Tanto la gestión kirchnerista en la Nación, como la macrista en la Ciudad hicieron promesas que no cumplieron en torno al ferrocarril Sarmiento, indica NA.
El trágico choque del colectivo con un tren en el barrio porteño de Flores se debió en gran medida a la imprudencia del chofer del ómnibus, pero detrás de la tragedia también hay promesas incumplidas de los gobiernos nacional y porteño sobre la traza del ferrocarril Sarmiento.
De hecho, en más de ocho años de gestión kirchnerista en la Nación y casi cuatro del macrismo en la Ciudad, la línea Sarmiento no registró mejoras tanto en la propia estructura ferroviaria como en los pasos a nivel, uno de los cuales se convirtió este martes en el escenario de una tragedia.
Anoche, un vocero del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño aseguró a Noticias Argentinas que el Gobierno de la Ciudad no incluyó la traza de Sarmiento en su plan de obras porque la administración kirchnerista se había comprometido, en varias oportunidades, a realizar allí un soterramiento.
En efecto, el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, que une la terminal porteña de Once con Moreno en el oeste del Gran Buenos Aires, se convirtió en los últimos años en una de las obras más anunciadas por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, pero la ejecución jamás se inició.
Por distintas cuestiones políticas, como la áspera pelea del Gobierno nacional con la Ciudad —ahora aplacada por efecto electoral—, y por falta de financiamiento ante el impacto de la crisis financiera de 2008-2009, la obra comenzará a ejecutarse recién cinco años después de su primer anuncio.
De hecho, a escasos metros de donde chocaron el tren y el colectivo en inmediaciones de la estación de Flores, un cartel firmado por la Presidencia de la Nación anuncia el inicio de la obra, que implicará que el tren tendrá un pasaje subterráneo entre Caballito, en la Capital, y Haedo, en la Provincia.
El ex presidente Kirchner anunció el soterramiento el 21 de febrero de 2006 y el 24 de junio de ese mismo año presidió el acto de licitación, mientras que adjudicó las tareas el 15 de agosto en otro acto político. Desde entonces, el soterramiento fue tema de tres actos más encabezados por el mandatario, en los que se dieron a conocer ampliaciones para la extensión que tendrá la obra, y tras la sucesión gubernamental, Cristina Kirchner tomó la posta.
En enero de 2008, la Presidenta encabezó el acto de anuncio de obras para el trayecto Caballito-Moreno y en septiembre ordenó incluir la iniciativa en el proyecto de Presupuesto 2009, mientras que en diciembre presenció la suscripción del contrato de Obra Pública.
En noviembre de 2010, el ministro de Planificación, Julio De Vido, había reconocido que el soterramiento sufrió "una demora" dado que el país no pudo buscar financiamiento, por lo que recién el 16 de agosto el Gobierno lanzó un fideicomiso en la Bolsa de Comercio porteña por 2.100 millones de pesos iniciales.
Tampoco el Gobierno porteño cuenta con una foja respecto del ferrocarril Sarmiento, puesto que nunca consideró realizar obras de pasos bajo a nivel —conocidos como "sapitos"— en su traza, pese a que parte literalmente al medio la ciudad de Buenos Aires al correr de forma paralela a la avenida Rivadavia.
La aclaración llegó luego de que el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, se quejara por el retraso en las obras de soterramiento y asegurara que hay 17 amparos judiciales presentados por vecinos y ambientalistas que frenaron la construcción de "sapitos".
Montenegro no aclaró que sobre la traza del Sarmiento no estaba contemplada la construcción de ningún "sapito" en el plan del Gobierno macrista, sino que sólo se contemplaba a las líneas ferroviarias Mitre y San Martín, en los barrios de Coghlan, Agronomía, Núñez y Villa del Parque, entre otros.
Por eso el defensor del Pueblo adjunto Gerardo Gómez Coronado salió a aclarar que sobre la traza del Sarmiento "no existe ningún amparo presentado" y sostuvo: "El Gobierno de la Ciudad tampoco ha presentado ningún plan de obras para eliminar barreras" como la de la calle Artigas, donde ocurrió la tragedia.
"Sobre los que sí existen amparos presentados que han tenido acogida judicial favorable, son sobre los túneles de bajo gálibo (sapitos) que pretende construir el GCBA en los barrios de Devoto, Nuñez y Urquiza sin eliminar ninguna barrera existente y que sólo servirían para tránsito liviano", agregó el defensor.
Mientras los gobiernos nacional y porteño se demoran con las obras, los pasos a nivel del ferrocarril Sarmiento se cobran, en promedio, la vida de una persona por día en accidentes dentro del área metropolitana, según datos de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Según pudo saber NA, la reconocida asociación civil Luchemos por la Vida sostuvo que "el ferrocarril de uno de los medios de transporte más seguros en todo el mundo. Pero aquí, en Argentina no puede serlo porque no se invierte en su soterramiento y no se lo mantiene en condiciones de seguridad", Desde la asociación aseguran que "los trenes deben ir por arriba o por abajo, nunca al mismo nivel que el tránsito vehicular o peatonal". Por último, subrayaron que "esta asignatura pendiente tiene un altísimo precio en vidas humanas, más de 300 por año, más las pérdidas económicas por las demoras al tránsito".
Equipo de Actualidad de Tribuna de Periodistas |