Con la muy lamentable noticia del asesinato del joven Mariano Ferreyra, militante del Polo Obrero que recibiera un balazo en el tórax en los sucesos del 20 de octubre corriente, afloran abyecciones y miserabilidades.
Hace varios años, como iniciativa ciudadana, presenté un proyecto de ley ante el H. Congreso Nacional, sobre una ley de ética en el periodismo, pues es dable exigirles a quienes trabajan en la manipulación de la información, un estándar que exija obrar con probidad, lealtad e idoneidad no tergiversando las noticias, separando el rol del cronista de sucesos de aquellos que investigan y comentan los hechos propalados.
Ingresando a la página oficial del H. Congreso Nacional puede observarse que lo hice mucho antes de ahora en que se hace evidente la necesidad de contar con algún marco regulatorio de la función social del periodismo, ya que no todos los hombres y mujeres que ejercen esa noble profesión merecen sufrir generalizaciones descalificantes por la actuación de algunos mercenarios que se venden al mejor postor.
Viene al caso, como ejemplo paradigmático del no deber ser, la inconducta del periodista (?) Dante López Foresi que cual colaboracionista bufón no trepidó en copiar una nota publicada por el diario El Cronista el 16 de septiembre del año pasado, en donde se citaba una reunión privada entre el ex presidente Eduardo Duhalde y los “gordos” de la CGT, Oscar Lescano (del sindicato de Luz y Fuerza) y José Pedraza (Unión Ferroviaria) para plantear la reestructuración de la central de los trabajadores. , replicándola como si fuera una noticia actual, enmarcándola mendazmente como si esa reunión hubiese tenido lugar el 20 del corriente para pretender echarle la culpa al Dr. Duhalde por el luctuoso suceso, tergiversando la realidad tan falaz como malintencionadamente generando confusión e incitando a la descalificación del político opositor al matrimonio presidencial.
El portal El Vigía, del periodista oficialista Dante López Foresi, planteó que la reunión se produjo en el día de ayer, citando la nota de El Cronista, cuando según pudo constatar Perfil.com, la misma fue publicada hace más de un año.
Algunos legisladores kirchneristas de la ciudad de Buenos Aires, entre los que se encuentra Juan Cabandié, Francisco Nenna, Gabriela Alegre y María José Lubertino, repitieron esta información, apuntando al ex presidente.
El Sr. López Foresi debería recibir una admonición por faltar a la ética en el periodismo, pero lamentablemente aún no existe esta normativa que duerme en un cajón de tantos otros proyectos de iniciativa ciudadana que recibiera el Congreso Nacional. Otros proyectos de mi autoría son la ley del arrepentido en política (para facilitar las investigaciones en hechos de corrupción, premiando a quien aportase elementos útiles para la pesquisa en vez de perseguir a quien colabora con la justicia), la ley de Rendimiento Parlamentario (para que los legisladores rindan cuenta sobre la actividad desplegada durante su mandato), la ley de creación de un registro único de empleados y funcionarios públicos (para saber quién es quién y evitar el constante reciclado de quienes fueran eyectados de sus cargos por muestras de corrupción o falta de idoneidad), la de Rendición de Cuentas en Política (para que todos funcionario público rinda cuenta documentada sobre su estado patrimonial al finalizar su mandato o dejar su cargo), por citar sólo algunos de los que acompañaron a la ley de ética en el periodismo que por lo menos deberían ser analizados por nuestros representantes.
La nocividad de la ponzoña trasmitida por un mal periodista ha insuflado ánimos persecutorios en algunos legisladores, como es el caso de Juan Cabandié, Francisco Nenna, Gabriela Alegre y María José Lubertino (1), que sin siquiera cotejar esa supuesta publicación, salieron al ruedo sosteniendo que el Dr. Duhalde estaba detrás del asesinato del joven Mariano Ferreyra, otra víctima de un sistema corrompido por turbios intereses políticos que colocan a los ciudadanos en el lugar más bajo de la pirámide de poder.
Planilla que muestra cuánto cobra López Foresi por parte de la jefatura de Gabinete
Y lo que es peor aún, estos “periodistas” cobran suculentos emolumentos que salen del erario público, ya sea en forma directa o indirecta, integrando una caterva de inescrupulosos al servicio de los medios K.
Enrique Piragini
(1) Posteriormente Lubertino desmintió haberse pronunciado al respecto.