Intentar aggiornarse sobre el tema del presunto abuso sexual del sacerdote Julio César Grassi contra sus pupilos en la Fundación Felices los niños puede ser una tarea poco sencilla en estos días. Y es que, más allá de la poca información que los medios están desplegando en los últimos tiempos, las personas que realmente conocen el tema viven aterradas por su seguridad personal. Parece exagerado, pero para quienes manejan esta causa en profundidad, no es nada descabellado. Según pudo consignar este periodista, en la periferia del cura Grassi se movería una especie de "Grupo de Tareas" predispuesto a acallar las voluntades más incorrompibles.
Por si esto no fuera suficiente, Grassi cuenta con el asesoramiento de once abogados (1) que no dudarán en avanzar judicialmente contra aquellas personas que el sacerdote ordene. "Ni siquiera Carlos Menem, ex presidente de la Nación, tuvo tantos abogados, creo que más de tres no tenía", dijo a este periodista el abogado Juan Pablo Gallego, una de las fuentes consultadas para este artículo.
Pocas horas antes de que estas líneas fueran escritas, una persona muy allegada al cura Grassi amenazó a este periodista con iniciar acciones legales en caso de que se volviera a escribir sobre su persona. Poco antes, otra fuente advirtió sobre una movida similar: "te puedo decir que un tal Dr. Muro (perteneciente a los abogados del sacerdote) quiere tomar medidas respecto de la nota que sacaste, lo cierto es que no se de dónde se van a agarrar porque la información que publicaste es totalmente cierta y, sobre todo, chequeable. Personalmente me preocupa cómo el poder del sacerdote le permite incluso y, bajo sus actuales circunstancias, seguir dirigiendo, y tomando desiciones respecto del destino de esa cantidad de chicos".
El informante agregó que no sólo hay gente disconforme entre los que actualmente trabajan allí, sino que "hay muchísima gente que antes defendía y apoyaba al sacerdote y que, viendo muchas cosas extrañas, le gustaría sacar a la luz muchísimas injusticias y mentiras cometidas, pero las presiones son muchas y fuertes".
Una de las personas referidas por el interlocutor -una conocida psicóloga que habría preparado a Grassi respecto a la forma de abordar su posible exámen psiquiátrico en el marco de la causa judicial en su contra- fue tratada de contactar por este periodista pero jamás quiso hablar. Se trata de una profesional perteneciente al staff del Felices los niños que no soportó seguir allí y abandonó su cargo.
Justicia que avanza como tortuga
Para el presente artículo, este periodista entrevistó a no menos de 12 personas de diversa índole, desde periodistas especializados en el tema Grassi hasta ex (y actuales) empleados de la Fundación Felices los niños. Algunos de los reporteados pidieron mantener en anonimato total su testimonio y sólo tres personas permitieron que su nombre aparezca en esta nota. Uno de ellos es el valiente abogado anterioremente mencionado, Juan Pablo Gallego, quien confirmó lo publicado por este periódico hace un par de meses respecto a los aprietes sufridos por aquellos que se animan a declarar contra Grassi.
"Hay varios testigos, al igual que los mencionados por vos, que sufrieron graves amenazas luego de no favorecer a Grassi en sus testimonios. Son Amalia Castro (ex panadera de la Fundación), Julio Villagra, Marta Díaz y al menos otros diez testigos. Hay una causa judicial en la que se investigan puntuales atentados contra ellos.
Otro elemento importante es cómo la Justicia colabora con con Grassi al dejar transcurrir el tiempo (ya van más de 3 años) contribuyendo al desgaste de víctimas y testigos. Al respecto, es al menos curiosa la actitud de la Cámara de garantías de Morón que sucesivamente le concede la posibilidad de seguir 'recurriendo' y 'perdiendo' tiempo, de manera contraria a las disposiciones legales".
Realmente no se entiende cómo a Grassi se le ha permitido "ocurrir" en cuatro oportunidades ante la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires por el mismo hecho por el que este recusa a todo el Poder Judicial Bonaerense.
