El domingo ganó Cristina, pero la fuga de capitales sigue a todo ritmo.
El domingo ganó Cristina, pero la Justicia no citará a ninguno de los cientos de implicados en delitos cometidos desde la función pública.
El domingo ganó Cristina, pero las variables económicas, como el precio del dólar, el del real y la desaceleración de la economía, siguen sin ser tenido en cuenta, o debatido. Ni la economía, corregida.
El domingo ganó Cristina, la Barrick Gold de fiesta.
El domingo ganó Cristina, el pluralismo y el diálogo entre fuerzas políticas deberán esperar cuatro años más.
El domingo ganó Cristina, pero la inflación sigue a todo vapor, carcomiendo los salarios, las jubilaciones, y la renta de las empresas que no invertirán.
El domingo ganó Cristina, pero no dejó de haber desesperanza en los barrios pobres, en los pueblos abandonados, en las villas y en los asentamientos.
El domingo ganó Cristina, pero es mentira que hay más democracia, volvieron a producirse todos los desmanejos electorales y avivadas de siempre.
El domingo ganó Cristina, pero vamos a seguir viajando en los mismos trenes y colectivos amortizados, terminados, obsoletos, peligrosos, parecidos a los de la India.
El domingo ganó Cristina, el justo 82% para los jubilados y la ley de reajuste móvil, deberán esperar cuatro años.
El domingo ganó Cristina, pero no habrá representantes de los trabajadores en el Congreso, como siempre lo propugnaba el peronismo, sino, los más chupamedias K y los pingüinos adictos.
El domingo ganó Cristina, las provincias y los gobernadores serán tan dependientes del poder central y tan poco independientes como ayer.
El domingo ganó Cristina, seguimos sin crédito internacional, aislados del mundo.
El domingo ganó Cristina, YPF sigue siendo de Repsol.
El domingo ganó Cristina, la obra pública crece en presupuesto, pero a base de corrupción, no de concreciones.
El domingo ganó Cristina, cae la oferta de trabajo, salvo en el sector público.
El domingo ganó Cristina, pero los problemas de la educación siguen igual, los alumnos no aprenden y el país pierde cada vez más con la política de demagogia: fue comprobado en los exámenes de PISA, un sistema internacional de evaluaciones.
El domingo ganó Cristina, pero los índices del INDEC siguen siendo manipulados.
El domingo ganó Cristina, pero los sueldos siguen perdiendo poder de compra por la inflación del 2% al 3 % mensual.
El domingo ganó Cristina, si hay que ajustar, será vía consumidores y no a los empresarios amigos del poder.
El domingo ganó Cristina, pero las instituciones son cada vez menos independientes y más manejadas por el poder central.
El domingo ganó Cristina, la matriz fiscal seguirá siendo regresiva, solo se perseguirá a los quiosqueros y otros perejiles, los grandes seguirán evadiendo impuestos como siempre.
El domingo ganó Cristina, pero cada vez se ven más indigentes en las calles.
El domingo ganó Cristina, pero del monocultivo de soja no se puede hablar.
El domingo ganó Cristina, pero del menor consumo de proteínas (carnes) por habitante, es una especie de “ajuste” encubierto hay silencio, nadie ve, y tampoco se puede hablar.
El domingo ganó Cristina, pero la CTA no tiene reconocimiento oficial, ni existe democracia sindical.
El domingo ganó Cristina, pero seguiremos sin radarizar las fronteras, y continuaremos abiertos al narco-contrabando.
El domingo ganó Cristina, pero ya tenemos 4 millones de drogadependientes.
El domingo ganó Cristina, seguirá la trata de blancas y los abusos del poder sobre las mujeres, niños y otros vulnerables.
El domingo ganó Cristina, pero la pesca indiscriminada y los mares seguirán siendo regalados como en la época anterior de este gobierno, la de Menem.
El domingo ganó Cristina, en Buenos Aires hay 80 villas más que cuando asumieron “él” y “ella”.
El domingo ganó Cristina, no hay crédito en pesos para la vivienda, salvo los que ofrecen “mamá Hebe y Sergio” a cambio de predicar el rosario guevarista.
El domingo ganó Cristina, pero los “amigos del poder K” seguirán ganando “licitaciones” poblando el país de prostíbulos y casinos, como en la Cuba de Batista.
El domingo ganó Cristina, y los santacruceños tendrán que esperar cuatro años más para saber qué pasó con su plata, y por qué no vuelve de la “mesita” de NYC.
El domingo ganó Cristina, la Argentina seguirá siendo un país aislado del mundo, agro-exportador y dependiente.
El domingo ganó Cristina, y el “crecimiento” seguirá dejando la renta a los agroexportadores y a las multinacionales del comercio de granos, carnes y alimentos, sin “matriz diversificada”, siempre mentida.
El domingo ganó Cristina, ya no será necesario mantener el “Ital Park de Villa Martelli”.
El domingo ganó Cristina, seguirá faltando nafta y gas, no convine destilar.
El domingo ganó Cristina, y los bancos y cajas de crédito usurarias (la pasión verdadera de él), se seguirán llenando los bolsillos exprimiendo a los asalariados con sus gastos y costos.
El domingo ganó Cristina, durante cuatro años más habrá una seguidilla de monumentos, veneraciones, actos y estatuas e idolatrando la imagen de “San Néstor”.
El domingo ganó Cristina, China, Qatar, India, Brasil y otros emergentes podrán seguir comprando tierras o apropiándose de posiciones hegemónicas de esenciales, como la soja, el hierro, la exportación de cuota Hilton, y otros nichos locales de producción agraria o primaria.
El domingo ganó Cristina, todos los funcionarios podrán seguir multiplicando geométricamente su patrimonio, tranquilos, sin que nadie se ose a cuestionarlos.
El domingo ganó Cristina, seguiremos entre los países menos trasparentes, más corruptos y menos aconsejables para invertir: 105 de 180 países.
El domingo ganó Cristina, seguirá la mirada tuerta de la historia y la construcción del relato K de la misma.
El domingo ganó Cristina, la posibilidad de vivir en una República se posterga por cuatro años más.
José Terenzio