El resultado negativo dado a conocer por el Banco Nacional de Datos Genéticos respecto al ADN de Marcela y Felipe Noble Herrera, ha sido un golpe duro para el oficialismo luego de haber machacado durante años y años respecto a un vínculo que no era real.
El dato fue anticipado de alguna manera por Tribuna de Periodistas, ya que el 17 de junio el colega Jorge Boimvaser reveló —por primera vez— que al menos uno de los hijos de Ernestina, Felipe, era hijo de paraguayos.
En la nota de marras, el colega de este medio hace referencia a una conversación con un ex diplomático paraguayo, donde le fue revelada la “verdad”:
“Felipe Herrera, el hijo de la señora Herrera de Noble, es fruto de un matrimonio paraguayo, que lo entregó… no sé si hubo dinero en el medio, porque no lo podían mantener… No sé si la adopción fue legal, pero como lo pidió alguien muy importante del gobierno argentino… ‘El Rubio’ (Stroessner) hizo supervisar directamente que todas las gestiones estuvieran en orden, al menos del lado paraguayo...”.
Luego, cuando Boimvaser le pregunta a su fuente si Felipe podía ser hijo de algún matrimonio paraguayo que fueran detenidos-desaparecidos, o en la Argentina o en el marco de la Operación Cóndor —represión conjunta de las dictaduras en todo el Cono Sur— en otro país, la respuesta es categórica: “No, definitivamente Felipe Herrera no es hijo de víctimas de la represión. Don Alfredo (Stroessner) no permitía tomar chicos como rehenes del Estado. En eso era muy firme. Y si no me falla la memoria, el pedido de encontrar un hijo para adoptar por parte de la dueña de Clarín comenzó durante el gobierno de Perón que fue derrocado en 1976. Se dio la posibilidad con este chico creo que en 1977, pero la solicitud estaba desde antes…”
En la misma nota, el periodista vaticinó lo que ocurrió pocas semanas más tarde: “Felipe Herrera no dará compatible con ningún desaparecido en la Argentina. Otro peldaño en la caída irremediable del kirchnerismo y sus aliados.”
Otro papelón oficial y van…
Carlos Forte