Lo cierto es que estas dilaciones permiten que se agudice la situación de indefensión de las víctimas de esta causa y esto es producto de las maniobras de la defensa y de la duración irrazonable del proceso. Enrique Stola, psiquiatra de "Gabriel", y otro de los que se animó a nominar su testimonio, dejó entrever a este periodista la preocupación que le genera el estado de indefensión de su paciente: "Mientras Grassi persiste en su estrategia de demorar el juicio y desgastar a Gabriel, sus derechos están más que garantizados: sigue en su Fundación, da misas y no se le hizo peritaje psicológico. Gabriel, por su parte, vive escondido por temor a las represalias que sufre constantemente. Es paradójico".
Para entender de qué habla Stola, basta leer parte del extenso escrito presentado ante la justicia por el mencionado Dr. Gallego y desconocido por los medios de prensa:
"Transcurridos más de tres años desde entonces, muy poco o nada se ha avanzado para resguardar la integridad de los denunciantes, tender un manto de protección sobre quienes se encontraren en condiciones de denunciar, y, en definitiva, para contribuir al afianzamiento del servicio de administración de justicia.(...)
En autos, 'Gabriel' –en reiteradas oportunidades-, su terapeuta Enrique Stola y diversos testigos fueron objeto de sucesivas amenazas y atentados luego de no favorecer a Grassi en sus declaraciones. Efectuaron sendos dictados de rostros y declaraciones testificales. Sin embargo, en I.P.P. N° 200.166 no fue hasta la fecha posible establecer la identidad de los atacantes.
El adolescente, conocido como 'Gabriel', a raíz de las agresiones físicas, amenazas ('no podés llegar vivo al juicio' –sic-) con armas de fuego dirigidas a obtener su retractación y a quebrarlo psicológicamente, con grave riesgo a su integridad y atentados padecidos con posterioridad a no favorecer a Grassi en su testimonio judicial, ha tenido por tal motivo que permanecer alojado durante largos períodos en el programa de asistencia a la víctima de la Procuración General de la SCJBA sin que ningún funcionario judicial se preocupara por asistirlo. Perturbando todo ello su vida de relación y su evolución y condicionando su propio desarrollo como derivación de la duración irrazonable del proceso.
Actualmente 'Gabriel' no tiene ninguna protección ni se le brinda asistencia alguna, ni se le garantizan sus derechos y facultades establecidos en el Código Procesal Penal (arts. 1, 77, 79, 83, 85 y ccdtes. CPP), la Constitución Nacional (arts. 18 y 75) y Tratados Internacionales (arts. 3, 4, 5, 12, 19, 34, 36, 39 y ccdtes. CIDN, arts. 8 y 25 CADH, art. 14 PDCP).
El menor conocido como 'Ezequiel', luego de padecer aberrantes hechos contra su integridad sexual, ha debido tolerar: primero, amenazas coactivas perpetradas por el propio imputado, y por las que también ha sido remitido a juicio oral el sacerdote de mención. Luego, el fallido intento de obtener ilegítimamente su retractación, en el marco de una maniobra delictiva en su perjuicio, mediante la que en definitiva sufrió la pérdida de su condición de particular damnificado, dando ello origen a la IPP N° 157.780 caratulada 'PIERRI, Miguel Angel y otros s/ Encubrimiento Agravado' en Legajo Nº 5176, del registro del Juzgado de Garantías N° 1 de este Departamento Judicial, en que se tuvieran por acreditadas diversas maniobras de encubrimiento agravado para favorecer al imputado Julio César Grassi.
Sin perjuicio de ello 'Ezequiel' ha quedado desde entonces dispuesto bajo la tutela jurisdiccional del Estado provincial (art. 310 Código Civil), tras ser ilegítimamente sustraído de la guarda del Sr. Anibal Vega. (...)
Paralelamente a ello, el 21/11/2002 se ha revocado la prisión preventiva efectiva de Julio César Grassi –oportunamente solicitada por el Agente Fiscal el 23/10/2002 y 18/11/2002 como medida indispensable para asegurar el desarrollo del procedimiento y teniendo en cuenta la magnitud de la pena en expectativa-, reemplazándola por una medida alternativa que no le impide al imputado acceder a la sede de su Fundación, en la que ocurrieran los hechos delictivos".
