Guillermo Knoll es un monstruo, en el buen sentido, claro. Es un periodista de raza, de aquellos que ya no existen.
Tuve el placer de trabajar a su lado cuando ambos enseñábamos —o intentábamos enseñar— periodismo en la mejor escuela de periodismo que tuvo Buenos Aires: el Círculo de la Prensa.
Lo mío era el periodismo de investigación, lo suyo el periodismo deportivo. Me ha dejado estupefacto el verlo enseñar, por su pasión a la hora de dar clases. Realmente, un grande.
Podría hablar mucho más sobre Guillermo, contar mil anécdotas, pero solo quiero recomendarles su octavo libro “Manual de curiosidades Mundiales”, que cuenta con el prólogo de Enrique Macaya Márquez.
Es un libro más que interesante, que cuenta con 300 páginas y 21 capítulos en los que se repasan todos los torneos Mundiales, no solamente desde la órbita del fútbol sino que también se vinculan hechos históricos a lo largo de 88 años de historia.
"Se trata –nada más y nada menos- de la competencia sudamericana por excelencia. La que le abrió las puertas del mundo futbolístico. La que da nacimiento a una investigación y relato de altísimo nivel", advierte el mismísimo Macaya Márquez en el ya mencionado prólogo.
Aún no he leído la obra, lo confieso, pero conozco el paño del autor, por lo cual lo recomiendo. Vale la pena, sin duda alguna.