La inmensa mayoría de lectores que escribimos a Tribuna desde hace tiempo, sin duda hemos llegado a un diagnóstico acertado respecto al estado terminal de la enfermedad que padecen nuestras instituciones. Éstas, representadas hoy por miserables como Oyarbide en el poder judicial, Fernández en el Ejecutivo, Kunkel en el Legislativo, sin olvidar a Garré, Conti, DElia, los Rossi, etc., etc., etc. se han encargado sistemáticamente de poner en las manos de Doña Disparate un arma mortal que ya está borrando del mapa a la Argentina. Enviciando constantemente a la población más humilde con drogas, vagancia disfrazadade ayuda social, fútbol, fines de semana largos sólo aceptables en países organizados y desarrollados , joda y más joda. Entonces, si ya sabemos todos los argentinos, inclusive los oficialistas, que de seguir este rumbo el resultado final será el derrumbe irreversible del país, con mucha sangre, con mucha injusticia que no podrá ser evitada y con cero posibilidades de que nuestros hijos y nietos disfruten una Argentina normal, pacífica, decente, laboriosa, productiva, creadora, inteligente y estudiosa, aceptemos por lo tanto que la prioridad uno es convencer y presionar a los líderes opositores que, sin abandonar sus bases "programáticas", aprovechen sus cuotas de poder y prestigio para formar DE UNA VEZ POR TODAS un bloque, alianza, acuerdo o como le quieran llamar, a fin de erradicar para siempre a las alimañas. Obviamente que para ello deberán ceder un poquito con sus ambiciones políticas, que los potenciales candidatos dejen los espacios superiores para aquellos que en su primer día de gobierno enfrenten con el mayor coraje y decisión al bandidaje que hoy ya nos tiene recontra podridos, a los que todavía trabajamos , y además a los que reciben "planes", pues muchos de ellos también ya están recontra podridos de tanta humillación. Si algún amigo forista tiene allegados o familiares entre los candidatos opositores, por favor no dejen de romperle las esferas hasta lograr que se pongan las pilas y actúen. Atte.

Estimado el bagual...parece que es indómito pero también muy inocente. La clase política y dirigente es una muestra, al azar, de lo que somos nosotros, como pueblo...ya lo dijeron por ahi...que cada pueblo tiene los dirigentes que se le parecen. Lo mas triste es que es un tema cultural, enquistado profundamente en nuestra idiosincracia (a esta altura idiotasingracia), que llevará, si es que es posible, décadas revertirlo. Y mientras tanto, seguiremos comiendo lo mismo de siempre...amarguras por doquier.

que me disculpen todos los foristas pero mi opinion es que de nada sirve llorar como mujeres, lo que no supimos, ni sabemos defender como hombres

tarufeti sos un maestro, ajajajajajajajajajajaa

Como humilde lector de esta Tribuna, habitualmente escribo para opinar sobre el artículo principal y no para intercambiar impresiones con los demás lectores, pero en este caso hago la excepción para comentarle a mi estimado Luis que, tanto él como yo y el resto de los foristas, tenemos en común la esperanza de que nuestro país deje ya de ser una grotesca caricatura con inminente rumbo de colisión, para retomar urgentemente un camino de normalidad. Por supuesto que sería ingenuo de mi parte suponer que vendrá una gran nube de bondad a posarse sobre la ciudadanía corrupta, cómplice, machista, inmadura, culpable de los reiterados fracasos electorales que necesitan al peronismo como una droga adictiva. Ya sabemos que este bandidaje eterno que nos gobierna es exclusivamente producto de nuestra estupidez. Pero este dato, muy triste por cierto, no debe paralizarnos al extremo de la resignación; por eso mi anterior mensaje fue una mezcla de propuesta y expresión de deseos discreta para publicar en este medio. Pero no dudes Luis que en mi cabeza provinciana está toda la bronca y la racionalidad que también tenés vos y todos los que leen Tribuna. Mi trabajo es la educación y desde ahí voy sembrando diariamente. Que los potros salgan ariscos pero nobles.