Todo empezó cuando Horacio Verbitsky tiró la primera piedra contra Jorge Altamira a través de Página/12: “A propósito de su líder, José Simón Wermus, una pregunta marginal, como mera curiosidad: ¿por qué al abandonar su apellido judío prefirió el resonante Altamira a un proletario Carrizo o González? Lo mismo hicieron sus hermanos: Natalio Wermus es el columnista de Clarín Ismael Bermúdez, y Felipe Wermus el asesor de Humala, Luis Favre.”
La respuesta del eterno candidato por el Partido Obrero no tardó en llegar: “Horacio Verbitsky esperó 45 años para denunciar, el domingo 28, en Página 12, de que mi nombre político, Jorge Altamira, intenta ocultar mi origen judío, o 28 años desde que lo utilicé en la condición de candidato electoral, luego del visto bueno de la Justicia. Verbitsky hizo lo contrario: abandonó los seudónimos poco judaicos que utilizó en su condición de dirigente de Montoneros para reconvertirse en el cordero Verbitsky y renegar de su pasado.”
Altamira responde con una dureza pocas veces vista y no se priva de llamar “idiota” al escriba oficialista: “José (Saúl, no Simón, imbécil) Wermus hizo lo contrario y se mantuvo como Jorge Altamira, para reivindicar su trayectoria de lucha de más de cincuenta años bajo numerosas dictaduras militares.”
Luego destaca el hecho de que no se ha visto que Verbitsky “se destacara, bajo su mote post montonero como protagonista creativo de la comunidad judía, como si fueran suficientes los sonidos del apellido para probar esa condición; Altamira, por el contrario, aún sigue peleando contra el encubrimiento del atentado a la AMIA por parte del estado argentino y los principales servicios secretos del extranjero.”
Más adelante, Altamira asegura que Verbitsky aprovechó su reconversión de apellido para ponerse al servicio de propaganda de los gobiernos de Alfonsín y de la Alianza, “mientras su amigo José Pablo Feinmann apoyaba, desde la revista Humor, el pacto entre Menem y Bunge & Born.“
Asimismo, culpa a Página/12 por el despido de un colaborador “que usaba un seudónimo judío, Natalio Liberman, el apellido de su madre, (hoy firma Ismael Bermúdez), cuando éste escribió una crítica a la privatización de la seguridad social de Menem, porque esa posición afectaba la continuidad de los anuncios publicitarios de las AFJP en el diario.”
Finalmente, luego de recordar cómo Verbitsky ayudó a desviar la atención sobre graves hechos de corrupción del kirchnerismo, se arriesga a sostener que este arremete contra él “porque el Frente de Izquierda está en pleno avance y es visto con respeto e interés” y acusa al Frente para la Victoria de ser una “farsa” en su representación de la izquierda o al antiimperialismo.
La pelea recién empieza, ¿acusará recibo el periodista de Página/12?
José María González