La estratégica decisión de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, de pagar las deudas contraídas con los países integrantes del denominado Club de París, traería aparejado para la Argentina, la posibilidad de serle borrado el mote de ‘país fronterizo’.

 En la jerga financiera, ser fronterizo significa quedar al margen de toda transacción normal en el campo de juego de los mercados internacionales de crédito; bien por debajo de los llamados ‘emergentes’.

 Sobre todo, porque nuestros acreedores nucleados en ese Club, un tanto informal desde el 16 de mayo de 1956, está integrado por potencias más grandes del mundo desarrollado cuyas empresas tienen filiales en nuestro territorio y podrían manejarse con mayor soltura financiera y ampliar su perfil productivo.

 Los Estados Unidos de América (EUA), Alemania y Japón están entre ellas y representan el centro de las dos monedas más negociadas en el mundo: el Dólar y el Euro, con los que trabaja la economía argentina, mientras que el Yen Japonés oficia de arbitrador entre las otras dos por tener un costo casi ‘cero’ en las transacciones cambiarias, desde mucho tiempo atrás, en la llamada ‘guerra de monedas’.

 Aunque todavía resta concluir la negociación acerca de cómo y cuando se harán los pagos, ese Club aceptó el trato sin la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) condición ‘sine qua non’ fijada por el Gobierno Argentino, una cuestión no menor si se quiere hablar ‘de igual a igual’.

 La decisión presidencial llegó después del cierre del mercado porteño; pero en la Bolsa se comentó permanentemente acerca de un arreglo en el cortísimo plazo.

 Los bonos estuvieron más flojos en sus cotizaciones porque el temor al fracaso de las negociaciones oficiosas provocó ventas desde sectores que venían ganando jugosas cifras durante las últimas semanas y decidieron convertirlas en efectivo.

 Otros vendieron para compra acciones que venían de un fuerte ajuste bajista luego de 12 records consecutivos del índice líder Merval y de un recorrido alcista de 33 ruedas para todo el mercado que sólo registró algunos altibajos dentro de ese período donde las tomas de ganancias se absorbieron en 24 horas como máximo.

 El acuerdo con ese Club, mejorará el perfil de la deuda argentina; provocara una suba de los bonos soberanos; y acercara a la Argentina hacia los mercados internacionales de crédito, lugar que por ahora le es negado ante la situación de parcial incumplimiento.

 No en vano, el índice de riesgo país argentino estaba bajando 12 puntos básicos (pb) en el mercado electrónico nocturno, según la banca J. P. Morgan.

 Los bancos resultarán directamente beneficiados por tener una amplia cantidad de bonos argentinos en sus portafolios, razonaron socios de la Bolsa e inversores que anoche escucharon con atención el mensaje presidencial.

Es una generalizada impresión, el hecho que la Bolsa abrirá hoy, en alza al iniciarse las operaciones.