Durmiendo con el enemigo
Uno de los puntos que más temor provoca en el entorno de Grassi es el que está relacionado con los presuntos abusos sexuales de otros menores y que no han salido aún a la luz pública. Al menos cuatro personas entrevistadas por este periodista han confirmado que Grassi habría abusado de otros menores, aparte de los casos mediáticamente conocidos.
En consonancia con esos comentarios, hay una parte del escrito del Dr. Gallego que hace hincapié en este tema. Dice el referido documento que "en la Fundación y en contacto con Julio César Grassi continuarían otras presuntas víctimas adolescentes, como Flavio Móndolo y Luis Gutiérrez, por cuyos hechos contra su integridad sexual -inicialmente ventilados en este mismo legajo - se instruye causa criminal N° 37.306/2003 ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional N° 1 de Santa Cruz, sin que se hasta la fecha se adopten elementales medidas de protección para con tales presuntas víctimas. Siendo incluso que ambos adolescentes están propuestos como testigos en este legajo por la defensa del imputado, denunciándose su actual domicilio como sito en la Fundación".
Asimismo, el escrito de marras advierte que la persona designada como tutora de Grassi para controlar que este cumpla con las restricciones impuestas durante sus ingresos a la Fundación, es la Sra. Miguelina Martinez, persona de su estrecha confianza, directora de la sede de la Fundación denominada Colonia Mi Esperanza –en la que también se denunciaran abusos presuntamente cometidos por el sacerdote- y sobre la que Grassi ejerce una relación de autoridad.
"Miguelina Martinez es también testigo propuesta por la defensa del imputado. De todo lo cual se deduce que se está facilitando la posibilidad de entorpecimiento probatorio (art. 159 CPPPBA); e incluso –dramática e irresponsablemente-, el mantenimiento del estado antijurídico creado por la acción punible y de las condiciones propicias que posibilitarían la reiteración de idénticos hechos respecto de las mismas víctimas", finaliza el documento.
Toda la situación descripta se agrava cuando uno observa el inexistente interés de los medios de prensa sobre este tema. Mientras algunos medios no le encuentran la veta "comercial" al tema, otros prefieren directamente no hablar a sabiendas de lo peligroso que se ha tornado en los últimos tiempos.
"A Canal 13 le han hecho más de 20 juicios por las imágenes mostradas en la famosa cámara de Telenoche Investiga, donde se veía a Grassi en medio de algunos de sus fieles. Esos fieles han sido inducidos a accionar judicialmente por esta gente, supuestamente por el perjuicio de haber sido filmados sin su consentimiento. Como te imaginarás, luego de eso al grupo Clarín no le quedan ganas de publicar nada más", dijo a quien escribe estas líneas una conocida periodista que participó de la investigación del caso para el referido canal.
Por otro lado, hay medios que "operan" a favor de Grassi, gracias al efectivo "aporte" de algunos empresarios importantes. Tal es el caso de diario Ámbito Financiero que, en consonancia con el grupo Hadad (Canal 9, Radio 10 e Infobae), hacen una encarnizada campaña en contra de aquellos que se atreven a criticar al sacerdote Grassi. Como botón de muestra podemos hablar del mail que, en agosto de 2005, el psiquiatra Stola envió a Ámbito Financiero y que no había querido ser publicado antes por diario Clarín. Allí aseguraba que "en octubre de 2002 se hicieron las denuncias por abuso sexual contra el cura Grassi por varios adolescentes, entre ellos mi paciente 'Gabriel', quien ha sido sometido a peritajes, citaciones judiciales, atentados, aprietes y descalificaciones en medios gráficos y televisivos. Sus dichos se comprobaron y Grassi fue procesado.
(...) Los derechos de Grassi están garantizados (pero) mi paciente sigue inmerso en el miedo por haber denunciado a un poderoso y con angustia al no poder organizar su vida.
¿Qué hay que hacer para que los jueces tomen conciencia que es hora de que la justicia tenga en cuenta los tiempos de las víctimas, sobre todo cuando son niños, adolescentes y marginados sociales?
Esto es un llamado a la solidaridad hacia mi paciente para que se concrete el juicio a Grassi y vaya a prisión si es culpable".
