conformación de un monopolio informativo estatal al mejor estilo soviético.

Esta historieta no es nueva, se inicia cuando en marzo del 2008 se rompe el pacto Magnetto-Kirchner con motivo de la crisis agropecuaria. El 25 de ese mes, un martes eterno, frente al masivo y espontáneo cacerolazo que copó la Plaza de Mayo, el oficialismo imaginó en su delirio que en realidad se trataba de “un intento de golpe de Estado gorila-mediático” urdido por Clarín y la Sociedad Rural. De ahí que las huestes acaudilladas por el inefable Luis D’ Elía que desalojaron a golpes y piedras a la multitud allí autoconvocada, lo hicieron nada menos para “defender el gobierno nacional y popular de la compañera Cristina” ante tal fantasmal asedio.

¿De aquí a la eternidad? 

No sólo Carlos Menem alumbraba aquel sueño cesarista de la reelección indefinida, el mismo que intentó concretar sin éxito Hugo Chávez. Pues el matrimonio Kirchner con su alegórico deseo de “pingüino o pinguina”, manifiesta medio en joda medio en serio sus reales intenciones de perpetuarse en la cercada Casa Rosada. Porque todo ese enrejado, que privó a los paseantes la Plaza Colón, es un signo concreto de su virtual lejanía con el resto de la ciudadanía, agobiada por la inseguridad, la falta de oportunidades y el descrédito hacia quienes se arrogan ser sus representantes.

A propósito de la inseguridad, a pesar de la seguidilla de asaltos a edificios (cuestión impensable hace unos pocos años atrás), la totalidad del arsenal mediático kirchnerista descree de los mismo achacándolos a una campaña de “meter miedo urdida por los medios de comunicación opositores”, criticando con dureza a Fernando Pino Solanas al afirmar que “hoy el principal derecho humano es la seguridad”.

Pero a pesar de ese enconado esfuerzo por tapar la realidad, otros “Isidro” seguirán muriendo mientras que otras Carolinas serán baleadas a quemarropa en este inmenso altar donde el sinsentido parece haberse entronizado como supremo culto.