En las últimas horas, con el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 441, el Gobierno Nacional a través de la Anses, incrementó sus derechos sobre el paquete accionario en empresas privadas.
La medida permite al Estado Nacional acrecentar su participación en aquellos entes de los cuales eran socios las extintas AFJP, y lo habilita para designar tantos representantes en los respectivos Directorios como lo haga posible la proporcional tenencia de títulos de capital.
El argumento dado por el régimen gobernante es que busca con esto defender las rentas derivadas de las inversiones efectuadas por el Anses, sin embargo, no es difícil deducir que la verdadera intencionalidad es muy otra, sobre todo si se trata de bancos, compañías petroleras, de energía, de alimentos y transporte.
Además, varios de los nuevos directivos a ser designados pertenecen a la agrupación La Cámpora.
Un punto interesante a destacar del mencionado DNU es que justifica esta medida a efectos de otorgar igualdad de condiciones al Anses con relación al resto de los inversores o tenedores de acciones, preservando los activos del fondo de afectación específica y resguardando intereses.
Dice además que esos recursos deberán invertirse en activos financieros nacionales como la adquisición de títulos públicos o títulos valores locales solventes, y expresa que "para la administración de dichos recursos, han de contemplarse los impactos de las decisiones de inversión de la macroeconomía, especialmente en la creación de empleo, previendo las medidas relacionadas con la diversificación de riesgos y adecuación temporal de las inversiones que aseguren el cumplimiento de los objetivos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad”.
Aunque nada de todo esto ha de ser así en la práctica seguramente, sin mencionar que la naturaleza de las inversiones en las empresas privadas no es compatible con la de iguales decisiones del Estado Nacional. Aunque esto resulte un dato menor para el régimen gobernante.
Como consecuencia de la nueva norma el Gobierno Nacional tendrá por ejemplo el 26,41 % de los votos de Edenor, el 30,90 % del Banco Macro, el 24,8 % de Telecom, el 11,84 % de Petrobras, el 8,13 % de Metrogas, el 9 % del Grupo Clarín, entre otros.
Con respecto al sector agroindustrial, lo hará en tres grandes empresas como Molinos Río de La Plata S.A. con el 19,99 %, citrícola San Miguel con el 26,96 % y La Patagonia con el 20,24 %.
La primera es una de las más antiguas e importantes de la Argentina en el rubro alimentario, fundada en 1902. La segunda es una empresa líder en la producción de cítricos, primera exportadora de Argentina y Uruguay y una de las mayores del mundo. Y la tercera exhibe una importante facturación anual por la exportación de productos bovinos.
Asimismo, la Anses también aumentará su participación en la azucarera Ledesma con el 0,38 %, el frigorífico Quickfood cuya empresa controlante es la Marfrig de origen brasileño y Cresud, importante empresa del sector agropecuario con el 3,50 %, cuyas actividades principales son la producción en tierras rentadas o propias y la adquisición, transformación y venta de campos.
Aún habiendo mas que sobradas pruebas del fracaso de este tipo de políticas en el mundo durante décadas, el modelo k sigue su proceso de profundización. O quizás de inmolación. El problema es que cada vez que un fundamentalista ejecuta su acto final se lleva puestos a muchos.
¿Es esto lo que realmente esperaban los que votaron a Cristina en 2007?
Nidia G. Osimani