A los pocos días, el mail de Stola fue respondido por Julio Ramos, mandamás de Ámbito Financiero. La respuesta, que jamás se publicó, es imperdible:
"Dr. Stola: Existe la libertad de expresión pero no la de mentir. Habiéndonos enviado un mail le decimos que Ud. sabe que Julio Grassi es totalmente inocente y víctima de una artera maniobra. Fue armada en venganza por mujeres de Morón que tentaron al monopolio Clarín, tras probarse vender el producto a otros medios. Ud. ya declaró su ideología y la que impuso a su 'paciente'.
Ya participó en varios actos de esa trama y muy activamente. Lo sabe. A Grassi no lo juzgan porque no saben cómo y por qué. Ni le han dejado a sus abogados leer la acusación por endeble y plagada de falsedades que Ud. conoce. No vemos que puede afectar a un 'paciente' una acusación salvo ver sancionar a un inocente e ignoramos si hay otras motivaciones para tanto empecinamiento. Allá Ud. y su conciencia. Lo grave es la acusación sin prueba a un inocente. Más grave aun es haber adulterado y hacer caer la recuperación de miles de chicos en todo el país a través de una Fundación que era un modelo. Solo a su enceguecimiento puede atribuirse 'sorpresa' porque un sacerdote 'dé misas'. Jamás podría prohibírsele ¿tanto ignora de los que ataca? Que tenga 11, 20 o 40 abogados ¿qué importa? ¿también su marxismo lo lleva a negar el derecho de defensa? Dicen que los psiquiatras y psicólogos que analizan pacientes deben analizarse ellos con colegas.
Creemos desde el periodismo independiente que Ud. no debe cumplir esas recomendaciones si puede escribir un mail como el que nos acercó o envió a la complicidad del sponsor Clarín sobre todo el deplorable invento del caso Grassi. le repetimos: allá Ud. y su conciencia. Nos apena su estado.
Julio Ramos. Dirección Ambito Financiero".
El dinero sí hace la felicidad
Uno de los costados menos explorados en torno a Grassi es el que está relacionado con sus manejos financieros dentro de la fundación Felices los niños. Existen enormes sospechas de posible lavado de dinero y desvío de fondos de sumas realmente importantes. En uno de los artículos publicados por este periódico se hacía referencia a cómo, en privado, importantes obispos del conurbano acusaban irregulares manejos económicos de Grassi, pero no se atrevían a afirmarlo en público. "Pregunten averigüen, a ver si lo que se declaraba como donado era el monto que efectivamente aportaban algunos empresarios y políticos", recomiendan, sugiriendo maniobras de evasión tributaria y blanqueo de plata non sancta.
Wenceslao Bunge, ex vocero del desaparecido narcolavador Alfredo Yabrán, admitió que el empresario postal “realizó aportes en efectivo (a Grassi) y, si no me equivoco, donó algún vehículo y materiales para edificación”.
En el mismo sentido opinó una de las fuentes consultadas por quien escribe estas líneas, vinculada a la contaduría de Felices los niños: "Desde que el sacerdote se vio envuelto en este escándalo, uno de los benefactores máximos, proveniente de Canadá, retiró sus aportes y con esto cayeron la totalidad de las posibilidades de cubrir los sueldos, lo cual llevó a tener muchas dificultades sindicales y de protesta de la gente que allí trabaja".
El informante confirmó a este periodista lo publicado en un artículo anterior por Tribuna de periodistas: el contacto permanente de Grassi con un directivo de Telemundo de EEUU llamado Marcelo Marini. "Pudieron contactarse con unos empresarios italianos para poder cubrir parte de los gastos que ahora la fundación por sí sola no podía cubrir. Por eso es que, de forma desprolija y con la ayuda de Marcelo Marini, esta gente empezó aportar alrededor de 60.000 dólares mensuales, lo cual parecía no alcanzar. El dinero nunca llegó a poder cubrir los gastos porque caían en un bolso sin fondo, y esto se nota por la falta de alimentos de los niños, medicamentos, sueldos y demás. Nunca existieron controles ni justificaciones concretas de adónde iba a parar este dinero, lo cierto es que esta situación se daba en total complicidad con el contador Hector Fabri (ex directivo del correo privado de Alfredo Yabrán) puesto allí por decisión del grupo (Yabran era amigo del sacerdote) y por qué digo con su complicidad, porque fue este señor, debido al conflicto con los sueldos de la gente allí. Con el rumor de que llegaba este dinero, sumado a la situación del embargo de las cuentas de la fundación (debido a los juicios ) fue el contador Fabri quien se las ingenió para derivar esa plata de Italia por otra cuenta personal y así el dinero que entraba de Italia no se lo 'chupaban' los embargos que recaían en la institución".
