En Resistencia, provincia del Chaco, tres obradores de Sueños Compartidos ya no bajan la cabeza ante los matones que ayer respondían a Sergio Schoklender y hoy se mantienen en pie reportando al poder político local. Levantan la voz ante la indiferencia ciudadana, y ante una comisión de diputados que fue de paseo por la provincia y regresó conforme con las explicaciones otorgadas por el gobernador Jorge Capitanich. El periodismo local hoy está más preocupado en las próximas elecciones locales que en investigar las escandalosas 15 licitaciones que se otorgaron en 3 años en una provincia en donde “la Fundación” pisó más fuerte que en ningún otro punto del país.
Luego del escándalo, el gobierno nacional reaccionó defensivamente. Negó todo. Ante el recorrido mediático de Sergio Schoklender mientras que aparecían yates, aviones, propiedades y se entrecruzaban datos de financieras, financiamiento político, negocios ilegales y construcción de viviendas, el gobierno mandó a su tropa de interlocutores a despegarse del “maldito”. “Había que sacrificarlo por la causa”, como si se tratara de una sociedad secreta digna de una telenovela que se emite por un canal de aire capitalino. Pero Schoklender no era uno más. No era un funcionario como Ricardo Jaime, Claudio Uberti o un sindicalista como José Pedraza o Zanola. No. Su historia es digna de película. No de una. Muchas. Manchada Hebe de Bonafini, observando que su defensa era más pesada que un salvavidas de plomo, comenzó el operativo “estatización”. Una Fundación a la deriva era rescatada por el gobierno nacional. Los reclamos de los obreros en todos los puntos del país, algunos con mayor organización, otros de forma más desquiciada, amenazaban con levantar a los más humildes contra el modelo nacional y popular. La bronca iba en aumento. Pero la supuesta estatización, el operativo salvataje, no es más que una privatización encubierta o, cuando no, el capitalismo de amigos ajustando presupuestos y despidiendo empleados.
Según los empleados que se animaron a salir del cono del silencio, en el obrador de Fontana, ciudad ubicada a 5 kilómetros del centro de Resistencia, localidad satélite del conurbano de la capital del Chaco y uno de los sitios más humildes de la provincia, se les está ofreciendo una indemnización de 5.000 pesos a los trabajadores. Claro está que, el que cobra la indemnización, se queda sin trabajo y sin derecho a reclamar alguna deuda atrasada. La empresa constructora local se llama SIC y uno de sus dueños –según la fuente local- es Marcelino Piñeyro, hombre del actual gobernador. Un dato a tener en cuenta es la aparición repentina de un “obrador fantasma” en el asentamiento Banderas Argentinas en Fontana. Solo tiene dos personas de seguridad, no hay nada plantado cuando se deberían haber hecho algunas “plateas”. “Hay un grupo de 30 compañeros que están de paro y no se puede ingresar a hablar con ellos”, afirma el informante al que le gatillaron meses atrás un arma en la sien y tuvo que refugiarse en la ciudad de Buenos Aires de forma clandestina. El hombre fuerte del proceso de traspaso es el mismo que era el nexo de las provincias con Sueños Compartidos en Capital Federal: Jorge “El Negro” Franco. Franco no quiso hacer declaraciones a este periodista.
Extrañamente, desde mi regreso de la ciudad de Resistencia, y más aún, luego de mi aparición en Telenoche entrevistando a “Pocho” Brizuela, en el corte total de la General Paz de mediados de julio frente al obrador Castañares, he recibido sugestivos llamados y amenazas hacia mi familia. Brizuela era custodio de Hebe y Sergio Schoklender, encargado de seguridad de la Fundación, empleado del gobierno de la ciudad y peso pesado dentro de la Villa 15. Según ex trabajadores (fui testigo de la frase ante la mirada encendida de Brizuela) el hombre “que le cuidaba el culo a Sergio en la cárcel”.
De regreso al Chaco
El caso del obrador de Banderas Argentinas en Fontana puede ser un hecho aislado o el modus operando de una asociación ilícita diseñada para un robo sistemático con alcances insospechados. “En teoría, en ese obrador, habría 30 obreros trabajando, pero no existen. Se hacen aportes por 30 personas inexistentes”, afirma el trabajador de uno de los 15 obradores del Chaco. El matón local se llama “Tiso” Talavera y es la voz cantante que responde hoy al gobierno chaqueño y ayer a Sergio Schoklender. El propio Talavera viajó a Buenos Aires para informar a la hija de Hebe de Bonafini de la situación y de los nombres “de los revoltosos” que paralizaban las obras. Hoy, “muchos compañeros volvieron a enfrentarse con Jorge Franco —coordinador de Unidad Ejecutora de Programas Especiales (UEPE)— pidiendo que Tiso se vaya del obrador”. Talavera continúa firme junto a la “causa”.
La frase final es contundente: “El gobierno se hizo cargo pero en realidad se trata de una privatización.” La sociedad está silenciada pero el boca a boca de las familias estafadas que están hartas de bajar la cabeza y ser humilladas amenaza con convertirse en una revolución de los más humildes. “No se mueve nada, está absolutamente arreglado, Luis”, dice el informante que pide ayuda, apoyo y llora a la distancia.
¿Cuál es el negocio de los punteros locales quienes han vuelto a recibir cooperativas por parte del gobierno local mientras tienen causas abiertas por maltrato laboral y hasta secuestro de personas? ¿Quién es Jorge Franco? ¿Hasta dónde llega la “cadena de favores”? Los ex trabajadores y los que la pelean desde adentro tienen sus propias teorías basados en años de vivencias, mentiras, engaños y falsas promesas. El fenómeno de la toma del Parque Indoamericano comenzó así. Luego se prostituyó el justo reclamo. Pero es una luz de advertencia a una sociedad y a un gobierno desaprensivo.
Luis Gasulla
Estoy podrido de estar en Uruguay exiliado porque en todos lados me quieren meter preso. Voy a ir a Argentina y matar a los Kirchner y a la jueza Arroyo Salgado que me procesó. Por culpa de ella hoy soy drogadicto, ¿qué más quiere de mí? Qué pais mas ingrato, yo pinchaba telefonos y mails para el gobierno. Ahora no me quieren más.
Ivan: Conozco tu historia pero no en profundidad, ¿podrías contactarnos para intercambiar información? Muchas Gracias. Luis Gasulla (autor de la nota)
Todavía no puedo creer que no existan fiscales con las bolas puestas donde estar para presentar estos casos a la Justicia. Claro, después nos toca en el sorteo a Oyarbide y estamos fregados, pero igual deberían ser casos de público conocimiento.
Los KK son una maquina de picar gente. Se usan y se tiran como basura. Eso es lo que hacen. Usan hasta a los pobres quedandose con su dignidad. FUERA YA MISMO LA PERTURBADA MENTAL Y SUS SECUACES!
SOY DEL CHACO, PERO POCO Y NADA SE SABE, LO CONOCEMOS AL KOKI, SABEMOS DE LO QUE ES CAPAZ, PERO TODOS LOS MEDIOS LO CUBREN