Cuando Mauricio Macri llegó al poder, aseguró que no toleraría actos de corrupción, de índole alguna. Eso esperanzó a propios y ajenos, muchos de los cuales imaginaron que los hombres que elegiría para llevar a cabo su tarea al frente del Ejecutivo nacional serían de una probidad a prueba de balas. No fue así.
A poco de iniciar su mandato, Macri decepcionó a varios, al optar por personajes complicados judicialmente. Tales los casos de Guillermo Dietrich, Miguel de Godoy, Néstor Grindetti, y otros. ¿Y la tan declamada transparencia? ¿Qué pasó con esas palabras?
Acto seguido, ocurrió otro hecho que dejó boquiabiertos a todos: el presidente desplazó de su cargo al frente de la Aduana a uno de sus pocos funcionarios honestos, Juan Carlos Gómez Centurión. Ello después de que un denunciante anónimo lo involucrara en hechos de corrupción a través de audios que se comprobaron editados por una empresa que suele hacer trabajos “tercerizados” para la exSIDE.
En ese contexto, aparece una situación inquietante, que complica al PAMI “macrista”, una puja arreglada para beneficiar a una empresa que este cronista viene denunciando desde hace casi 20 años por sus vínculos con el tráfico de estupefacientes y consecuente lavado de dinero, Prosegur (1).
Los rastros de ese cuestionable hecho pueden verse en la licitación N° 42 impulsada por el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP). Expediente 0200-2016-0007309-5.
Allí se busca cubrir la contratación del servicio de seguridad y vigilancia para la unidad asistencial Dr. Cesar Milstein y anexo (CABA), los policlínicos PAMI I, anexo y PAMI II (Rosario) y el Hospital General de Agudos de Esteban Echeverría (Pcia. de Bs. As.).
Lo curioso es que las condiciones que se piden son tan específicas que solo una empresa está preparada para cumplir con los requisitos. Como ya se dijo, se trata de Prosegur.
Por caso, las empresas que no tengan al menos 2.250 empleados en su nómina no pueden participar. Ello surge de la cantidad de horas-hombre que se exige en el pliego.
En estas horas, la justicia investiga una denuncia judicial que señala —y documenta— lo antedicho. Allí se destaca que el pliego particular “ha sido confeccionado totalmente direccionado y establece una prohibición encubierta (…) resultando este trato discriminatorio e inconstitucional”.
En la misma presentación, se menciona que la licitación tiene un “único objetivo de excluir expresamente a más del 90% de las empresas del rubro, y adjudicar el servicio a una nueva empresa de gran magnitud y poder económico, al establecer requisitos económicos y de personal que sólo pueden ser cumplidos por una o dos empresas existentes”.
La denuncia proviene de la empresa que venía cubriendo el servicio de seguridad para el PAMI en los últimos años, se trata de Maxsegur SRL, firma que ganó las dos últimas licitaciones pero que ahora quedó vedada al haber cambiado las condiciones de los pliegos.
Por lo que pudo saber este periodista, quien se encuentra detrás de la movida para beneficiar a Prosegur es Lucas De la Rosa, exgerente de seguridad de YPF entre 2010 y 2013 y luego de Chevron hasta mayo 2016, donde Prosegur es la empresa contratada.
Hoy se presenta como "gerente de políticas de seguridad" del PAMI, pero no tiene cargo alguno (formal, publicado en el BO) y figura en nómina como un empleado más. Es quien impulsa la cuestionada licitación.
Entretanto, en estas horas a través de la denuncia ya mencionada se intenta suspender el proceso licitatorio, en especial el acto de apertura de ofertas previsto para el próximo 2 de septiembre.
Según la referida presentación, el pliego “atenta contra los intereses de los jubilados y pensionados, dado que se persigue la contratación de empresas de gran magnitud con estructuras y costos mucho mayores en comparación con los costos promedios del mercado, y al mismo tiempo impide que empresas de menor envergadura oferten, lo cual permitiría comparar los precios, y elegir el más conveniente para el Instituto y sus afiliados”.
Sería pertinente que desde el PAMI alguien explicara por qué avanza en semejante desaguisado. La honestidad no solo se declama: también se ejerce y demuestra en los hechos.
Como sostuvo alguna vez Mark Twain, se trata de “la mejor de todas las artes perdidas”. La honestidad, claro.
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(1) La historia y los delitos cometidos por Prosegur se pueden consultar en “La larga sombra de Yabrán”, editorial Sudamericana, 1998.