Lo cierto es que la situación de "nulo control" del dinero terminó llegando a oídos de los "inversores" italianos y, a partir de ese momento, impusieron como condición -para poder seguir aportando- que se contratara a una consultora para verificar el destino de los envíos. Luego de una breve búsqueda, se contrató finalmente a la empresa Price Waterhouse y se empezó con el relevo de las cuentas, siempre con la supervisión de Grassi, quien controlaba todo desde la quinta La Blanquita, ubicada frente a Felices los niños (2).
"Al final, la consultora llegó a la conclusión de que el dinero literalmente caía en un 'barril son fondo'. La respuesta del sacerdote fue su ira y desprestigo de los dichos de la consultora. Finalmente el contador se fue de la institución y la gente de Italia retiró los aportes", aseguró el mismo informante, coincidiendo con las palabras de otra fuente consultada por este periodista.
Según ambos interlocutores, las gestiones habrían continuado a través de la Hermana María Elena Ferracutti, presidenta formal de Felices los niños. "El sacerdote puso en manos de la religiosa estas tratativas de restituir esta donación, aprovechando su imagen de religiosa (según palabras del sacerdote). La pregunta es: ¿A dónde iba este dinero? Nunca se supo", finalizó uno de los entrevistados.
Concluyendo
Nadie puede dudar de la gravedad de las conductas que se le imputan a Grassi. Hay al menos seis hechos concluyentes que la Justicia se apresta a juzgar y demasiada evidencia colectada que demostrarían la culpabilidad del sacerdote.
Mientras tanto, Grassi intenta eludir la acción de los jueces de toda manera posible, desde el entorpecimiento de las investigaciones hasta el más desvergonzado apriete a los testigos.
"Desde la primigenia detención de Grassi se han diseminado un sinnúmero de conductas procesales encaminadas directamente en este sentido. Agudizadas ahora desde el 22 de Diciembre de 2003 en que debió realizarse la audiencia preliminar del juicio, a partir de la extensa serie de articulaciones y recursos manifiestamente improcedentes –que incluso exteriorizan la propia falta de interés del recurrente-, que han impedido que el proceso pudiera avanzar hasta su culminación natural", manifestó con indignación una de las fuentes consultadas.
La palabra ahora es de la Justicia. Si existe real vocación de los jueces para que se conozca la verdad, este juicio se realizará más temprano que tarde. Si no, el plan de Grassi finalmente se cumplirá al pie de la letra. "Lo que busca el sacerdote es desgastar a las víctimas, a los testigos y al periodismo antes del juicio oral. Si no funciona el apriete, van a ir a la justicia, como hacen siempre. De esa manera, finalmente caerá la causa", sentenció el mismo interlocutor.
La última entrevista para este artículo fue realizada una tarde de viernes en un local de comidas rápidas. El tiempo se mostraba impredecible, no se sabía si iba a llover o iba a salir el sol. El cielo se mostraba realmente confuso.
Era una postal de esta causa judicial, la cual aún no se sabe si desatará una feroz tormenta o sólo una brisa pasajera de verano.
Christian Sanz
(1) Los abogados son: Miguel Angel Pierri -luego detenido-, Luis Moreno Ocampo, Jorge Sandro (defensor de los asesinos de José Luis Cabezas), Julio Virgolini (defensor de Alfredo Yabrán y el juez Mahdjoubian), Hugo Wortman Jofré, Alfredo Sobrino, Luis Osler, Mariano Silvestroni, Adrián Maloneay, Andrea Novello y Laura Fechino (estas últimas son defensoras de Carlos Telledin).
(2) Según comentáramos en un artículo anterior, Grassi monitorea todo lo que sucede en la Fundación Felices los niños desde una quinta ubicada justo enfrente, llamada La Blanquita.